Cine de medio pelo

Predomina en Venecia una especie de cine de medio pelo, ni malo ni bueno, con un curioso aire de uniformidad no programada, lo que le hace aun m¨¢s decepcionante. La pel¨ªcula francesa Al diablo la muerte, la alemana Jugadores, y la polaca Adi¨®s al oto?o nada nuevo aportan. Sin ser malas pel¨ªculas, parecen ya vistas, carecen de sentido de la sorpresa, de ese m¨ªnimo de originalidad que debe tener una obra en concurso en un festival caracterizado por su b¨²squeda de los singular y lo innovador. Se ven bien y se olvidan con la misma facilidad. Despu¨¦s, ni un recuerdo, ni una sola huella en la memoria. Est¨¢ bien que existan, pero ser¨ªa igual si no existieran. Nada hay en ellas que las haga necesarias.Y, como ap¨¦ndice a este apresurado recuento, a?adir que la conjetura expuesta en la cr¨®nica de ayer, dedicada en parte a la creaci¨®n de la primera major europea, ha dejado de ser tal conjetura. Los productores y entidades bancarias que la conforman, entre quienes est¨¢ el espa?ol Andr¨¦s Vicente G¨®mez, llegaron ayer a un acuerdo y dicha empresa de producci¨®n y distribuci¨®n, llamada Eurotrustees, ya es una realidad. Como es un hecho que, siendo la primera, no ser¨¢ la ¨²ltima: otros importantes grupos de producci¨®n y distribuci¨®n de varios pa¨ªses de la CE se encuentran ya en conversaciones para llegar a un proceso de uni¨®n o coordinaci¨®n. Nuevas "major" europeas no se har¨¢n esperar, por todos los indicios, mucho tiempo. Es el signo de los tiempos, la respuesta a la llamada a la creaci¨®n inmediata de un Mercado Com¨²n del Cine.