"Los que est¨¢n en contra del salario social son gente de despacho"
Pregunta. ?Es ir c¨®modo ser la ¨²nica mujer en el Gobierno de Leguina?Respuesta. Estoy acostumbrada; siempre he sido la ¨²nica en todos los cargos pol¨ªticos, desde que empec¨¦ como sindicalista de UGT en Telef¨®nica.
P. ?Son machistas los pol¨ªticos?
R. Son un reflejo de la sociedad, y no van a dejar de ser machistas por ser pol¨ªticos.
P. ?Sus compa?eros tambi¨¦n?
R. Por supuesto. Los de mi grupo tienen m¨¢s delito a¨²n, porque encima teorizan y dicen que no lo son.
P. ?Es duro ser siempre la ¨²nica?
R. No demasiado, porque yo no entro en provocaciones. Parto de la base de que los compa?eros m¨ªos son como son, y no entro en la provocaci¨®n que ellos esperan. Voy a lo m¨ªo, a hacer el trabajo que hay que hacer, y me entiendo muy bien con mis companeros.
P. En su consejer¨ªa hay muy pocas mujeres con mando.
R. Claro, porque no elijo en funci¨®n del sexo.
P. En octubre entra en vigor el ingreso m¨ªnimo de integraci¨®n (?MI), o salario social. ?Cree que se podr¨¢n integrar en la sociedad las 20.000 familias pobres de Madrid?
R. Ser¨¢ muy dificil. Hay que modificar toda la estructura burocr¨¢tica, y eso no es tan f¨¢cil. Nosotros estamos preparando ahora a los trabajadores sociales y estamos rompi¨¦ndonos la cabeza para pensar qu¨¦ clase de actividades pueden servir para esta gente.
P. ?Est¨¢ preparado el aparato burocr¨¢tico de Madrid?
R. Bueno, yo me he puesto, algunas veces unos vaqueros sucios y he ido a los centros sociales municipales. Les he preguntado qu¨¦ hay que hacer para conseguir alg¨²n papel, y te encuentras all¨ª a la t¨ªpica se?ora con joyas en los brazos, totalmente ajena a los problemas sociales.
P. ?C¨®mo se introdujo en el mundo de la pol¨ªtica?
P. Cuando vine a Madrid. Yo soy de Valencia. Mi padre es militar y muy de derechas. Toda mi familia pertenece a una derecha dogm¨¢tica. All¨ª llevaba una vida muy burguesa, montaba a caballo. Me vine en los a?os setenta a Madrid y mont¨¦ una escuela en Carabanchel. Cotitact¨¦ con gente de extrema izquierda, y fue en 1972 cuando contact¨¦ con los socialistas.
P. ?De sopet¨®n?
R. S¨ª, por casualidad. Les dije que me quer¨ªa afiliar al partido, y me dijeron que antes ten¨ªa que hacerlo a UGT. Entonces dije: ?Eso qu¨¦ es? Ah¨ª empez¨® mi carrera sindical en Telef¨®nica.
P.?Siempre al lado de Joaqu¨ªn Leguina?
R. Bueno, una vez fui delante; en las listas electorales para el Congreso en 1979, cuando sal¨ª diputada.
P. ?Qu¨¦ ha aprendido en la pol¨ªtica?
R. A manejar la distancia, el tiempo, no caer en provocaciones e ir donde quieres ir.
P. ?Ha ido el PSOE donde quer¨ªa ir?
R. A m¨ª me preocupa mucho el lenguaje para enterados que utilizamos los pol¨ªticos. En la campa?a del 82 dec¨ªamos en los m¨ªtines que hab¨ªa que hablar de otra forma y ensenar otras cosas diferentes. Yo creo que eso no se ha conseguido. Se van reproduciendo las estructuras en las que hemos sido educados: Los que hacemos pol¨ªtica somos una muestra de lo que es el pa¨ªs.
Escuchar a la gente
P. ?Es muy dificil mantener la dignidad en aguas movedizas?
R. S¨ª, porque estamos en una sociedad en la que se justifica todo. Hay que darse cuenta de que uno est¨¢ viviendo muy por encima de la media del pa¨ªs. Yo, para no perder el sentido de la realidad, nunca hago visitas a los sitios avisando, me presento en las dependencias de mi consejer¨ªa por las buenas, y al que viene a mi despacho lo escucho.
P. ?Qu¨¦ escucha?
R. Lo dura que es la vida de los transexuales, por ejemplo. Las putas pueden trabajar, pero ellos, no. Escucho tambi¨¦n a mi lechero, que no sabe nada de pol¨ªtica, y es una gran ayuda.
P. ?Es consciente de que detr¨¢s del salario social tiene demasiados enemigos?
R. S¨ª, hay algunas personas que teorizan en contra del IMI, pero uno se fija y se da cuenta de que son gente que trabaja en despachos. Yo siempre les digo lo mismo que contestaba a la gente que se opon¨ªa al centro de putas: ?Les hab¨¦is preguntado a las putas? ?Les hab¨¦is preguntado allos pobres?
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