El Cairo, un valle de l¨¢grimas
El Cairo, la capital egipcia, escenario de todos los sue?os de diversi¨®n, entretenimiento y relajaci¨®n de los habitantes de? Golfo, se ha convertido estos d¨ªas en el valle de l¨¢grimas de los turistas kuwait¨ªes a quienes sorprendi¨® la crisis de su pa¨ªs en plena noche de farra.
Jamal el Fati es un estudiante de telecomunicaciones de 21 a?os que por primera vez lamenta tener que alargar su estancia en El Cairo. "Esperar¨¦ aqu¨ª hasta que mejore la situaci¨®n. Nosotros [Kuwait] somos un pa¨ªs peque?o y ellos [Irak] uno grande. No podemos hacerles frente, hay que aguardar hasta que decidan irse amigablemente", dice.
En el vest¨ªbulo del hotel don de se re¨²nen los ministros de Exteriores de la Liga ?rabe para tratar de convencer a Irak de que se retire del territorio kuwait¨ª, mujeres y ni?os lloran la suerte de su pa¨ªs, mientras los hombres vociferan y se corrigen unos a otros cuando esta enviada especial trata de entrevistarlos.
Jalib, de 26 a?os, se niega a aceptar que el emir de Kuwait, Yaber al Ajmad al Sabaj, y varios miembros de su familia se hayan refugiado en Arabia Saud¨ª. "Eso es mentira. Son fabricaciones de la prensa. El emir est¨¢ en Kuwait organizando la resistencia. No existir¨¢n compromisos con Irak. Ese pa¨ªs es el que necesita de nosotros", asegura. Los turistas kuwait¨ªes airean su pena por el adormilado coraz¨®n de El Cairo en este caluroso atardecer de viernes (fiesta semanal musulmana).
Entre Mustang y Cadillac
Por all¨¢ pasa, casi irreconocible, un Mustang empapelado con fotos del emir y banderas kuwait¨ªes. Por ac¨¢, un Cadillac con lo mismo. Los conducen los kuwait¨ªes crecidos a la sombra del petr¨®leo y de las grandes inversiones. Son j¨®venes vestidos con su impecable dis-dacha blanca y ataviados con las caracter¨ªsticas gutra (pa?uelo blanco) y cofia negra. "Los ¨¢rabes no nos ayudan porque tienen miedo", dice entre sollozos Faifa Said, de 27 a?os, dispuesta a unirse a la resistencia que luche para expulsar a los iraqu¨ªes.
"Les vamos a hacer la vida imposible. Antes o despu¨¦s tendr¨¢n que irse", asegura Faifa. Seg¨²n Jamal el Fati "los iraqu¨ªes son gente pac¨ªfica. Es el Gobierno, y especialmente el presidente Sadam Husein, el que busca la guerra y la destrucci¨®n de Kuwait". En estos momentos de tristeza ning¨²n kuwait¨ª se atreve a comentar las razones que le han tra¨ªdo a esta "capital del vicio", seg¨²n los puritanos del golfo P¨¦rsico.
Cuando el calor aprieta en sus arenas cobijadoras de fabulosas reservas de petr¨®leo, casi un mili¨®n de habitantes de Arabia Saud¨ª, Kuwait, Om¨¢n, Bahrein, Emiratos ?rabes Unidos y otros pa¨ªses ¨¢rabes se desplazan a El Cairo para disfrutar del relativo frescor que trae la suave brisa del Nilo.
En realidad, los m¨¢s ¨ªntimos alicientes de este acostumbrado viaje los buscan, sin embargo, en el alcohol, la pornograf¨ªa, la prostituci¨®n y los establecimientos comerciales.
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