Tarde sin historia
GONZALO ARGOTE, La corrida llamada de los banderilleros tambi¨¦n sufri¨® importantes alteraciones. El encierro de Gavira anunciado fue sustituido, sin explicar las causas por una corrida de los herederos del marqu¨¦s de Ruchena. El Soro tambi¨¦n fue sustituido por el ronde?o Pepe Luis Mart¨ªn. En esta ocasi¨®n la empresa s¨ª explic¨® que hab¨ªa presentado parte facultativo. La empresa tampoco anuncia en la puerta principal el orden del sorteo, ni en la Meseta de Toriles, la ganader¨ªa a que pertenece el sobrero. Son aspectos de informaci¨®n al p¨²blico que cuesta poco trabajo cumplir y que, seguramente por desidia, no se hacen. ?Total, para qu¨¦ se van a tener atenciones con el p¨²blico, si es el ¨²ltimo mono de este negocio, aunque sea el que lo sostiene!
J¨®dar / Morenito de Maracay, Castillo, Mart¨ªn
Cinco toros de J¨®dar y Ruchena bien presentados y mansos, 52 sobrero de Ben¨ªtez Cubero. Morenito de Maracay: dos pinchazos, estocada, dos descabellos (silencio); tres pinchazos, med¨ªa, tres descabellos (silencio). Pedro Castillo: bajonazo (oreja); estocada (petici¨®n y vuelta). Pepe Luis Mart¨ªn: pinchazo, estocada que asoma, aviso, descabello (palmas); pinchazo, media, descabello (silencio). Plaza de la Malagueta, 13 de agosto. Tercera corrida de Feria. Media entrada.
La inclusi¨®n de Pepe Luis Mart¨ªn como sustituto de El Soro puede justificarse por m¨²ltiples motivos, salvo el de banderillero. Mart¨ªn no quiere ser banderillero y le ha perdido el sitio a este tercio. De ah¨ª que al 6? ya no quisiera parearlo, a la vista de lo que le ocurri¨® en el 3?, que tras tres intentos dej¨® una sola banderilla en el morrillo.
Tuvo el ronde?o mala suerte con su lote, pero de todas formas acuso, en las dos faenas, las pocas corridas que lleva este a?o toreadas. Su primero llevaba la cabeza arriba, y los intentos con la mano derecha resultaron bald¨ªos. No as¨ª, por el lado izquierdo, donde consigui¨® dos tandas de naturales de muy aceptable factura.
El sexto toro no era f¨¢cil, pues se rebrincaba y costaba trabajo estar en la cara. Mart¨ªn no acert¨® a dominarlo, por lo que anduvo un tanto a merced de su inc¨®modo enemigo.
Pedro Castillo estuvo bullidor toda la tarde, buscando el triunfo, y lo alcanz¨® en su 1?, al que recibi¨® con un farol de rodillas. El toro no era boyante, y e algecire?o lo empez¨® a muletear sentado en el estribo Hubo dos tandas de naturales largos y bien rematados. Con la derecha sobresali¨® m¨¢s el valor que el temple. Las manoletinas mirando al tendido, de gran impacto en la galer¨ªa, acabaron de caldear el ambiente.
El quinto, por la indecisi¨®n presidencial, se devolvi¨® por cojo una vez que se le hab¨ªan colocado un par de banderillas. El sobrero, de Ben¨ªtez Cubero, tiraba la cara arriba y Castillo le hizo una faena valentona y efectista, sin nada destacable, salvo la estocada que estaba en su sitio, en contraste con el bajonazo que le propin¨® a su 1?, pese a lo cual el p¨²blico pidi¨® mayoritariamente la oreja.
Con las banderillas estuvo m¨¢s acertado en el 52, que pare¨® ¨¦l solo, que en los tres primeros toros que comparti¨® con sus compa?eros.
Morenito de Maracay brill¨® exclusivamente con los garapullos. Los mejores pares a ¨¦l correspondieron, especialmente en dos que puso al quiebro, al hilo de las tablas, por dentro, como dicen que gustaba hacer Ignacio S¨¢nchez Mej¨ªas.
Con la muleta casi pas¨® desapercibida su labor, a lo que no fueron ajenas las condiciones de sus dos enemigos. Su primero, tras doblarse con ¨¦l innecesariamente, se qued¨® parado. El cuarto, adem¨¢s de mansear ten¨ªa peligro. Le buscaba la taleguilla al venezolano al tiempo que mug¨ªa estruendosamente. No hab¨ªa otra cosa que hacer que matarlo, lo que llev¨® a cabo premiosamente. En definitiva, un festejo que no pasar¨¢ a la historia.
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