Georg Solti ofrece un homenaje a Marti Talvela en Salzburgo

En un festival de Salzburgo pasado por agua (tres d¨ªas lloviendo y un fr¨ªo preoto?al) Georg Solti obtuvo un ¨¦xito completo pero no clamoroso al frente de la Filarm¨®nica de Viena con la Novena sinfon¨ªa de Beethoven. El director dedic¨® esta versi¨®n a su amigo Marti Talvela, gran bajo finland¨¦s fallecido sorpresivamente hace unos meses mientras bailaba con su hija durante la boda de ¨¦sta. El alt¨ªsimo canto a la amistad y la fraternidad universal que es la obra, adquir¨ªa as¨ª significados m¨¢s concretos: un adi¨®s al amigo.A pesar de la jerarqu¨ªa de los protagonistas, y del seguro esfuerzo de Solti por estar a la altura del homenaje referido, los resultados fueron un tanto decepcionantes. Se parte de la base, por supuesto, de unos niveles de calidad musical sobreentendidos al hablarse de quien se habla: la obra estuvo bien construida, la orquesta tuvo momentos de gran belleza t¨ªmbrica, los cantantes eran buenos y el coro alcanz¨® los niveles esperados. Si los aplausos al final de la obra fueron c¨¢lidos pero no entusiastas, fue porque estos valiosos elementos no alcanzan por s¨ª solos para lograr con el p¨²blico esa profunda comunicaci¨®n, ese pathos emotivo que los grandes artistas saben conseguir: hace falta algo m¨¢s, una inspiraci¨®n que en este caso se mostr¨® fugaz y escurridiza.

En el primer movimiento, uno de los momentos musicales m¨¢s hondos y llenos de misterio que se hayan creado, la orquesta son¨® algo ¨¢spera y no totalmente ajustada, con leves pero claros desentendimientos en los metales. Sin embargo, todo cambi¨® de pronto en el tercer movimiento; la orquesta logr¨® un sonido empastado y bell¨ªsimo, por primera y ¨²nica vez en la noche, y Solti consigui¨® insuflar a todo el fragmento un alto vuelo l¨ªrico, un soplo po¨¦tico conmovedor.

Las voces

Los desajustes volvieron en el dram¨¢tico inicio del ¨²ltimo movimiento; pero el excelente rendimiento de las cuerdas y la calidad de los cantantes salvaron ampliamente la empresa. El bar¨ªtono Robert Hale tiene hermoso timbre y emisi¨®n generosa, aunque no pudo evitar que en ciertos fragmentos se echara de menos una voz m¨¢s grave. La soprano Inga Nielsen, la mezzo americana Florence Quivar y el tenor Vinson Cole conformaron, con Hale, un cuarteto de cantantes j¨®venes de alta profesionalidad, que son¨® siempre afinado y que cant¨® con seguridad. En definitiva, una Novena de buen nivel general, pero Sin apoteosis.El festival continu¨® anoche con una versi¨®n de Don Giovanni dirigida por Riecardo Muti, con Samuel Ramey, Edita Gruberova, Carol Vanes y Ferruccio Furlanetto en los papeles principales. El s¨¢bado sube a escena Fidelio, de Beethoven, dirigido por Horst Stein; el domingo, Capriccio, de Richard Strauss, tambi¨¦n con Horst Stein; el lunes, Cosi fan tulte, con Muti, y el martes Idometieo, de Mozart, dirigida por Seiji Ozawa.