Cohetes sovi¨¦ticos lanzaran sat¨¦lites norteamericanos desde Australia

El Gobierno del presidente Bush ha decidido que los sat¨¦lites estadounidenses puedan ser lanzados por primera vez en la historia por cohetes sovi¨¦ticos. Los lanzamientos se realizar¨¢n desde Australia, probablemente a partir de 1995, a trav¨¦s de una empresa comercial denominada Cape York Space Company.

Esta empresa subarrendar¨¢ la gesti¨®n de los lanzamientos a una firma norteamericana que ofrecer¨¢ a clientes de todo el mundo la posibilidad de lanzar sat¨¦lites utilizando cohetes sovi¨¦ticos. La autorizaci¨®n de Estados Unidos tendr¨¢ como contrapartida la exigencia de que el precio de los lanzamientos sea competitivo, para evitar perjudicar a los cohetes norteamericanos.La pasada semana, el Consejo Nacional del Espacio, que encabeza el vicepresidente Dan Quayle, complet¨® una amplia lista de recomendaciones en torno al negocio de los lanzamientos, con el fin de normalizar el sector sin poner contra las cuerdas a la incipiente industria privada norteamericana. La decisi¨®n de aprobar el proyecto de Cape York fue una de las m¨¢s debatidas. El a?o pasado, China obtuvo permiso para lanzar un n¨²mero limitado de sat¨¦lites de Estados Unidos, pero, a pesar de las mejores relaciones entre EE UU y la URSS, nadie pensaba que se permitiera el lanzamiento de sat¨¦lites norteamericanos a bordo de cohetes sovi¨¦ticos, especialmente desde territorio sovi¨¦tico. Tanto los sat¨¦lites como los cohetes son tecnolog¨ªa de claro inter¨¦s militar.

Ahora, el Departamento de Estado va a aprobar la concesi¨®n de una licencia de exportaci¨®n inicial a la empresa a USBI, filial de United Technologies Corporation, para gestionar la estaci¨®n de Cape York, desde donde se podr¨¢n lanzar cohetes sovi¨¦ticos Zenith a partir de 1995. El proyecto costar¨¢ 500 millones de d¨®lares (50.000 millones de pesetas), es iniciativa de una empresa inmobiliaria australiana y no va a recibir fondos federales del Gobierno australiano. La agencia espacial sovi¨¦tica Glavkosmos suministrar¨ªa los cohetes y los ingenieros, pero no participar¨ªa comercialmente en la aventura.

En el caso de Cape York, aunque har¨¢n falta posteriormente licencias para los sat¨¦lites que se quieran lanzar, la decisi¨®n de permitir que una empresa norteamericana gestione la base de lanzamientos indica que no habr¨¢ problemas con los tr¨¢mites posteriores.