Pap¨¢ Tito
Tito Puente
2.500 personas. Precio: 1.000 pesetas. La Muralla ?rabe. Madrid, 18 de julio.
En 1935, Tito Puente ya aporreaba los timbales como profesional. Ten¨ªa 13 a?os y comenzaba una carrera que, 55 a?os m¨¢s tarde, puede equipararse a la de los m¨¢s grandes m¨²sicos de este siglo. En 1949, Puente abandon¨® la orquesta del pianista cubano Jos¨¦ Curbelo para formar los Picadilly Boys, conseguir su primer ¨¦xito, Abaniquito, y luchar con P¨¦rez Prado y Tito Rodr¨ªguez por el trono de rey del mambo.
Nacido en 1923 en Nueva York de padres puertorrique?os, Tito Puente es un m¨²sico fundamental para la m¨²sica latina porque ha contribuido decisivamente a su introducci¨®n en Estados Unidos. Representante de la sofisticada escuela neoyorquina, Puente ha hecho bailar durante 14 a?os en el Palladium a los amantes de su fusi¨®n latina con el Jazz, aparece en el Guinness con sus 120 discos grabados, y en 1970 inspir¨® a Santana el nacimiento del rock latino con sus composiciones Oye como va y Pa los rumberos. Hoy, a sus 67 a?os, Tito Puente contin¨²a aporreando los timbales y el vibr¨¢fono, para demostrar que su m¨²sica contin¨²a fresca, viva y vigente.
En Madrid, Puente comenz¨® con On Broadway, un cl¨¢sico del Jazz. Despu¨¦s atac¨® el Take five a ritmo de swing, para convertirlo por arte de birlibirloque en cha-cha-cha y en guaracha. Sus nueve m¨²sicos -cinco vientos, dos percusionistas, pianista y bajista- ya hab¨ªan demostrado desde los primeros compases sus excelentes cualidades como improvisadores, dejando bien claras las intenciones de Tito Puente: llevar hasta sus ¨²ltimas consecuencias la libertad musical en una orquesta de baile.
"?Lo sent¨ªan mejor en Jap¨®n!", espet¨® Puente a un p¨²blico madrile?o tan entendido como poco apasionado. Pero su excelente m¨²sica -que siempre se ha caracterizado por sus elaborad¨ªsimos arreglos, el vigor de los metales y la bravura interpretativa- cal¨® poco a poco, y el final, con un Puente desmadrado en los timbales, fue apote¨®sico.
Se entreg¨®, llev¨® al p¨²blico a su terreno y demostr¨® que su rn¨²sica hay que escucharla con un o¨ªdo y bailarla con el otro. Que aunque su fusi¨®n no es nueva -Charlie Parker ya colaboraba en 1948 con Machito, que antes lo hab¨ªa hecho con Dizzy Gillespie y Stan Kenton-, no ha perdido un ¨¢pice de actualidad ni de esencia, porque Puente es uno los pioneros de la libertad del lat¨ªn-jazz, una etiqueta de la que ¨¦l mismo se carcajea. Que es un aut¨¦ntico genio de la m¨²sica, aunque a veces le olvidemos. Y que una parte importante de nuestra cultura musical se la debemos a pap¨¢ Tito Puente.
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