Antonio Mercero
Cumple el rito de hacer el 'Don Juan'
Se define a s¨ª mismo como "un peregrino del cine" que ha hecho de todo: reportajes para No-Do, documentales industriales, spots publicitarios, cine, televisi¨®n. Una larga carrera que Antonio Mercero asume por completo, con sus ¨¦xitos y fracasos. Ahora mismo, su mayor obsesi¨®n es el recibimiento que pueda tener su ¨²ltimo trabajo, Don Juan, mi querido fantasma, 'estrenada el pasado mi¨¦rcoles en Barcelona y el jueves en Madrid, y que se presentar¨¢ a concurso en el pr¨®ximo festival de Montreal. "Duermo mal y estoy muy tenso, porque la reacci¨®n del p¨²blico en los preestrenos ha sido muy positiva y esto te crea unc¨²mulo de ilusiones, y a lo mejor esto es excesivo".
Antonio Mercero naci¨® en Lasarte (Guip¨²zcoa) en 1936. En 1960 comenz¨® en Madrid su carrera cinematogr¨¢fica, diplom¨¢ndose en la Escuela Oficial con Trot¨ªn Troteras. Un largo camino, "muy duro al principio, con muchos sacrificios y osturidades". Reconoce que estuvo a punto de tirar la toalla y abandonar el cine, "pero, afortunadamente, luego ha habido ¨¦xitos y est¨ªmulos y alegr¨ªas profesionales".
Afirma no mantener unas relaciones masoquistas con sus obras. De vez en cuando lasvuelve a ver, "por recordar un actor o una escena que pienso que la desarroll¨¦ bien, o al contrario, si la hice mal buscar el porqu¨¦". Se reconoce muy vanidoso, y por ello guarda especial cari?o a las obras que tuvieron ¨¦xito. Sobre todo La cabina, porque supuso un trabajo novedoso "y realizado en libertad", y, por supuesto, Verano azul.
No cree que pueda realizarse de nuevo otra serie como aqu¨¦lla, pero est¨¢ plante¨¢ndose hacer un docudrama sobre la vida actual de los ni?os que protagonizaron aquellas aventuras. Se siente c¨®modo trabajando con j¨®venes actores no profesionales: "A los ni?os no hay que dirigirlos, hay que jugar con ellos, para que resulte espont¨¢neo y aut¨¦ntico. El problema de la adolescencia es que su adaptaci¨®n a la sociedad resulta muy dram¨¢tica porque no entienden el mundo de los mayores cuando todav¨ªa est¨¢n dejando de ser r¨²?os".
Cuando m¨¢s disfruta es viendo sus obras con la gente: "Meterme en las salas de cine con el p¨²blico dominguero, para ver sus reacciones, d¨®nde se r¨ªen y d¨®nde se emocionan, y darme cuenta de lo que funciona o no".
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