El s¨¦ptimo descanso
Los a?os sab¨¢ticos son muy poco frecuentes en las empresas espa?olas
Peter Bruce, corresponsal del diario brit¨¢nico Financial Times en Espa?a, aprovechar¨¢ las siete semanas de vacaciones pagadas despu¨¦s de cinco a?os de trabajo establecidas en su peri¨®dico para volver en Navidad a Sur¨¢frica, su pa¨ªs natal, tras 12 a?os de ausencia. Por el contrario, Luis Meyer, director regional de ventas de Apple Computer, deshoja actualmente la margarita sobre qu¨¦ destino dar al mes de descanso extra que tambi¨¦n cada cinco a?os proporciona su firma a los empleados. En Espa?a son muy pocas las empresas que tienen regulado algo parecido al a?o sab¨¢tico acad¨¦mico.
"Fue una reivindicaci¨®n sindical all¨¢ por los a?os setenta, que ser¨ªa imposible en la Inglaterra de hoy", dice Peter Bruce que se dedic¨® a viajar por Estados Unidos la primera vez que disfrut¨® de este permiso. "No hay que justificar nada aunque es m¨¢s pol¨ªtico decirle a la direcci¨®n del diario que vas a hacer algo constructivo. Mucha gente aprovecha estas vacaciones, en las que recibes el salario ¨ªntegramente, para escribir un libro y otros para tomar el sol. La vuelta al trabajo es dura pero a las pocas semanas te adaptas de nuevo", a?ade.En Estados Unidos existe el a?o sab¨¢tico como una tradici¨®n acad¨¦mica m¨¢s. El historiador Nicol¨¢s S¨¢nchez Albornoz, profesor de la New York University, cuenta que su universidad permite "optar entre un a?o sab¨¢tico al cabo de seis de trabajo, percibiendo tres cuartas partes del sueldo, o un semestre cada tres a?os". ?l se ha inclinado por esta ¨²ltima posibilidad en las cuatro ocasiones en que ha disfrutado de estos permisos a lo largo de su carrera. "No se trata de un a?o de vacaciones. Requiere presentar un proyecto de investigaci¨®n o solicitar tiempo para escribir un libro. Es una tradici¨®n que se toma muy en serio y si no se tiene un prop¨®sito concreto relacionado con tu disciplina no se pide". S¨¢nchez Albornoz, que pas¨® su ¨²ltimo sab¨¢tico trabajando en el Woodrow Wilson Centre de Washington (EE UU), afirma que "no hay miedo de que la gente se pase a la competencia porque durante este tiempo est¨¢ prohibido dar clases en otra universidad" y compara el regreso al trabajo con "la vuelta al colegio en septiembre".
Vacaciones extras
Una de las pocas empresas que utiliza en Espa?a las vacaciones como incentivo es Apple Computers. Su director de Recursos Humanos, Ignacio Niharra, explica que "no hay que justificar nada para disfrutar de las cuatro semanas de vacaciones extras despu¨¦s de cinco a?os de trabajo" y que su objetivo es que "los empleados carguen bater¨ªas y vuelvan a su puestos con nuevas perspectivas". "Estos permisos tienen otra ventaja", insiste Niharra, "que consiste en que los empleados que cubren estas vacantes reciben un entrenamiento espec¨ªfico para adaptarse a su nuevo puesto y, adem¨¢s, sirve como una especie de test de su capacidad".Como esta firma s¨®lo lleva cinco a?os instalada en Espa?a, ser¨¢ en 1991 la primera vez que se lleve a cabo la experiencia. Uno de los seis empleados que tiene derecho a este permiso es Luis Meyer, que duda "entre irse en febrero a aprender a esquiar o esperar hasta mayo para jugar al golf". Meyer, que es soltero, asegura: "No existe la menor preocupaci¨®n de que te muevan la silla ni de que te pases a la competencia, porque eso lo puedes hacer durante todo el a?o".
Pero ni el n¨²mero de d¨ªas de vacaciones al a?o es igual en todos los pa¨ªses ni los incentivos o derechos profesionales establecidos por las empresas son los mismos. As¨ª por ejemplo, Josto Maffeo, presidente del C¨ªrculo de Corresponsales Extranjeros en Espa?a, comenta que "la legislaci¨®n de prensa en Italia, una de las m¨¢s favorables del mundo para los periodistas, no contempla la f¨®rmula de la excedencia" y multinacionales como MacDonalds, que en el Reino Unido concede dos meses de descanso cada 10 a?os de trabajo, se acoge en Espa?a en este terreno a la legislaci¨®n vigente. Acostumbrados a la excedencias laborales, las becas de estudios y las estancias profesionales en otros pa¨ªses, de momento, la posibilidad del a?o sab¨¢tico en Espa?a sigue siendo una aspiraci¨®n.
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