Bush dice que no es "inminente" el inicio de hostilidades
Estados Unidos continu¨® ayer su despliegue militar en la zona del golfo P¨¦rsico y su presi¨®n diplom¨¢tica a escala mundial contra Irak, pero manifest¨® que no consideraba "inminente" el comienzo de las hostilidades, seg¨²n asegur¨® el presidente George Bush en una comunicaci¨®n al Congreso norteamericano. Bush anunci¨® a las dos C¨¢maras que "fuerzas adicionales de tierra, mar y aire" ser¨ªan enviadas a la zona "para facilitar una soluci¨®n pac¨ªfica de la crisis".
De acuerdo con lo previsto en la War Powers Act, la ley que desde el conflicto de Vietnam obliga a los presidentes norteamericanos a comunicar al Congreso cualquier acci¨®n militar que pueda derivar en guerra abierta, Bush justific¨® a los presidentes de las dos C¨¢maras su decisi¨®n de enviar fuerzas al Golfo, "ante las acciones de Irak, que constituyen una amenaza directa contra intereses vitales de Estados Unidos".Sin embargo, Bush, que inici¨® ayer unas vacaciones de 25 d¨ªas en su residencia de Kennebunkport, en la costa de Maine, dio a entender que las fuerzas norteamericanas no tomar¨ªan la iniciativa ni ser¨ªan las primeras en abrir fuego. En su carta al speaker (presidente) de la C¨¢mara de Representantes, Thomas Foley, y al presidente en funciones del Senado, senador Robert Byrd, Bush declar¨®: "No creo que la implicaci¨®n (de nuestras fuerzas) en las hostilidades sea inminente. Al contrario, este despliegue (militar) facilitar¨¢ una soluci¨®n pac¨ªfica de la crisis".
Sin embargo, Bush no descart¨® una acci¨®n armada por parte de Irak, y manifest¨® que, "si es necesario, nuestras fuerzas est¨¢n totalmente preparadas para defenderse". El presidente incluy¨® un elemento de incertidumbre en su comunicado al Congreso al afirmar que "no es posible predecir la duraci¨®n ni el alcance del despliegue actual", y no dej¨® ninguna duda sobre su determinaci¨®n para conseguir sus objetivos de forzar una retirada iraqu¨ª de Kuwait al anunciar que "nuestras Fuerzas Armadas permanecer¨¢n (en el Golfo) en tanto en cuanto su presencia sea necesaria para contribuir a la seguridad de la regi¨®n".
En una declaraci¨®n a bordo del avi¨®n presidencia?, Air Force One, camino de Maine, Bush se neg¨® a calificar la presencia de fuerzas navales en el Golfo de "bloqueo", pero advirti¨® a Irak que no intentara enviar sus barcos con petr¨®leo". El presidente norteamericano quit¨® importancia a la llamada a la guerra santa contra la presencia extranjera en el Golfo hecha por Sadam Husein, y dijo que era "una maniobra desesperada de quien se encuentra arrinconado por el resto del mundo".
Escudo del desierto
Entretanto, la Operaci¨®n Escudo del Desierto, nombre con que el Pent¨¢gono ha bautizado el despliegue militar norteamericano en el Golfo, continuaba ayer con el env¨ªo de m¨¢s unidades de tierra, mar y aire a la zona de conflicto. El Departamento de Defensa, que contin¨²a sin revelar el n¨²mero de tropas de tierra desplegadas o en camino hacia Arabia Saud¨ª, aunque fuentes del Pent¨¢gono calculan que antes de fin de mes los efectivos alcanzar¨¢n la cifra de 50.000 hombres, ha sido duramente criticado por los medios de comulcaci¨®n por no permitir el desplazamiento de periodistas a la zona.
El titular del departamento, Dick Cheney, se defendi¨® de estos ataques echando la culpa a las autoridades saud¨ªes, que son, dijo, soberanas en su territorio y no desean la presencia de informadores en el reino wahabita, donde ni siquiera se permite el estacionamiento permanente de representantes de las agencias internacionales.
Fuentes del Pent¨¢gono expresaron ayer su satisfacci¨®n por la marcha de la Operaci¨®n Escudo del Desierto y mostraron su alivio ante la ausencia de un ataque iraqu¨ª rel¨¢mpago contra sus posiciones, que hubiera sido demoledor para las avanzadillas de las tropas norteamericanas. Cada minuto que pasa, la posibilidad de un ataque sorpresa por parte de los iraqu¨ªes se hace m¨¢s dif¨ªcil ante el modern¨ªsimo arsenal de inteligencia a disposici¨®n de Estados Unidos, capaz de detectar el movimiento de un tanque e, incluso, descifrar las ¨®rdenes cursadas por los mandos militares de Bagdad.
Seg¨²n ha declarado John Pike, un especialista en sat¨¦lites de la Federaci¨®n de Cient¨ªficos Norteamericanos, "conocemos el posicionamiento de las tropas iraqu¨ªes tan bien como lo pueda conocer (el presidente) Sadam Husein". Estados Unidos tiene en estos momentos seis sat¨¦lites esp¨ªa KH-11 y KH-12 en ¨®rbita sobre la zona del Golfo, que cada hora env¨ªan fotograf¨ªas a estaciones de tierra situadas en Groenlandia y en el Pac¨ªfico, desde donde son retransmitidas al Centro Nacional de Interpretaci¨®n Fotogr¨¢fica de Washington.
La precisi¨®n de la informaci¨®n recogida por los sat¨¦lites esp¨ªa norteamericanos est¨¢ fuera de toda duda. Su fiabilidad permiti¨® a Bush calificar de "mentira" el anuncio de la retirada iraqu¨ª de Kuwait hecho el domingo por Bagdad y, por otra parte, fue determinante para convencer al rey Fahd de la realidad de un peligro contra su territorio.
En el frente diplom¨¢tico, Washington se encuentra satisfecho del respaldo obtenido en el mundo para su acci¨®n militar en el Golfo. Canad¨¢ y Australia, pa¨ªs cuyas tropas lucharon en Vietnam junto a las norteamericanas, anunciaron ayer el env¨ªo al Golfo de barcos de guerra para unirse al resto de las unidades internacionales que patrullan en la zona desde la invasi¨®n iraqu¨ª de Kuwait. El objetivo de esta armada parece claro: poner en vigor, si as¨ª lo pide el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, un bloqueo naval contra Irak que haga sentir al r¨¦gimen de Bagdad el peso de las sanc¨ªones economicas totales decretadas por la organizaci¨®n internacional. Sin embargo, lo que ayer no estaba claro en Washington era qui¨¦n coordinar¨ªa o, en palabras del secretario de Estado norteamericano, "qui¨¦n actuar¨ªa de guardia de tr¨¢fico" del movimiento de todos esos nav¨ªos. Pr¨¢cticamente, todos los pa¨ªses que han destacado unidades navales al Golfo han expresado su deseo de colocarse bajo e paraguas de las Naciones Unidas y no s¨®lo del de Washington, en cualquier acci¨®n contra Irak.
Una vez m¨¢s, la amenaza de un conflicto crea extra?as alianzas. Desde que se inici¨® la invasi¨®n de Kuwait, Estados Unidos se encuentra en contacto directo con dos de sus tradicionales enemigos, Siria e Ir¨¢n -pa¨ªses incluidos por el Departamento de Estado entre las naciones que apoyan el terrorismo internacional-, para solicitar su apoyo en el aislamiento mundial de Bagdad.
[El secretario de Estado norteamericano, Jarnes Baker, ha enviado a todos los pa¨ªses miembros de la CE un escrito avalando la entrada de Turqu¨ªa en este organismo, informa France Presse.
Por otro lado, Turqu¨ªa cerr¨® su frontera norte con Bulgaria al paso de camiones con destino a Irak y Kuwait, informa Reuter.]
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