Oliva y un "miura"

Miura / Campuzano, Oliva, Boni

Toros de Eduardo Miura de juego variado e interesante, manso el 6? y extraordinario para el torero el 2?, algunos sospechosos de pitones. El 5? sali¨® completamente escobillado y fue devuelto a los corrales, siendo sustituido por un sobrero de Joaqu¨ªn Barral, muy manso. Tom¨¢s Campuzano: media estocada (pitos); estocada delantera (palmas). Emilio Oliva: estocada tendida y dos descabellos (oreja); dos pinchazos, media y ocho descabellos (palmas). Boni: media y siete descabellos (silencio); pinchazo y estocada corta (palmas). Plaza de Santander, 29 de julio. Novena y ¨²ltima corrida de feria. Lleno.

S¨¢nchez / Cepeda, Lozano, Camino Toros de Jos¨¦ Manuel S¨¢nchez (antes El Madrigal), con kilos, sospechosos de pitones, mansos y peligrosos. Fernando Cepeda: tres pinchazos, aviso, media estocada (divisi¨®n de opiniones); estocada (palmas). Fernando Lozano: estocada (palmas); estocada (ovaci¨®n y saludos). Rafael Camino: pinchazo y estocada corta (ovaci¨®n y saludos); estocada (petici¨®n de oreja y ovaci¨®n con saludos). Plaza de Santander, 28 de julio por la noche. Octava corrida de feria. Lleno.

Oliva y un miura protagonizaron uno de los momentos de m¨¢s emoci¨®n de esta feria. El toro pareci¨® flojo de remos de salida y por ello se le dosific¨® el castigo, pero luego se rehizo y lleg¨® con gran son a la muleta, arranc¨¢ndose de lejos con alegr¨ªa y dando mucha emoci¨®n a cuanto Oliva, muy entregado, hizo con ¨¦l, destacando una gran serie al natural. Y tan noble era el miura que hasta molinetes de rodillas se dej¨® dar. Tambi¨¦n tuvo emoci¨®n la ejecuci¨®n de la estocada, en el mismo platillo de la plaza, y la concesi¨®n de la oreja fue un premio justo. El sobrero de Barral fue imposible, mans¨ªsimo y huido, y aqu¨ª el presidente estuvo en su sitio al negarse a devolverlo a pesar de las ruidosas protestas de quienes ignoran que la mansedumbre de un toro no es causa para su devoluci¨®n. Oliva estuvo aseado con el manso, sac¨¢ndoselo de encima como pudo.

Campuzano mulete¨® a la defensiva al primero, que embest¨ªa corto y revolvi¨¦ndose, a pesar del duro castigo recibido en varas, y al cuarto, al que hab¨ªa que mandar mucho, lo mulete¨® con valor. Boni estuvo sereno y digno con el tercero, sin afligirse por los ga?afones que propinaba el miura, y en el sexto, que manse¨® en varas y lleg¨® violento a la muleta, trag¨® en una buena serie con la derecha y estuvo muy decidido, aunque la faena fue a menos, porque el toro acab¨® prob¨®n.

La tercera corrida del s¨¢bado, celebrada por la noche, fue una aut¨¦ntica pesadilla debido al p¨¦simo juego de las reses de Jos¨¦ Manuel S¨¢nchez, con las que los diestros hicieron lo que pudieron: casta en Camino para calentar al p¨²blico, seriedad en Cepeda, que hasta mat¨® bien a su segundo, y quietud de Lozano, que despach¨®a sus dos enemigos con excelente estilo estoqueador. Menos mal que esta corrida fue la mejor en cuanto a la actuaci¨®n en banderillas de los subalternos, contrastando con los lamentables tercios de casi todas las tardes: tuvieron que desmonterarse Yesteras y Villita, luci¨¦ndose tambi¨¦n Sim¨®n, Angel¨ªn y Lalanda.