"Seguir¨¢ habiendo fusiones de bancos"
Hasta hace seis meses era el presidente de] primer banco espa?ol. El mismo ¨ªmpetu que puso en su d¨ªa en las fusiones bancarias, de las que sali¨® un tanto escaldado personalmente, lo dedica hoy a media docena de proyectos culturales: la fundaci¨®n BBV, el Museo del Prado... Su vocaci¨®n acad¨¦mica le ha permitido cambiar de vida sin perder actividad.Pregunta. ?Plantear¨ªa hoy la OPA sobre Banesto como lo hizo?
Respuesta. Si tuviera la misma informaci¨®n de entonces, s¨ª. De haber sabido que la Bolsa de Madrid iba a Interpretar la legislaci¨®n de forma tan restrictiva, habr¨ªa llegado a la conclusi¨®n de que no era posible una OPA.
P. Alguna vez ha admitido que la copresidencia del BBV fue un error.
R. No creo que fuera un error, pero sab¨ªamos que era muy dif¨ªcil trabajar en copresidencia. Simplemente no result¨®.
P. ?Hay que seguir avanzando por el camino de las fusiones?
R. Desde luego, s¨ª, para quienes quieren hacer banca universal. Tendr¨¢ que haber nuevas fusiones, es lo que est¨¢ ocurriendo en el mundo entero.
P. ?No ha cambiado de criterio con los conflictos habidos tras la fusi¨®n del BBV?
R. No es porque lo diga el padre de la criatura, pero la fusi¨®n es tuvo bien dise?ada, ha sido magn¨ªficamente pilotada y est¨¢ saliendo muy bien. Los movimientos posteriores son inevitables para ajustar dos maquinarias. Es natural que sobren piezas o que algunas se oxiden antes. No ocurre nada anormal.
P. ?C¨®mo se sien e: ganador o perdedor?
R. Por supuesto, ganador. Hicimos una fusi¨®n y ah¨ª est¨¢. Ya no estoy al frente, pero desde el punto de vista del proyecto no pasa de ser un accidente.
P. ?Se puede a los 61 a?os cambiar de vida tan radicalmente?
R. Creo que se puede. Siempre he tenido una gran capacidad para cambiar de partitura y mis actividades actuales son una ventana abierta a nuevas ilusiones. Entre otros proyectos, estoy al frente de la Fundaci¨®n BBV. No tiene la magnitud del banco, pero es igual de ilusionante.
P. Pero no es un puesto de poder...
R. Nunca he perseguido el poder. Lo he tenido, pero no lo he ejercido, por lo tanto no lo he gozado. He tenido el Banco de Bilbao en mis manos, pero he tratado de gobernar siempre con ¨®rganos colegiados. Asum¨ª el papel de un presidente que Fija las prioridades, que elige a los hombres y los aconseja, pero nunca me he metido en su terreno. A m¨ª me atra¨ªa el reto de convertir al Bilbao en uno de los mejores bancos del pa¨ªs.
P. Eso tambi¨¦n es poder.
R. Si construir algo es tener poder, tambi¨¦n lo tengo ahora, porque estoy construyendo una fundaci¨®n. Lo que he hecho toda mi vida ha sido plantear proyectos y tratar de empujarlos. A partir del 68 me propuse hacer del Bilbao un banco de primera y lo hice; luego cre¨ª que hab¨ªa que hacer un banco grande y plante¨¦ la fusi¨®n. Era producto de una reflexi¨®n meditada que desde seis a?os antes ven¨ªa manifestando a la junta de accionistas. Lo hice como apuesta de futuro y ah¨ª est¨¢. El proyecto est¨¢ en buenas manos.
P. No es f¨¢cil creer un cambio tan pac¨ªfico.
R. Los que me conocen saben que he cambiado de papel sin traumas. Ahora tengo que construir una fundaci¨®n que cuenta con una dotaci¨®n de 14.000 millones de pesetas, elegir a los colaboradores, definir los objetivos.
P. ?Qu¨¦ hace un banquero como usted en la presidencia del Museo del Prado?
R. Tratar de hacer una instituci¨®n m¨¢s din¨¢mica, eficaz y creativa, regida por la mejor tecnolog¨ªa muse¨ªstica y proyectada al exterior con los sistemas m¨¢s adecuados de comunicaci¨®n. En definitiva, introducir mayores cuotas de racionalidad econ¨®mica. Un museo no es s¨®lo una colecci¨®n de cuadros. Tenemos una de las mejores, por no decir la mejor, pinacoteca del mundo, pero no el mejor museo.
P. O sea que pretende trasladar la cultura empresarial al museo.
R. Ya se empieza a acu?ar el t¨¦rmino de empresa cultural. Una sociedad mercantil lanza un producto para obtener un beneficio, la empresa cultural lo hace para ofrecer un producto a la sociedad. Salvo eso, todo es igual. Una y otra tienen que ofrecer un buen producto a coste racional. Un museo tambi¨¦n tiene que salir a la calle a exponer lo que vende. As¨ª se explica que cientos de miles de personas hayan ido a ver a Vel¨¢zquez.
P. ?Conseguir¨¢ evitar las colas?
R. Acabo de visitar la exposici¨®n Van Gogh. Desde 40 d¨ªas antes ten¨ªa la entrada para un s¨¢bado a las tres. Basta un programa inform¨¢tico. En todo caso tenemos que aplicar experiencias de otros museos que est¨¢n en la vanguardia.
P. ?Qu¨¦ papel juegan las fundaciones?
R. Son entidades que pueden vertebrar una respuesta civil a la demanda cultural. La cultura pertenece por naturaleza al ¨¢mbito de lo privado, pero exige medios y organizaci¨®n que exceden al ciudadano; para eso surgen las fundaciones.
P. ?Hay mala conciencia en esta fiebre de los bancos por las fundaciones?
R. No hablar¨ªa de mala conciencia. Es una mezcla de muchas cosas, un poco de moda, un deseo de hacer algo por la sociedad y razones de imagen. No es nada distinto de lo que ocurre en otros pa¨ªses.
P. ?Qu¨¦ busca la fundaci¨®n del BBV?
R. Hemos definido su vocaci¨®n en torno a la reflexi¨®n y los estudios multidisciplinares.
P. Es un reflejo de su personalidad...
R. Siempre he tratado de que en mi entorno se reflexionase mucho y yo lo he hecho personalmente. La reflexi¨®n marca, la diferencia entre el empresario que opera por el corto plazo y el que analiza el medio y el largo. Lo que para ¨¦ste es un incidente, para el otro es una cat¨¢strofe.
P. ?C¨®mo ve el medio plazo de la banca espa?ola?
R. En cuatro o cinco a?os tiene que depurar su excesiva capacidad: est¨¢ sobredimensionada. Los beneficios son todav¨ªa altos porque tenemos un margen de intermediaci¨®n superior al de la banca europea, pero el mercado ¨²nico igualar¨¢ los est¨¢ndares bancarios y el que se aparte de ellos est¨¢ perdido.
P. Usted ha vivido el paso de una banca casi aristocr¨¢tica a la de los profesionales. ?Hacia d¨®nde va la banca?
R. La banca terminar¨¢ en la profesionalizaci¨®n. Otra cosa es que los propietarios est¨¦n en los consejos, pero ¨¦ste es un negocio muy tecnificado que tiene que estar en manos de profesionales.
El banco del Papa
P. Usted es tambi¨¦n consejero del banco del Papa, ?c¨®mo funciona el IOR?
R. Es un banco que administra patrimonios de instituciones religiosas de todo el mundo. S¨®lo tiene una oficina en el Vaticano, con sus empleados y su consejo de administraci¨®n: un italiano, un americano, un suizo, un alem¨¢n y un espa?ol. Por encima hay un consejo de supervisores formado por cinco cardenales, que es algo as¨ª como la junta de accionistas.
P. La actitud de la Iglesia Cat¨®lica ha sido hist¨®ricamente muy cr¨ªtica ante la idea de prestar dinero con inter¨¦s.
P. El IOR no es un banco que preste dinero en sentido cl¨¢sico. El grueso de las operaciones es de administraci¨®n de fondos en los mercados monetarios o en t¨ªtulos del Estado. Naci¨® para servir de c¨¢mara de compensaci¨®n, cuando hab¨ªa graves problemas de transmisi¨®n de capitales entre pa¨ªses. Intuyo que lo que se nos pide es una prudente administraci¨®n.
P. La de Marcinkus no fue tan prudente.
R. Digamos que no tuvo suerte. No s¨¦ mucho de ese tema. Cuando llegamos ya estaba liquidado.
P. Se re¨²nen alguna vez con el Papa?
R. Normalmente, no, aunque hemos tenido la oportunidad de verle. Sabemos que sigue sin duda la marcha del IOR.
P. Un yuppie de la novela Wall Street dice que "el dinero es lo ¨²nico importante, lo dem¨¢s es conversaci¨®n". ?Qu¨¦ piensa de esta exhibici¨®n actual del dinero?.
R. Son modas. Hay ¨¦pocas en que la riqueza sale a la luz y otras en que se oculta. Posiblemente este destape tiene que ver con la baja de otros valores tradicionales como el trabajo bien hecho, el respeto a la palabra empe?ada, el ahorro.
P. En este espect¨¢culo el protagonista es Mario Conde, ?no?
R. Marlo Conde representa otra cosa. Es el protagonista de una sociedad moderna, nueva, competitiva y din¨¢mica.
P. ?Cu¨¢l es su relacl ¨®n con ¨¦l?
R. Muy buena. Sospecho que durante la OPA a ninguno nos gust¨® lo que el otro hac¨ªa, como deb¨ªa ser, pero al sedimentarse las cosas hemos reconocido que cada uno jug¨® en su campo. Ahora somos buenos amigos y me ha dado muestras de amistad en momentos importantes para m¨ª. Me gustar¨ªa que ¨¦l pudiera decir lo mismo.
P. Usted participa tambi¨¦n en un proyecto para el Este.
R. Desde 1987 soy vicepresidente de Numisma, una sociedad de estudios con sede en Bolonia. Est¨¢ formada por un centenar de industriales y financieros italianos -est¨¢n los Gardini, Benedetti, Ferrucci- con cuatro socios extranjeros, entre ellos el antiguo Banco Bilbao, hoy BBV. Es un magn¨ªfico observatorio para ver qu¨¦ pasa en el mundo. En 1988 el Gobierno sovi¨¦tico nos encarg¨® montar una escuela de negocios y desde el a?o pasado explicamos econom¨ªa de mercado en una universidad de Mosc¨² a pol¨ªticos y presidentes de grandes empresas.
P. ?Qu¨¦ papel toca a los empresarios en esta reconversi¨®n del Este?
R. Todos nos jugamos mucho. Antes pod¨ªamos organizar nuestra vida sin tener muy en cuenta lo que ocurr¨ªa al otro lado del muro. Ahora entramos en una etapa de vasos comunicantes.
P. Pagar¨¢ Europa occidental con una cuota de bienestar?
R. Sin duda. Esto terminar¨¢ en una especie de Plan Marshall generalizado, que obligar¨¢ a Europa a hacer un esfuerzo importante. Esa factura la pagaremos entre todos, a cambio de eliminar el riesgo de una confrontaci¨®n.
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