Prosigue la pugna entre europeos y estadounidenses en torno al dominio del mercado del cine de la CE
El anuncio de la creaci¨®n en Europa de una empresa multinacional de producci¨®n y distribuci¨®n de filmes de gran volumen; la presencia fugaz de Jack Valenti, jefe de la Motion Pictures of America Association (MPAA), que agrupa a las majors de Hollywood, y los ecos del vaticinio de Jack Lang, ministro de Cultura franc¨¦s, de que el dominio del cine de EE UU en la CE puede cambiar de signo vuelven a traer a primer t¨¦rmino la llamada guerra audiovisual, que, como la del Golfo, todav¨ªa no ha sobrepasado las fintas diplom¨¢ticas. Mientras, el buen cine volvi¨® al Lido con Rosencrantz y Guildestern, de Tom Stoppard.
El anuncio, ayer en Venecia, de la creaci¨®n de Eurotrustees, primera multinacional comunitaria de producci¨®n y distribuci¨®n de pel¨ªculas, ha alarmado por fuerza en la MPAA, porque su ejemplo, a tenor de las propuestas del ministro italiano del Espect¨¢culo, Carlo Tognoli, en los proleg¨®menos de esta Mostra, de crear un Mercado Com¨²n del Cine, puede cundir y esto significa pasar de las palabras a los hechos, cruzar el Rubic¨®n de la batalla del audiovisual, operaci¨®n en la que la industria norteamericana no tiene nada que ganar (pues en la situaci¨®n actual lo tiene todo ganado) y s¨ª mucho que perder.Eurotrustees, seg¨²n informaciones aparecidas d¨ªas atr¨¢s en la Prensa italiana, agrupa a los siguientes productores y distribuidores de filmes: el alem¨¢n Herbert Kloiber, el espa?ol Andr¨¦s Vicente G¨®mez, ¨¦l franc¨¦s Jean Labadie y el italiano Angelo Rizzoli. Esta empresa, con pretensiones de una aut¨¦ntica major comunitaria a causa de su potencial capacidad operativa y financiera, parte de la credibilidad que le dan los avales de dos grandes entidades bancarias de negocios y todos los organismos de promoci¨®n cultural de la CE.
Por ello podr¨ªa convertirse, si se lleva a cabo, en la pionera de una serie de iniciativas de esta especie, lo que ser¨ªa una aut¨¦ntica amenaza contra el cotidiano paseo militar de Hollywood en los mercados europeos actuales. Seg¨²n las mismas fuentes, una de esas entidades bancarias es la poderosa Pierson Heldring and Heldring. La otra no se especifica.
Esta noticia, a?adida a las filtraciones de una propuesta formal para crear inmediatamente una legislaci¨®n comunitaria convergente en esta materia, han provocado una fuerte e inesperada respuesta a bote pronto de Jack Valenti, quien afirm¨® en el diario La Reppublica la frontal oposici¨®n de la MPAA a "la pol¨ªtica proteccionista comunitaria". Para hacer buenas pel¨ªculas, afirma el magnate hoollywodense, no hacen falta leyes. "Nosotros no tenemos leyes gubernamentales proteccionista si y pensamos que estas leyes limitan la libertad y la creatividad del p¨²blico".
Am¨¦rica impenetrable
Lo que Valenti no dice es que, aunque ciertamente en Estados Unidos no hay leyes gubernamentales o federales proteccionistas, en cambio existe un infranqueable mecanismo de autoproteccionismo gremial, sindical y de facto, que impide cualquier penetraci¨®n del cine extranjero en los circuitos de las grandes audiencias norteamericanas. Y, en este sentido, afirma Jack Lang, tambi¨¦n en declaraciones a La Reppublica, que "mientras las distribuidoras norteamericanas copan el 60% de los taquillajes europeos, tan s¨®lo un 5% del cine que se ve en Estados Unidos es europeo, cuando el volumen de producci¨®n es similar al uno y otro lado del Atl¨¢ntico".
En Europa, y este es un aspecto clave analizado en el Venecia, no s¨®lo vemos las buenas pel¨ªculas norteamericanas, cuyo derecho a ser vistas no se discute, sino todos los rellenos de producci¨®n, incluidas las pel¨ªculas de regular, mala e incluso p¨¦sima calidad. Y esto a causa de una situaci¨®n de dominio de facto, por control directo a los entresijos del mercado, cosa que al cine europeo le est¨¢ vedado igualmente de facto en Estados Unidos, lo que anula la hipot¨¦tica situaci¨®n de igual a igual y desequilibra la relaci¨®n entre ofertas y demandas.
De ah¨ª que Jack Lang, Carlo Tognoli y los restantes responsables comunitarios del mercado del cine se nieguen a llamar "pol¨ªtica proteccionista" a lo que, en las mismas aludidas conversaciones de Venecia, ellos consideran una "pol¨ªtica de leg¨ªtima defensa".
La posible, la pr¨®xima existencia de una major europea (que ha tocado un punto donde le duele a la MPAA al afirmar que asumir¨¢ la distribuci¨®n en la CE de los filmes independientes norteamericanos) y su posible ejemplaridad para la fundaci¨®n de otras nuevas entidades similares inquieta seriamente a Valenti. Con la creaci¨®n, de Eurotrustees, la fase diplom¨¢tica de la batalla del audiosivual dar¨ªa paso a una fase m¨¢s beligerante, en la que los europeos comenzar¨ªan a emplear las mismas armas que los estadounidenses. Los pr¨®ximos a?os, quiz¨¢s los pr¨®ximos meses, tienen la palabra.
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