El 'efecto Tipasa'
El Frente Isl¨¢mico de Salvaci¨®n argelino proclamar¨¢ nuevos bandos para proteger la moral isl¨¢mica
La cohabitaci¨®n es imposible. Lo acaba de demostrar una pol¨¦mica banal sobre el uso de traje de ba?o. La discusi¨®n ha tenido como escenario una bella ciudad balneario de 19.000 habitantes situada a 70 kil¨®metros hacia el oeste de la capital, Argel. El Frente Isl¨¢mico de Salvaci¨®n (FIS) ha tratado de imponer la moral mahometana, mientras que el ex partido ¨²nico Frente de Liberaci¨®n Nacional (FLN) recordaba que no pod¨ªan cercenarse, por las buenas, las libertades constitucionales.Todo empez¨® a finales del mes de junio cuando la nueva asamblea comunal del Ayuntamiento de Tipasa, dominada por el FIS, decidi¨® hacer p¨²blico un bando prohibiendo a los vecinos y turistas pasearse por la ciudad en traje de ba?o. El documento municipal establec¨ªa adem¨¢s que los pantalones de los hombres deb¨ªan cubrir sus piernas hasta las rodillas, mientras que los vestidos de las mujeres deb¨ªan cubrirlas.
Los responsables del Ayuntamiento aseguraron que con este bando se pretend¨ªa restablecer en la ciudad la "moral isl¨¢mica" y cumplir algunos de los compromisos contra¨ªdos con los electores que hab¨ªan otorgado un voto de confianza al FIS en las elecciones del pasado 12 de junio. Aseguraron adem¨¢s que actuaban en petici¨®n de numerosos vecinos de la ciudad que hab¨ªan suscrito una carta dirigida al alcalde en la que se reclamaban medidas dr¨¢sticas contra los nudistas.
El vicepresidente del Consejo Comunal de Tipasa, Mohamed Essaheli asegur¨®: "tenemos derecho a dictar nuestras propias ordenanzas", sin que nadie se interfiera en ellas". Estas ordenanzas municipales, seg¨²n Assabeli, no son nuevas y que en 1956, uno de los ¨²ltimos alcaldes coloniales, prohibi¨® el uso de traje de ba?o en la calle.
La respuesta fue inmediata. Pocas horas despu¨¦s de que se hiciera p¨²blico el comunicado, el gobernador civil de la provincia montaba en c¨®lera, condenaba la decisi¨®n municipal, la calificaba de anticonstitucional y anunciaba que pondr¨ªa en marcha un proceso jur¨ªdico hasta lograr su anulaci¨®n.
El gobernador -wali- de la provincia, Kadou El-honel, un destacado miembro del Frente de Liberaci¨®n Nacional (FLN), es en opini¨®n del FIS el residuo de un poder centralista antidemocr¨¢tico, emanado del propio FLN, que no ha sido modificado a pesar del proceso aperturista en que se encuentra sumido el pa¨ªs. Pero, por si todo ello no fuera suficiente, Kadou El-honel es, adem¨¢s, yerno del presidente de la Rep¨²blica, Chadli Benyedid.
Todos estos elementos sociopol¨ªticos no han hecho m¨¢s que crispar un hecho banal y sin importancia, elev¨¢ndolo a categor¨ªa de s¨ªmbolo. Lo demuestra el hecho de que todo el aparato del Frente Isl¨¢mico de Salvaci¨®n haya cerrado sus filas en torno a la comuna de Tipasa. El FIS ha anunciado la decisi¨®n de promover en los ayuntamientos y provincias controlados por ellos la adopci¨®n de un bando id¨¦ntico al de Tipasa.
Mientras la pol¨¦mica avanza, la clase pol¨ªtica argelina se pregunta si el poder central, emanado de los rescoldos del FLN, puede y debe centrar los excesos pol¨ªticos de los ayuntamientos controlados por el Frente Isl¨¢mico de Salvaci¨®n, despu¨¦s del triunfo electoral del pasado 12 de junio. ?ste es el marco jur¨ªdico-pol¨ªtico en el que se encuentra enmarcada la pol¨¦mica de Tipasa.
Un s¨ªmbolo
El verano argelino no ha hecho m¨¢s que empezar. La pol¨¦mica est¨¢ servida y amenaza con dividir a la poblaci¨®n. Tipasa es ya un s¨ªmbolo. Los efectos de esta discusi¨®n se constataron el pasado 21 de julio en las calles sagradas del barrio de Kouba -controlado por el FIS-, cuando un ciudadano se dedic¨® a pasearse en traje de ba?o en respuesta al bando de Tipasa.Eran poco m¨¢s de las doce de la ma?ana, la atenci¨®n oficial pol¨ªtica se centraba en la cumbre de la UMA (Uni¨®n Mabreb¨ª ?rabe) y en la llegada a la ciudad de cuatro jefes de Estado. Pero nada de eso preocupaba a los vecinos del barrio de Kouba, que por todos los medios trataban de convencer al ciudadano semidesnudo para que volviera a su casa.
La crispaci¨®n lleg¨® al cenit cuando el joven trat¨® de acceder a las escaleras de la mezquita en la que suele orar el l¨ªder del FIS, Abas¨ª Madani, y su col¨¦rico adl¨¢tere, Al¨ª Beljasch. Un grupo de personas acudi¨® con mantas y toallas provocando la indignaci¨®n del vecino, que aseguraba airado que ni el FLN, ni el FIS, ni nadie ten¨ªa derecho a decidir c¨®mo deb¨ªa ir vestido.
Tipasa no es un hecho aislado. Los ayuntamientos isl¨¢micos de Or¨¢n, Constantina, Dellys y Bousfer han aprobado adem¨¢s nuevas medidas. Cierre de casas de prostituci¨®n, prohibici¨®n de venta de bebidas alcoh¨®licas, cierre de los locales a partir de las diez de la noche, clausura de festivales de m¨²sica popular y prohibici¨®n de la ense?anza mixta.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.