Toshack prescindi¨® de Butrague?o contra el Pe?arol en el trofeo de La L¨ªnea

El t¨¦cnico del Real Madrid, John Benjam¨ªn Toshack, abri¨® anoche de par en par las puertas a todo tipo de especulaci¨®n sobre el futuro de Butrague?o en el equipo, tema que parece destinado a convertirse en el m¨¢s apasionado debate futbol¨ªstico de la pretemporada.

En la semifinal del Trofeo de la L¨ªnea, frente al Pe?arol, el entrenador gal¨¦s ni siquiera cont¨® con el Buitre en el banquillo. La pr¨®xima cita de esta nueva entrega, esperada con impaciencia, ser¨¢ ma?ana por la noche en la final del trofeo, en la que una nueva ausencia del Buitre podr¨ªa a?adir tintes de mayor seriedad al debate, que hasta el momento no deja de obedecer a las t¨ªpicas pruebas de verano.

Tampoco Toshack cont¨® anoche con Sanchis, quien sin embargo no parece atravesar un momento tan delicado como Butrague?o por m¨¢s que Maqueda cumpliera con ¨¦xito ayer en su puesto.

El Madrid consigui¨® clasificarse para la final de ma?ana frente al vencedor del Lazio-C¨¢diz, tras remontar un marcador que se le puso en contra mediada la segunda parte. El conjunto blanco sac¨® entonces a relucir su habitual garra, que no parece perderse por m¨¢s que se trate de trofeos de verano o que el equipo apunte iniciar, de la mano de Toshack, un cambio generacional y estrat¨¦gico que puede acabar con la quinta del Buitre.

En el primer tiempo el Madrid evidenci¨® bastante orden en el centro del campo e hizo gala de una notable disciplina defensiva. ¨²nicamente Hagi y Hugo parecen tener licencia para no defender en el equipo de Toshack. El mexicano, porque bastante tiene con ser el ¨²nico delantero del conjunto, y el rumano, porque sus cualidades futbol¨ªsticas no son las m¨¢s adecuadas para tales tareas.

Toshack present¨® una primera l¨ªnea de contenci¨®n con Gordillo y Arag¨®n en los laterales y Maqueda en el centro. Por detr¨¢s, Hierro, Chendo y Spasick se alternaban el marcaje de los puntas uruguayos y las tareas de l¨ªbero. En el centro del campo, Hagi, M¨ªchel y Villarroya dejaban ¨²nicamente a Hugo S¨¢nchez en punta.

El Pe?arol se atragant¨® con la mara?a de hombres blancos en el centro del campo, mientras que el Madrid, por su parte, tampoco acertaba a romper el achique de espacios caracter¨ªstico de los equipos entrenados por C¨¦sar Luis Menotti.

El juego, de esta forma, se desarrollaba en apenas una franja de 40 metros, y el espect¨¢culo entr¨® en un ambiente de tedio s¨®lo interrumpido espor¨¢dicamente por los intentos de chilena de Hugo o por las genialidades de Hagi. El rumano fue quien m¨¢s empe?o puso en batir la meta del Pe?arol, aunque su excesivo individualismo priv¨® al equipo de transformar su m¨¢s clara oportunidad de gol de todo el partido.

En el segundo tiempo Toshack introdujo una serie de cambios que acabaron con la disciplina estrat¨¦gica ideada por ¨¦l mismo. Las l¨ªneas madridistas quedaron as¨ª reducidas a los que atacaban -Hugo, Paco Llorente y Hagi-, y los que defend¨ªan -Chendo, Spasick, Maqueda, Hierro y Gordillo-, con M¨ªchel y Milla tratando de conjugar ambas funciones.

El Madrid, aunque gan¨® en capacidad ofensiva te¨®rica, perdi¨® el concierto en el centro del campo, pero, una vez m¨¢s, consigui¨® remontar el partido con m¨¢s coraz¨®n que cerebro, con penalti incluido.