El nuevo Plan Estrat¨¦gico Conjunto no tiene en cuenta la distensi¨®n ni los cambios en el Este
El Plan Estrat¨¦gico Conjunto (PEC) 1991-1996, eje de la pol¨ªtica militar espa?ola en los pr¨®ximos a?os, que ayer recibi¨® el visto bueno de la Junta de Defensa Nacional y ser¨¢ aprobado pr¨®ximamente por el Gobierno, no tiene en cuenta el actual clima de distensi¨®n, seg¨²n fuentes que han tenido acceso a este documento clasificado. La unificaci¨®n de Alemania, la pr¨¢ctica disoluci¨®n del Pacto de Varsovia o la Conferencia de Viena, que culminar¨¢ antes de fin de a?o con un acuerdo sobre reducci¨®n de fuerzas convencionales en Europa, est¨¢n ausentes del PEC que sustituye al vigente desde 1985.
El ministro de Defensa, Narc¨ªs Serra, reconoce que "deber¨¢n alterarse sustancialmente muchos de los supuestos" incluidos en el nuevo PEC, para incorporar los profundos cambios que se est¨¢n produciendo en la escena internacional. Fuentes de Defensa justifican la obsolescencia de los supuestos estrat¨¦gicos en los que se basa el PEC, argumentando que este documento tiene un dilatado periodo de elaboraci¨®n y que la fluidez de los procesos y la incertidumbre que los rodea aconsejan cautela antes de modificar las doctrinas militares; lo que, sin embargo, ya est¨¢ haciendo la OTAN.En opini¨®n de Serra, es mejor aprobar el PEC, aunque parta de una situaci¨®n ya superada, que esperar a una estabilizaci¨®n seguramente lejana de los par¨¢metros que condicionan la pol¨ªtica de seguridad. El PEC que conoci¨® ayer la Junta de Defensa Nacional -presidida por el Rey e integrada por el presidente del Gobierno; el vicepresidente; los ministros de Defensa, Exteriores, Econom¨ªa e Interior; y la Junta de Jefes de Estado Mayor- ha sufrido ya un retraso de dos a?os sobre la fecha prevista.
La aprobaci¨®n del PEC permitir¨¢ al Gobierno, seg¨²n fuentes de Defensa, "encajar" en el mismo el resultado de la Conferencia de Viena y medir sus efectos sobre las Fuerzas Armadas espa?olas, que deber¨¢n reducir los medios del Ej¨¦rcito de Tierra y la Fuerza A¨¦rea, pero podr¨¢n modernizar el material que les quede gracias a las transferencias de armamento entre los pa¨ªses aliados. Serra asegura que la primera revisi¨®n del nuevo PEC, prevista para 1992, no supondr¨¢ una simple actualizaci¨®n, sino una profunda reelaboraci¨®n del mismo.
Para poner en marcha el proceso que debe culminar con el PEC 1993-98, el Gobierno aprobar¨¢ en los pr¨®ximos meses una nueva Directiva de Defensa Nacional, en sustituci¨®n de la de 1986, que fijar¨¢ los objetivos estrat¨¦gicos de Espa?a.
Amenazas
El nuevo PEC diferencia, como el anterior, entre la "amenaza compartida" con los restantes pa¨ªses de la OTAN, representada por la Uni¨®n Sovi¨¦tica, y la "amenaza no compartida", procedente del norte de ?frica. Aunque el concepto de "amenaza no compartida" debe mantenerse, debido a que el
Magreb se encuentra fuera del paraguas de la OTAN y a que el contenciso de Ceuta y Melilla tiene un car¨¢cter exclusivamente bilateral entre Espa?a y Marruecos, los expertos de Defensa consideran que la "inestabilidad" de la regi¨®n representa, cada vez m¨¢s, una amenaza para el conjunto de la Alianza.
La profunda crisis econ¨®mica de los pa¨ªses magreb¨ªes, la fuerte presi¨®n demogr¨¢fica, el avance del fundamentalismo religioso y la fragilidad de los sistemas pol¨ªticos configuran un cuadro inquietante para el flanco sur de la OTAN, en opini¨®n de los expertos militares, sin olvidar la proliferaci¨®n de sistemas bal¨ªsticos y la persistencia de conflictos como el de Oriente Medio en la orilla oriental del Mediterr¨¢neo.
La importancia creciente que concede el Ministerio de Defensa a la situaci¨®n del Mediterr¨¢neo, donde se ubica el riesgo m¨¢s probable, se evidencia en la potenciaci¨®n de la cooperaci¨®n con dos pa¨ªses ribere?os, Francia e Italia, y en la b¨²squeda de la interoperatividad con las respectivas marinas, as¨ª como con la Sexta Flota de los Estados Unidos. La preocupaci¨®n por el Magreb explica igualmente los acuerdos de cooperaci¨®n militar ya firmados con Marruecos, T¨²nez y Mauritania.
La realizaci¨®n de maniobras aeronavales en el Mediterr¨¢neo Occidental es uno de los seis acuerdos de coordinaci¨®n en los que se plasma la contribuci¨®n militar espa?ola a la OTAN, reflejada en el primer PEC posterior al refer¨¦ndum. Junto a este acuerdo, y a los dos ya firmados, el de maniobras aeronavales en el Atl¨¢ntico Oriental y el de control de espacio a¨¦reo, aparecen, con mayor o menor precisi¨®n seg¨²n los casos, los otros tres acuerdos actualmente en negociaci¨®n con la Alianza: el de defensa del propio territorio; el de control del Estrecho de Gibraltar; y el de utilizaci¨®n de Espa?a como zona de retaguardia y llegada de refuerzos ante un conflicto Este-Oeste.
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