Mikel Erentxun

Mikel Erentxun, componente del grupo de rock donostiarra Duncan Dhu, debuta como actor en la pel¨ªcula El an¨®nimo. "No soy actor, soy m¨²sico. Delante de 10.000 personas me siento bien; delante de una c¨¢mara, no", dice sonriente este rockero de 25 a?os que -gracias a los dientes que se parti¨® cuando ten¨ªa siete a?os nunca me arreglar¨¦, porque son m¨ªos y porque me impedir¨ªan comer bocadillos a gusto"- Posee un rostro singular que puede dar juego ante la c¨¢mara.El productor del filme le ofreci¨® ser el protagonista, pero el cantante se sinti¨® incapaz de enfrentarse a ello e hicieron un nuevo personaje a su medida: "Interpreto a un ladr¨®n de poca monta, t¨ªmido y de mirada huidiza, un poco como soy yo, as¨ª que casi no he interpretado nada. Hasta su ropa es m¨ªa".

Erentxun es un devorador de cine y proclama su preferencia por el cine norteamericano, por pel¨ªculas como Rumble fish, de Coppola: "Veo cine de todo tipo, bueno y malo, no tengo un gusto definido, me encanta la cara disparatada de Nicholas Cage y lo macarra de Mickey Rourke, aunque mi actor favorito es Robert de Niro."

Pero nadie supera a su mito de adolescencia, Elvis Presley:

"Cuando empec¨¦ lo imitaba, y a los 13 a?os me pintaba las patillas con un corcho quemado para parecerme a ¨¦l". Adem¨¢s de su trabajo en Duncan Dhu, impulsa dos grupos nuevos: Frisco Jenny y Los Ojos de Carmen, y compone canciones para Miguel Bos¨¦. Ha participado en uno de los discos de la pel¨ªcula Dick Tracy y en la banda sonora de El an¨®nimo: "La m¨²sica es lo m¨¢s m¨ªo de la pel¨ªcula, m¨¢s que mi trabajo como actor", afirma Mikel, que tambi¨¦n tiene dos guiones de pel¨ªcula escritos. "Me gustar¨ªa hacer un cortometraje. Siempre necesito hacer cosas nuevas, probarlo todo".

Y mientras tanto, sue?a con su San Sebastian, ciudad que no cambia por nada en el mundo: "El Cant¨¢brico es una droga que no se puede dejar".

Su ¨¦xito como m¨²sico no ha conseguido hacerle abandonar la carrera de arquitectura, que no sabe muy bien cuando terminar¨¢. Un rom¨¢ntico sentimiento hacia la vida le hace aprender euskera por amor a su actual novia. Para que Mikel Erentxun vuelva a hacer cine tendr¨ªan que coincidir tres cosas: "Primero, que me llamen, que tenga tiempo y que el papel sea asequible para mi".