Nombres propios

David Coverdale, la leyenda, y Steve Vai, el futuro inmediato, unidos en lo que s¨®lo pod¨ªa ser una gran banda de rock duro: Whitesnake. Esta simple teor¨ªa, palnteada a priori por los seguidores del g¨¦nero met¨¢lico, se cumpli¨® a la perfecci¨®n en lo que va a ser el ¨²nico concierto internacional del mes de agosto en Madrid. Los grupos espa?oles Manzano y Ni¨¢gara actuaron como teloneros.La organizaci¨®n fue un tanto desastrosa. Este recital, previsto en un principio para la plaza de toros de Las Ventas, se traslad¨® al rock¨®dromo de la Casa de Campo sin apenas reestructurar su producci¨®n: el sonido fue a todas luces insuficiente para un recinto al aire libre con capacidad para m¨¢s de 30.000 espectadores. El escenario result¨® peque?o, y el juego de luces utilizado no aport¨® nada nuevo. El espect¨¢culo visual result¨®, por tanto, mediocre.

Afortunadamente, el t¨¢ndem Coverdale-Vai funcion¨® a la perfecci¨®n. Son dos estrellas tremendamente inteligentes, capaces de dominar sus respectivos arrebatos personalistas en beneficio de un resultado global. Esto y un severo reparto de funciones en escena hace posible la feliz convivencia de guitarrista y cantante. El antiguo miembro de Deep Purple, David Coverdale, aporta madurez, saber estar y algunos detalles vocales brillantes, sobre todo baladas y temas a medio tiempo. Sus cuerdas vocales no est¨¢n para muchos trotes, pero su coraz¨®n a¨²n disfruta con el contacto con el p¨²blico. Steve Val es un rocky de lujo, capaz de pasar de la mediocridad al ¨¦xtasis en el tiempo que dura un solo de guitarra.

Lo mejor de este concierto lleg¨® cuando faltaban 15 minutos para la medianoche. Coverdale present¨® a Val con admiraci¨®n y le dej¨® solo. El guitarrista norteamericano huy¨® de la espectacularidad f¨¢cil y se sumergi¨® en un blues suave y cl¨¢sico que se fue poco a poco transformando en una sucesi¨®n de ritmos originales dif¨ªciIes de etiquetar. Breve y novedoso, t¨¦cnicamente impecable, Vai demostr¨® que es un guitarrista en periodo de formaci¨®n, capaz de asumir en breve el liderazgo de su propia banda. De momento, en el seno de Whitesnake, se curte en la carretera y trabaja junto a magn¨ªficos instrumentistas que, por si fuera poco, le surten de buenas canciones. Fool for loving you, el tema escrito por David Coverdale y el guitarrista Mike Moody en 1980 como homenaje a B. B. King, brill¨® con especial fuerza en una noche marcada por los nombres propios.