Seguros, r¨¢pidos y confiados
Tropas occidentales y ¨¢rabes se concentran en las dunas de Dahran
En los galones de la tripulaci¨®n del Tercer Escuadr¨®n Aerotransportado de Estados Unidos, en Dahran, reza el lema "seguro, r¨¢pido, confiado". La iron¨ªa se perd¨ªa de cierta forma viendo a los impecables j¨®venes que observaban c¨®mo llegaba del cielo otro gigantesco Lockheed C-5B al suelo de Arabia Saud¨ª.
Cada 15 minutos llegaban los aeroplanos. Sus ruedas chirriaban bajo el peso de los helic¨®pteros de combate Cobra que portaban. Sus siniestras alas de 100 metros rug¨ªan seg¨²n descend¨ªan sobre el t¨®rrido suelo des¨¦rtico.Estados Unidos se prepara para la guerra en el Golfo, pero la tragedia a¨²n no ha abrazado a estos j¨®venes norteamericanos. Uno de ellos es una joven alta y preciosa con pelo rubio; su vestido, zarandeado por el aire, mostraba el lema arriba referido.
Junto a la pista de aterrizaje, las tropas saud¨ªes estaban equipadas -con sus negras m¨¢scaras antig¨¢s, reci¨¦n estrenadas, con sus peque?os oculares de Pers pex. Al otro extremo del aeropuerto de Dahran, las tropas egipcias descend¨ªan en fila de una nave comercial de Egyptayr, un Boeing 737.
Esto no preocupaba sobremanera al comandante Curt Morris, de las Fuerzas A¨¦reas estadounidenses. "Hemos estado en un hotel maj¨ªsimo", dijo, mientras dirig¨ªa a sus tropas hacia el autob¨²s. "Hemos comido esta noche buenas viandas ¨¢rabes. Y adem¨¢s estos ¨²ltimos d¨ªas est¨¢n siendo frescos". Sonri¨®. "En un par de d¨ªas estaremos de nuevo en mi pa¨ªs, en Mildenhall". El optimismo que emanaba era irreal, falto de base, ominoso, revocable, en cierta forma dif¨ªcil de definir.
Alrededor de los hangares hab¨ªa decenas de naves Cobra, con sus h¨¦lices atadas como grandes abanicos, acumulados como gigantescos nidos de insectos, negros como la noche, esperando la orden de transporte hacia el frente entre Arabia Saud¨ª e Irak.
Las Fuerzas A¨¦reas brit¨¢nicas (RAF) hab¨ªan estado llegando a Dahran durante toda la noche, desde su base chipriota de Akroiti. Los soldados saud¨ªes dec¨ªan que los brit¨¢nicos hab¨ªan tra¨ªdo bater¨ªas de misiles antia¨¦reos a Dahran durante las horas de oscuridad, y despu¨¦s las transportaron inmediatamente a la localidad fronteriza de Kafi, lo que, verdaderamente, significa que la RAF estar¨¢ en el frente cuando llegue la acci¨®n.
Los saud¨ªes
Los saud¨ªes parecen entender, al menos, la terrible iron¨ªa de estos acontecimientos hist¨®ricos de los que son testigos. "Am¨¦rica dice que vino a protegernos", declara un joven soldado saud¨ª.
Sabe la respuesta con la misma certeza con que defiende su optimismo el comandante Morris. S¨®lo hubo un momento en que la duda le pali¨® el optimismo. Fue cuando le pregunt¨¦ qu¨¦ pasar¨ªa cuando el desierto no est¨¦ tan fresco. "No lo s¨¦", dijo. "Pero estoy seguro de que no quiero pensar lo que puede pasar si nuestra gente tiene que ponerse sus m¨¢scaras antig¨¢s cuando se d¨¦ el calor de verdad".
Las fuerzas estadounidenses, brit¨¢nicas, egipcias y marroqu¨ªes est¨¢n siendo instaladas en campamentos improvisados en pleno desierto. La localidad de Kafi ha sido evacuada y convertida en un poblado militar. En Dahran, vuelos especiales evacuan, desde hace d¨ªas, a los ciudadanos occidentales. Un m¨¦dico irland¨¦s dice que el 10% de los occidentales abandonan el lugar, y que ser¨ªan m¨¢s si los saud¨ªes concedieran todos los visados de salida. Pocos dudan que Dahran ser¨ªa atacado si se desatara la guerra.
En torno a la base se han instalado grandes pantallas de misiles antia¨¦reos. Son cohetes pintados de color blanco y plata montados en lanzaderas sobre las dunas. Se da una especie de situaci¨®n irreal, como si la historia se moviera demasiado deprisa para ser entendida.
@ The Independent.
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