El Atl¨¦tico venci¨® al Real Madrid en el primer 'derby'

Fue un encuentro de nombres propios. El primer derby Real-Atl¨¦tico en versi¨®n baloncesto result¨® un partido con muchos protagonistas, tanto dentro de la cancha como del palco, donde un ufano Jes¨²s Gil observaba complacido c¨®mo su equipo de gladiadores, conducido por Luyck, consegu¨ªa un claro triunfo sobre su odiado enemigo. Como era previsible en caso de victoria rojiblanca, su particular presidente aportaba datos de indudable conocimiento t¨¦cnico: "Esto no es una cuesti¨®n de peso, pues si hubiese querido podr¨ªa haber tra¨ªdo del Congo un jugador de 300 kilos". El objetivo de tal an¨¢lisis era el segundo protagonista estelar de la noche, de nombre Stanley Roberts. Contrariamente a lo que presupon¨ªa su aspecto f¨ªsico, mostr¨® detalles muy interesantes que auspician un optimista futuro. Se mueve bien por la zona, su juego de pies es r¨¢pido y preciso y la agresividad ya anunciada s¨®lo tard¨® dos minutos en hacer su aparici¨®n, enganch¨¢ndose con un pendenciero Walter Berry. Sobrado de bastantes kilos, su actual condici¨®n flisica est¨¢ muy lejos de ser la id¨®nea, pero los pocos minutos que estuvo en cancha dej¨® buenos apuntes de su calidad.

El partido transcurri¨® por los cauces m¨¢s o menos previstos, con un Cargol muy acertado y un voluntarioso Jones dando la r¨¦plica. Herrera dominaba los rebotes -14- aprovechando la temprana baja de Antonio Mart¨ªn. Cuando parec¨ªa que el encuentro se decidir¨ªa por un estrecho margen apareci¨® otro protagonista, ¨¦ste inesperado. Carlos Gil, el base rojiblanco, machac¨® las esperanzas madridistas con dos triples consecutivos que auparon a sus compa?eros de la misma manera que descontrolaron definitivamente a un mermado Real Madrid. Diecis¨¦is puntos de diferencia. Jes¨²s Gil se march¨® como hab¨ªa llegado, en olor a multitud.