Testimonio inquietante

QUIENES A partir de diciembre de 1982 autorizaron a Juan Guerra, en su condici¨®n de asistente del vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, el uso de un despacho oficial en la sede de la Delegaci¨®n del Gobierno en Andaluc¨ªa siempre han afirmado que, hasta donde han podido conocer, nunca se hab¨ªan realizado actividades privadas en esa dependencia. Impelidos a admitir la evidencia de un hecho tan an¨®malo como la utilizaci¨®n por un particular de una dependencia p¨²blica, han intentado justificar sus declaraciones en la certeza de que el inter¨¦s p¨²blico ha quedado, en todo caso, salvaguardado.Pues bien, esta certeza, por lo dem¨¢s envuelta en los cautelares t¨¦rminos de "hasta donde se ha podido conocer o se conoce", ha sufrido un serio embate con el testimonio de un directivo de Ensidesa que afirm¨® ante el juez que instruye el caso que la venta de la finca La Carrascosa, propiedad de la empresa p¨²blica, a una de las sociedades de Juan Guerra se llev¨® a cabo en el despacho oficial que ocupaba en la citada sede gubernativa. La aparici¨®n de contradicciones tan flagrantes resquebraja seriamente la l¨ªnea defensiva de quienes consideran que el uso de un despacho oficial por Juan Guerra s¨®lo es condenable si desde ¨¦l se han realizado actividades distintas de aquellas a que estaba destinado.

El testimonio del directivo de Ensidesa constituye una primera respuesta a la cuesti¨®n b¨¢sica que, a juicio del vicepresidente del Gobierno, deber¨ªa esclarecerse desde la perspectiva del inter¨¦s p¨²blico y para tranquilidad de los ciudadanos respecto del uso de un despacho oficial por su hermano. ?Se han utilizado correctamente las instalaciones p¨²blicas y, en concreto, las de la Delegaci¨®n del Gobierno en Andaluc¨ªa?, se preguntaba Alfonso Guerra en su comparecencia ante el Pleno del Congreso del 1 de febrero pasado, al explicar la posici¨®n del Gobierno y la suya propia sobre el asunto Juan Guerra. Pues parece que no, a tenor de lo declarado por el representante de la empresa. La cuesti¨®n ahora es saber si la novedad de esta respuesta -el propio vicepresidente del Gobierno manifest¨® que "ser¨ªa una novedad para mi mismo" la utilizaci¨®n incorrecta de la dependencia oficial- va a modificar en algo la posici¨®n mantenida por el Gobierno y el partido socialista en un asunto cada vez m¨¢s insostenible.