Baker intenta ganarse la colaboraci¨®n de Siria
El secretario de Estado norteamericano, James Baker, se entrevista hoy en Damasco con Hafez el Asad, presidente de un pa¨ªs considerado por Washington como uno de los patrocinadores del terrorismo internacional. Estados Unidos parece haber adoptado el viejo principio de que el enemigo de tu enemigo es tu amigo. Durante una d¨¦cada, Washington apoy¨® a Sadam Husein contra Jomeini; ahora se une a Asad para derribar a Sadam.
Siria e Irak est¨¢n dirigidos en teor¨ªa por ramas del mismo partido, el Baaz, que predica una doctrina panarabista laica y socializante. En realidad, el general Hafez el Asad es el due?o indiscutible de Damasco, y Sadam Husein, el de Bagdad. El odio personal que separa a ambos hombres condiciona desde hace a?os las pol¨ªticas regionales de sus respectivos pa¨ªses.En el curso de la guerra entre Ir¨¢n e Irak, Asad apu?al¨® por la espalda a Sadam y se convirti¨® en el ¨²nico l¨ªder ¨¢rabe aliado con Teher¨¢n. El pasado a?o, cuando el general cristiano Michel Aoun intent¨® expulsar de L¨ªbano a los ocupantes sirios, Sadam le tendi¨® una generosa mano diplom¨¢tica y militar.
Aunque se gu¨ªe tan s¨®lo por los intereses de su r¨¦gimen militar, dominado por la secta de los alau¨ªes, y su no confesado proyecto de construir una gran Siria, Hafez el Asad es oficialmente un l¨ªder ¨¢rabe radical y un amigo de la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Ahora el astuto le¨®n de Damasco da a Estados Unidos todo un certificado de que el cerco a Sadam no es un asunto entre Occidente y el mundo ¨¢rabe.
El ¨²nico problema para Asad es que el pueblo sirio no comprenda su apoyo al gran protector de Israel frente a un ¨¢rabe. Pero el le¨®n de Damasco nunca ha dudado en aplastar militarmente la disidencia interna.
Dictadores
En su visita a Damasco, comenzada anoche, Baker deber¨¢ ser tan cauto como su interlocutor para evitar acusaciones de que Estados Unidos est¨¢ apoyando a un dictador ¨¢rabe para combatir a otro. Esta visita es la primera a Siria de un secretario de Estado norteamericano desde el atentado de diciembre de 1988 contra un avi¨®n de la compa?¨ªa Pan Am que volaba sobre la localidad escocesa de Lockerbie. Aquel acto terrorista mat¨® a 280 personas y fue atribuido por Washington al grupo terrorista palestino de Ahmed Jibril, apadrinado por Asad.
El ministro de Asuntos Exteriores sirio, Faruk al Chara, record¨® el mi¨¦rcoles en Roma que Damasco y Washington llevan varios a?os "dialogando". Faruk al Chara dijo que Baker y Asad no discutir¨¢n del problema palestino. [El secretario de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina, Yasir Arafat, se entrevist¨® ayer en Bagdad con el ministro de Exteriores iraqu¨ª, Tarek Aziz, informa France Presse.] Baker y el l¨ªder sirio se concentrar¨¢n en la crisis del Golfo y la situaci¨®n en L¨ªbano.
Considerando a Asad un "factor de estabilidad" en L¨ªbano y una de las llaves maestras para obtener la liberaci¨®n de los rehenes norteamericanos en Beirut, Washington apoya t¨¢citamente la ocupaci¨®n siria del pa¨ªs de los cedros. El general liban¨¦s Michel Aoun tiene todas las posibilidades de convertirse en el gran perdedor del matrimonio de intereses entre Estados Unidos y el le¨®n de Damasco.
Una divisi¨®n acorazada para el rey Fahd
Siria enviar¨¢ a Arabia Saud¨ª una divisi¨®n acorazada integrada por 10.000 soldados y 300 tanques. El presidente Hafez el Asad responde as¨ª favorablemente a la petici¨®n del rey Fahd de reforzar con una importante fuerza ¨¢rabe el dispositivo militar anti-iraqu¨ª liderado por Estados Unidos. En la actualidad, Siria tiene ya desplegados 3.000 hombres en Arabia Saud¨ª y 1.000 en los Emiratos ?rabes Unidos.Dado que Damasco no tiene medios a¨¦reos y navales suficientes para transportar fuera de su territorio toda una divisi¨®n acorazada, las nuevas tropas sirias tardar¨¢n un tiempo en llegar a su destino.
El pasado mi¨¦rcoles, Asad manifest¨® que los norteamericanos deber¨¢n dejar la regi¨®n del Golfo cuando haya terminado la actual crisis.
Asad hizo esa declaraci¨®n durante un desfile de 10.000 nuevos paracaidistas, entre ellos algunas mujeres, en las cercan¨ªas de Damasco.
El presidente sirio conden¨® la invasi¨®n iraqu¨ª de Kuwait y dijo: "El que el pez grande se coma al chico no pertenece a la tradici¨®n hist¨®rica ¨¢rabe". Asad afirm¨® que el gran problema del mundo ¨¢rabe no es hoy la presencia de tropas extranjeras en el Golfo, sino la anexi¨®n iraqu¨ª de Kuwait.
El repentino cambio de posiciones en Oriente Pr¨®ximo provocado por la ocupaci¨®n por tropas iraqu¨ªes del rico emirato de los Al Sabah ha llevado a Hafez el Asad, tan radical en sus declaraciones contra Israel como en su odio al l¨ªder iraqu¨ª, Sadam Husein, a alinearse en el mismo campo que Estados Unidos, el gran protector del Estado hebreo.
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