De Zeus a Keops

San Sebasti¨¢n no es una ciudad de la que el visitante se enamore en el acto. En verano tiene ese costado tur¨ªstico, masivo y con oferta de diversiones t¨®picas, que deja la impresi¨®n de estar en cualquier otro sitio. Por otra parte, es una ciudad agobiada en torno a La Concha y que en multitud no es otra cosa que agobiante. Los hosteleros no son gente especialmente amable, tampoco lo contrario, y los hospedajes, por estrellas que luzcan, tienen lo justo. Fuera de eso, comer en alguno de los hoteles buenos supone la misma decepci¨®n y a veces irritaci¨®n que en algunos chiringuitos tur¨ªsticos de otros lados de Espa?a.

La diferencia con otras ciudades es que, si el visitante consigue introducirse en los ambientes propios, hay m¨¢s posibilidades de hacer cosas. El front¨®n, las apuestas, los caballos, el juego, las sociedades gastron¨®micas, son ofertas con las que el extra?o se lo puede pasar francamente bien. Un partido de parejas de remonte es uno de los espect¨¢culos deportivos m¨¢s hermosos que pueden disfrutarse.

La noche de San Sebasti¨¢n es t¨®pica y no da para aventuras excesivas. Hay lugares que cierran a las cinco y a las siete de la ma?ana y donde el noct¨¢mbulo no tendr¨¢ que preocuparse del cierre. Las cafeter¨ªas y terrazas que bordean La Concha tambi¨¦n cierran tarde. El N¨¢utico o La Perla son dos lugares de moda en esa zona. Mucha gente joven y mucho estar a la que caiga.

A eso de las cuatro, se puede hacer una visita a Zeus, un pub muy solicitado, con una peque?a discoteca, cerca tambi¨¦n de La Concha, pero no sobre la playa.

De Zeus se va directamente a Keops, uno de los locales que cierra m¨¢s tarde y que es una discoteca con todas las de la ley pero sin m¨¢s. Est¨¢ situado detr¨¢s de Amara y se tiene la impresi¨®n de haber salido a un pueblo de cercan¨ªas. Gente bastante joven y aparentemente seleccionada.

Al amanecer, Donostia ofrece una buena variedad de bares para desayunar. En ellos se toma la ¨²ltima copa y el primer caf¨¦ del d¨ªa. A partir de las seis de la ma?ana. El desayuno en estos sitios es la instituci¨®n de los noct¨¢mbulos. "Primero vas a Zeus, luego a Keops y luego a los desayunos", dice un entendido.