Confirmada definitivamente la extradici¨®n del 'ultra' Emilio Hell¨ªn
La Corte Suprema de Justicia de Paraguay ha confirmado definitivamente la extradici¨®n a Espa?a del ultraderechista Emilio Hell¨ªn Moro, autor material del asesinato de la joven Yolanda Gonz¨¢lez, militante del Partido Socialista de los Trabajadores, en 1980, informa Efe.La justicia paraguaya accedi¨® por primera vez en octubre de 1989 a la extradici¨®n de Hell¨ªn, al desestimar los argumentos de ¨¦ste de que en Espa?a hab¨ªa sido perseguido por delitos pol¨ªticos y que hab¨ªa sido juzgado por un tribunal de excepci¨®n, en referencia a la Audiencia Nacional.
Los abogados del ultraderechista recurrieron a la C¨¢mara de Apelaciones de lo Criminal de Paraguay, que en marzo de este a?o ratific¨® la primera sentencia.
Hell¨ªn intent¨® evitar por todos los medios su entrega a las autoridades espa?olas y present¨® un nuevo recurso abundando en el argumento de la naturaleza pol¨ªtica de los delitos, que tambi¨¦n ha sido rechazado.
La sentencia especifica que las extradiciones no tienen car¨¢cter de juicio criminal y que el , tribunal. no puede pronunciarse sobre la inocencia o culpabilidad del acusado, sino sobre si la demanda se ajusta a la ley. La Corte Suprema ha ratificado que los delitos por los que fue condenado Hell¨ªn no tienen car¨¢cter pol¨ªtico.
Condena pendiente
Con esta sentencia finaliza el proceso en Paraguay y se proceder¨¢ a la entrega de Hell¨ªn, quien a su regreso a Espa?a ingresar¨¢ directamente en una prisi¨®n para cumplir la condena pendiente. El delincuente tendr¨¢ que se juzgado tambi¨¦n por delito de quebrantamiento de condena.Emilio Hell¨ªn fue condenado a 43 a?os de c¨¢rcel por su intervenci¨®n en el asesinato de Yolanda Gonz¨¢lez. En febrero de 1987 huy¨® de Espa?a, aprovechando la concesi¨®n de un permiso penitenciario de seis d¨ªas otorgado por el juez de vigilancia de Valladolid Jos¨¦ Donato Andr¨¦s Sanz. Hell¨ªn hab¨ªa protagonizado anteriormente un intento de fuga de la c¨¢rcel de Alcal¨¢ de Henares, en el que result¨® herido. A pesar de esos antecedentes y de la oposici¨®n de las autoridades penitenciarias y del fiscal a la concesi¨®n del permiso, el juez se mantuvo firme y el permiso y la fuga, se produjeron.
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