Minero, 26 a?os
EL CUERPO de Antonio Su¨¢rez Mella, ayudante minero de 26 a?os, el tercero de los tres trabajadores atrapados el pasado jueves por un desprendimiento en el pozo Polio, de la empresa Hunosa, fue encontrado sin vida la madrugada del lunes. Con los siniestros mineros ocurre como con los accidentes de tr¨¢fico: la opini¨®n p¨²blica s¨®lo se conmueve cuando un suceso produce simult¨¢neamente un gran n¨²mero de v¨ªctimas, como hace unos d¨ªas en Yugoslavia, pero apenas registra el goteo regular de noticias que dan cuenta de una nueva v¨ªctima a a?adir a la estad¨ªstica. Y, sin embargo, un millar de mineros han perdido la vida en Espa?a en los ¨²ltimos 10 a?os. Es seguro que si todas esas v¨ªctimas se hubieran producido en un.mismo d¨ªa, la opini¨®n p¨²blica se habr¨ªa manifestado con indignaci¨®n pidiendo medidas dr¨¢sticas, m¨¢s seguridad, la urgente intervenci¨®n de las autoridades.Seg¨²n un estudio de UGT, el ¨ªndice de siniestralidad de la miner¨ªa espa?ola supera en un 120% a la media de los pa¨ªses de la Comunidad Europea (y es cuatro veces mayor que en el Reino Unido, por ejemplo). Es cierto que las especiales condiciones geol¨®gicas de la cuenca asturiana favorecen esa siniestralidad, en particular por derrabe del carb¨®n. Pero ello habr¨ªa de traducirse en unas m¨¢s severas medidas preventivas, cuando lo cierto es que la inversi¨®n en seguridad sigue estando en Espa?a muy por debajo de las de otros pa¨ªses: en 1987, la quinta parte que en el conjunto de Europa.
Con todo, algunos accidentes t¨ªpicamente mineros, como las explosiones de gas gris¨² y los desprendimientos en derrabe, son ahora menos frecuentes que hace 15 o 20 a?os merced a las medidas de seguridad adoptadas. Hunosa -que da empleo a 19.000 de los 27.000 trabajadores del sector en Asturias- destin¨® el pasado a?o 2.500 millones de pesetas a medidas de seguridad y prevenci¨®n, incluyendo programas de formaci¨®n profesional de los j¨®venes mineros. Pero la experiencia indica que ello no basta. Entre otras cosas, porque la mecanizaci¨®n de los sistemas de trabajo ha dado ocasi¨®n a accidentes de nuevo tipo, como el incendio, el pasado mes de diciembre, de una cinta transportadora en el pozo Mosquitera, con el balance de cuatro trabajadores muertos. En total, 26 mineros perdieron la vida en el Principado a lo largo de 1989, elevando as¨ª un ¨ªndice de siniestralidad que hab¨ªa venido descendiendo desde 1985.
A su vez, lo que ocurre en las minas es un reflejo de la situaci¨®n en la mayor¨ªa de los sectores productivos. Espa?a sigue siendo, seg¨²n datos aportados en marzo pasado por CC OO, el pa¨ªs del Occidente industrializado con mayor porcentaje de accidentes laborales: el 13% de los asalariados, el doble que en 1983, sufrieron a lo largo de 1989 alg¨²n accidente en el trabajo. El n¨²mero de muertos por tales accidentes se elev¨® ese a?o a 1.981, lo que supuso un incremento del 14% respecto a 1988. En el ¨²ltimo cuarto de siglo, un total de 60.000 trabajadores perdieron la vida en accidentes laborales en Espa?a, y cientos de miles m¨¢s quedaron inv¨¢lidos. Cifras demasiado escandalosas como para tomarlas a beneficio de inventario.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.