Un oso de cuatro estrellas
"Es mi oso preferido". La frase pertenece al general Colin Powell, jefe de la Junta de Jefes de Estado Mayor norteamericano, y fue pronunciada el pasado martes ante un comit¨¦ del Senado. El oso preferido de Powell no es otro que el general de cuatro estrellas H. Norman Schwarzkopf, comandante en jefe de todas las tropas estadounidenses desplegadas en Arabia Saud¨ª y responsable de la Operaci¨®n Escudo, del Desierto. Schwarzkopf, haya o no guerra, ya tiene un puesto en los anales de la historia militar norteamericana, en la que se le recordar¨¢ como El Oso del Desierto.Nacido para luchar, pero consciente de que la mejor batalla es la que se gana sin disparar ni un solo tiro", el general Schwarzkopf posee uno de los historiales m¨¢s impresionantes que se puedan encontrar en los archivos del Pent¨¢gono.
Mientras el presidente George Bush, el secretario de Defensa, Richard Cheney, y el propio Powell conf¨ªan plenamente en ¨¦l, Schwarzkopf se pasea a diario entre sus hombres vestido de campa?a, rodeado de guardaespaldas armados con M-16 y protegidos con chalecos antibala y repartiendo ¨¢nimos. "Hay que estar preparados, porque si nos pegan, tendremos que devolver el golpe; si los iraqu¨ªes son tan tontos como para atacar nuestras posiciones van a pagar un precio terrible por ello", explica a sus soldados, mientras comparte una botella de agua.
El general Schwarzkopf pertenece a una estirpe de militares legendarios formados en West Point, donde se le conoc¨ªa con el sobrenombre de Schwarzie. Schwarzkopf naci¨® en Trenton (Nueva Jersey) el 22 de agosto de 1934. Se gradu¨® en West Point en 1956 como segundo teniente de Infanter¨ªa, arma en la que lo ha sido todo.
Un h¨¦roe de Vietnam
Durante sus a?os de servicio ha mandado pelotones y unidades de alto nivel. Luch¨® en Vietnam, donde cay¨® herido y consigui¨® varias medallas, tres estrellas de bronce y dos corazones p¨²rpura. Se le consider¨® culpable de la muerte de varios soldados, pero las investigaciones posteriores le exoneraron por completo.
Su presencia en Vietnam se resume con sus tres destinos, primero como asesor militar del ej¨¦rcito survietnamita y posteriormente como comandante del Primer Batall¨®n y de las divisiones 6? y 23? de Infanter¨ªa. Despu¨¦s de perder la guerra de Vietnam -"no se premi¨® a personas que hicieron muchos m¨¢s m¨¦ritos que yo", ha declarado p¨²blicamente-, se hizo cargo de varias unidades de Infanter¨ªa, como la 127? Brigada Ligera de Alaska o la 9? Divisi¨®n de Infanter¨ªa de Fort Lewis. Es un especialista en desplazamiento de unidades mecanizadas, posee una gran intuici¨®n para conocer los pasos que va a dar el enemigo y es un hombre que, consciente del actual poder militar de las fuerzas a¨¦reas, est¨¢ convencido de que si hay guerra en el Golfo, el escenario ser¨¢ Kuwait y que el trabajo duro ser¨¢ para la infanter¨ªa.
Antes de viajar a Arabia Saud¨ª ocupaba el puesto de comandante en jefe del Comando Central, con sede en la base a¨¦rea de MacDill, en Florida. Schwarzkopf tiene un master en ingenier¨ªa de misiles teledirigidos por la Universidad del Sur de California, es un fan¨¢tico del f¨²tbol americano y le,encanta fumar puros. El general est¨¢ casado, tiene tres hijos, y reconoce que le sobran muchos kilos.
Desde su llegada a Arabia Saud¨ª ocupa unas oficinas funcionales y discretas cubiertas por unas alfombras rojas, el mismo color que el tel¨¦fono que le conecta directamente con el presidente. En su hab¨ªtaci¨®n s¨®lo hay una cama con una manta de camuflaje, y junto a la mesita de noche hay dos banderas, la de las barras y estrellas y una roja con cuatro estrellas blancas, s¨ªmbolo de su rango.
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