"Espa?a debe crear una Commonwealth ib¨¦rica"
Cubillo ha rejuvenecido 12 a?os desde que el pasado mes de julio la Audiencia Nacional condenara a 20 a?os de reclusi¨®n menor a Jos¨¦ Luis Espinosa, inductor del atentado que estuvo a punto de costarle la vida. La justicia espa?ola investiga ahora el aparato policial de la transici¨®n, porque presume que estuvo detr¨¢s del turbio asunto. El sant¨®n de los independentistas canarios se sabe protagonista de una historia de esp¨ªas espa?oles y alemanes que ¨¦l mismo ha reconstruido sin pudor en todo este tiempo. El Cubillo de ayer, aquel personaje que parec¨ªa irreal y que surgi¨® del exilio argelino a trav¨¦s de una emisora de radio, es el doble perfecto de un abogado que ejerce hoy en Santa Cruz de Tenerife, sin apenas tiempo para matar el gusanillo pol¨ªtico.Fue la pesadilla del ex ministro de Asuntos Exteriores Marcelino Oreja y el enemigo p¨²blico n¨²mero uno del Gobierno de Adolfo Su¨¢rez. S¨®lo los estudiantes de s¨¦ptimo de EGB ignoran, por razones de edad, que este guanche togado puso en jaque a la pol¨ªtica exterior de este pa¨ªs cuando cuestion¨® la espa?olidad de Canarias. Sus ideas no han cambiado, pero s¨ª su entorno. El d¨ªa que regres¨®, en agosto de 1985, hizo como Emile Zola: acus¨®. Hoy sigue recomponiendo el rompecabezas del atentado y hace a¨²n planes para realizar el viaje suspendido a Nueva York al Comit¨¦ de Descolonizaci¨®n de la ONU. Con todo, habla bien de la democracia y en particular de la justicia, que le ha hecho justicia. Este africanista empedernido admira el Renacimiento europeo y adora a Leonardo da Vinci. Los ¨²ltimos sucesos de Oriente Pr¨®ximo le tienen pegado a la radio de onda corta, su mayor vicio.
Pregunta. ?Qu¨¦ va a pasar en el mundo?
Respuesta. ?Imag¨ªnese! Sadam Husein es el Hitler de Oriente Medio. Cuando estuve en Bagdad en 1974 vi que era un r¨¦gimen policiaco y militarista. Estoy seguro que si lo dejan sigue con Arabia Saud¨ª. Es algo tremendo, una tragedia para todos. A no ser que a este hombre se le pare.
P. ?C¨®mo? ?Usted no pensar¨¢ en un atentado? (Capta con una sonrisa la aparente contradicci¨®n).
R. No, desde luego... No s¨¦ c¨®mo. Alguien debe adoptar las medidas necesarias. Se trata de un dictador peligroso. La Liga ?rabe no puede detenerlo.
?frica como africano
P. A usted le apasiona ?frica. ?Como europeo o como africano?
R. Como africano. He sido testigo de muchas revoluciones en ?frica y he viajado por todo el continente. Llegu¨¦ a Argelia al a?o siguiente de su independencia, con Ben Bella, y me qued¨¦ all¨ª 24 a?os. Hice, sobre todo, una gran amistad con Sek¨² Tur¨¦, de Guinea-Conakry. Un d¨ªa, en El Cairo, durante una conferencia de pa¨ªses no alineados, en 1964, le ped¨ª que colara en su discurso el problema de la independencia de Canarias. Y fue la primera vez que un presidente africano habl¨® del tema. El embajador espa?ol protest¨®. S¨ª, ?frica me apasiona y me apena. Es un error que no prevalezcan las democracias sino los partidos ¨²nicos. Est¨¢ ah¨ª todav¨ªa la guerra est¨¦ril del S¨¢hara. Nosotros, los canarios, tenemos la opci¨®n de confederarnos alg¨²n d¨ªa con los saharauis.
P. ?Qu¨¦ clase de confederaci¨®n?
R. Es una idea que lanc¨¦ en 1969 en un n¨²mero de la revista ?frica Sie. El gran territorio y los canarios tenemos un peque?o territorio y una gran poblaci¨®n. Nos une el mar, el banco pesquero, y hablamos la misma lengua.
P. Uno se pregunta qu¨¦ le puede interesar a un africanista extasiado como usted de esa otra empresa que es Europa en proceso de reconstrucci¨®n y unidad.
R. Es un fen¨®meno muy interesante. Pero yo recelo de esa Europa unida; se basa principalmente en el inter¨¦s de los mercaderes. Mi opini¨®n es que debe irse a una Europa de las etnias, de los pueblos. Y tengo la impresi¨®n de que, con la reunificaci¨®n alemana, van a entrar en escena esas nuevas generaciones, que son las que barrieron el muro de Berl¨ªn en 24 horas. Cambiar¨¢n aquel concepto y podr¨¢n dar nuevas perspectivas al proceso europeo. Es curioso que en el caso del Gran Magreb se ha elegido el camino contrario y est¨¢ condenado al fracaso. Se han basado en una falsa afinidad religiosa (el arabismo), porque no se quieren enterar que no son pa¨ªses ¨¢rabes sino bereberes. En ?frica la unidad debe comenzar, aqu¨ª s¨ª, por lo econ¨®mico.
P. No se evada as¨ª de Europa. ?Le entusiasma, acaso, algo de ella?
R. S¨ª, el hombre del Renacimiento, Leonardo da Vinci. Es el personaje clave que transforma la Europa moderna.
P. ?Qu¨¦ ha aportado Espa?a a Europa?
R. Muy poco. Los espa?oles no han tenido concepciones pol¨ªticas planetarias. Los ingleses, s¨ª. Cuando vieron que hab¨ªa que acabar con la esclavitud enviaron la flota brit¨¢nica al Atl¨¢ntico a combatir el tr¨¢fico de negros. Los espa?oles son los ¨²ltimos traficantes de esclavos del Atl¨¢ntico. Los ingleses recibieron a Gandhi, en vez de hacerle un atentado, como me ocurri¨® a m¨ª. Liberaron las colonias y crearon la Commonwealth. Espa?a est¨¢ todav¨ªa a tiempo de corregir los errores hist¨®ricos y vincular a sus antiguas colonias.
P. ?Est¨¢ pensando en una Commonwealth espa?ola?
R. Una Commonwealth ib¨¦rica, de acuerdo con Portugal. Es dif¨ªcil, pero posible. Y ¨¦se s¨ª es un cometido hist¨®rico de cara al 92.
P. Sus correligionarios independentistas van a pensar mal...
R. Sin ning¨²n motivo. Yo pongo sobre la mesa que Espa?a puede afrontar ese proyecto propio de las grandes ex potencias coloniales, y nadie debe arrugarse. Deber¨¢ antes independizar Canarias, preconizar la autodeterminaci¨®n del S¨¢hara, devolver Ceuta y Melilla a Marruecos y recuperar Gibraltar. A Espa?a le ha faltado tener una concepci¨®n intelectual del colonialismo.
P. Aparentemente, Europa se opone a Espa?a en ese tipo de apertura hacia ?frica y Am¨¦rica. El Mercado ?nico es excluyente para los no europeos...
R. Espa?a tiene que jug¨¢rsela y reivindicar un status especial frente a los requisitos del club. Si no, acabar¨¢ cediendo a las proclamas racistas de Le Pen.
P. Usted sali¨® de Canarias con Franco, en 1962, y regres¨® con Gonz¨¢lez. ?Qu¨¦ opina del cambio democr¨¢tico?
R. Tendr¨¦ que abstraerme de Canarias, porque seguimos igual, siendo colonia. El proceso es interesante. Puedo hablar y defender mis ideas por ahora.
P. ?Qu¨¦ ha sido del Movimiento para la Autodeterminaci¨®n y la Independencia de Canarias (MPAIAC)?
R. Sigue funcionando de cara al exterior.
P. ?La justicia le ha hecho justicia?
R. Me ha hecho justicia porque soy abogado y he tenido un buen abogado. Si no, es probable que hubiera quedado como un crimen impune. Pero no me llevo a enga?o. Lo que ha hecho la justicia espa?ola con mi caso es para quitarse el sombrero.
P. El Parlamento de Hannover (Baja Sajonia) investig¨® las conexiones de la polic¨ªa alemana en el atentado. ?Qu¨¦ espera?
R. Que ahora haga lo mismo el Parlamento espa?ol.
P. Los diputados espa?oles condenaron a la OUA por apoyarle ?recuerda?
R. S¨ª, menos uno, Xirinachs.
P. ?Cambi¨® su vida el atentado?
R. Me quit¨® velocidad; me dej¨® con muletas.
P. ?Vio la muerte de cerca?
R. La sent¨ª. No duele. No te enteras. Te ves que te vas. Pero no me apagu¨¦. A m¨ª me salv¨® un partido de f¨²tbol, porque no hab¨ªa tr¨¢fico y llegu¨¦ muy r¨¢pido al hospital, con un litro y medio de sangre. Me vi entrar en un pozo negro. Para adentro, para adentro... Estaba llegando abajo y tuve que hacer un esfuerzo para agarrarme. Es como si te fueras cayendo, das un salto y dices: me salv¨¦.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.