"Estoy dispuesto a volver a la guerra"
El dif¨ªcil regreso a casa de los miles de iraqu¨ªes prisioneros durante a?os en Ir¨¢n
"Estoy dispuesto a ir nuevamente la guerra", dice Shamer Mohamed Abdul¨¢, un agricultor iraqu¨ª de 45 a?os, vestido con la camisa tradicional, larga y blanca, y con una kuf¨ªa del mismo color sobre su cabeza. Habla en el confortable cuarto de estar de su casa en Shuardie, unos kil¨®metros al norte de Bagdad, despu¨¦s de casi ocho a?os de ausencia, durante los cu¨¢les permaneci¨® como prisionero de guerra en Ir¨¢n. Regres¨® a casa hace tres d¨ªas y ahora est¨¢ rodeado de su numerosa familia. Sus nueve hijos tuvieron dificultades para reconocerlo. Dos de los mayores, ahora ausentes, sirven en el Ej¨¦rcito Popular iraqu¨ª.
"Todos queremos luchar para defender a nuestro pa¨ªs", asegura Shamer. No est¨¢ dispuesto a relatar las condiciones en que vivi¨® como prisionero de guerra en Ir¨¢n, pero dice que est¨¢ preparado para "olvidar la mayor¨ªa de las cosas" que los iran¨ªes le hicieron.Al preguntarle si no ve¨ªa ahora la guerra y los sufrimientos por los que pas¨® como algo in¨²til, dice: "Hubo una decisi¨®n del Gobierno que tenemos que aceptar". V¨ªctima del aislamiento internacional despu¨¦s de la invasi¨®n a Kuwait, el presidente de Irak, Sadam Husein, en una pol¨ªtica completamente inversa a la del pasado, ha ofrecido la paz a Ir¨¢n y a su presidente, el "querido hermano" Al¨ª Akbar Hachemi Rafsanyani.
Desde 1980 hubo guerra entre ambos pa¨ªses, que comparten una conflictiva frontera. Tan s¨®lo en agosto de 1988 callaron las armas con un alto el fuego que supervisaron cascos azules de la ONU. Sin embargo, decenas de miles de prisioneros de guerra quedaron atr¨¢s, cautivos, en los dos pa¨ªses.
En los ¨²ltimos d¨ªas, prisioneros de guerra iraqu¨ªes, tras ser registrados en la Cruz Roja Internacional, pudieron finalmente regresar a su pa¨ªs. Largas columnas de autobuses han llegado en los ¨²ltimos d¨ªas desde territorio iran¨ª hasta la ciudad de Mosul, en el norte de Irak, mientras esposas, padres y hermanos les esperaban. `Yo estaba embarazada cuando mi marido fue hecho prisionero. Nuestro hijo, Mauloud tiene ahora nueve a?os", dijo una mujer sollozando a un periodista local.
" Mi hijo ha estado fuera nueve a?os. Pens¨¦ que morir¨ªa antes de que mis ojos pudieran verle nuevamente", dice una mujer, que comenta adem¨¢s que tendr¨¢ que preocuparse ahora de buscarle una novia.
Cuando los autobuses llegaron, la multitud ansiosa empuj¨® hacia adelante cercando los veh¨ªculos, y en un gesto tradicional de bienvenida lanzaron sobre los reci¨¦n llegados semillas de trigo, dulces, cebada. Los hombres, vestidos con harapos, se arrodillaban besando el suelo, y se arrojaban pu?ados de tierra sobre las cabezas.
Desencanto
Algunos prisioneros de guerra sufrieron un desencanto al no ser recibidos por sus familiares. Ellos enviaron cartas a trav¨¦s de la Cruz Roja que al parecer nunca llegaron, y as¨ª formaban parte de la lista. de los desaparecidos.Mientras, las autoridades iraqu¨ªes han pedido a la Cruz Roja Internacional que registrara a todos los prisioneros de guerra que no estaban en las listas de los ¨²ltimos a?os: como otra triste especialidad en la guerra del Golfo, ambos pa¨ªses ten¨ªan miles de prisioneros en campos que estaban completamente cerrados al exterior.
Ir¨¢n ya ha declarado que no est¨¢ dispuesto a ayudar a Estados Unidos en la crisis actual. Si los antiguos enemigos pueden encontrar un entendimiento a¨²n m¨¢s estrecho, podr¨ªa significar la apertura de una gran brecha en el bloqueo internacional, que amenaza con estrangular la econom¨ªa iraqu¨ª.
El peligro no est¨¢ en un d¨¦ficit de productos alimenticios, de los que hay almacenados grandes cantidades, adem¨¢s de que los alimentos no est¨¢n incluidos en las reglas del embargo. Sin embargo, el punto d¨¦bil iraqu¨ª esta en el mantenimiento de maquinaria e instalaciones. Si en el pa¨ªs comienzan a escasear los repuestos para sus centrales de energ¨ªa, por ejemplo, pronto no habr¨¢ electricidad e incluso el suministro de agua potable se ver¨ªa afectada, afirma un hombre de negocios de Europa Occidental que a¨²n es retenido como reh¨¦n en Bagdad.
Representantes de pa¨ªses europeos del Este, especialmente rumanos, que dependen fuertemente del petr¨®leo y contratos con Irak, esperan que Ir¨¢n ofrezca ahora una salida para su comercio.
Unidad isl¨¢mica
El presidente iraqu¨ª, Sadam Husein, jefe del partido ¨¢rabe socialista Bazz, ha intensificado recientemente su llamamiento a la "unidad isl¨¢mica" en contra de los "intrusos occidentales". Y compar¨® la presencia norteamericana en los lugares santos del islam en Arabia Saud¨ª con lo que supondr¨ªa una invasi¨®n militar en el Vaticano.El peri¨®dico Baghdad Observer, que se publica en ingl¨¦s, horroriza a sus lectores musulmanes informando que el Ej¨¦rcito norteamericano ha llevado rabinos a Arabia Saud¨ª para pronunciar "sermones religiosos jud¨ªos en la tierra de la santidad musulmana". Y la agencia de noticias iraqu¨ª INA informa desde Nueva York de que Sabah al Ahmed al Sabah, el ministro d¨¦ Relaciones Exteriores del anexionado Kuwait, ha contra¨ªdo s¨ªfilis. "Esta enfermedad afecta a aquellos que frecuentan burdeles", explica la agencia.
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