Cuatro a?os de espera
Un ciudadano amenaza con suicidarse si no se cumplen unas sentencias
El ciudadano egipcio nacionalizado espa?ol Mustaf¨¢ el Awadi lleva m¨¢s de cuatro a?os protestando por la lentitud de la justicia, que, pese a reconocerle la raz¨®n moral en tres sentencias dictadas, no ha permitido que pueda recuperar cuatro millones de pesetas que prest¨® a una acaudalada familia de Tarragona. Mustaf¨¢, de 70 a?os, que reside desde hace 20 en Tarragona con su esposa alemana y que ya ha protagonizado dos huelgas de hambre, amenaz¨® la pasada semana con suicidarse frente al edificio de la Audiencia Provincial si no se resolv¨ªa su caso.
La mediaci¨®n del director del Diari de Tarragona, Antonio Coll, evit¨® ayer que cumpliera su presunta amenaza.En 1970, El Awadi invirti¨® cuatro millones de pesetas ahorrados durante su estancia en Alemania en un proyecto inmobiliario en Tarragona, promovido por Camilo Lamas, miembro de una acomodada familia de la ciudad.
Ante la muerte s¨²bita del receptor del dinero en un accidente de aviaci¨®n y la imposibilidad de recuperar el dinero prestado al declararse insolventes las dos hermanas herederas del fallecido, El Awadi se vio sumergido en un periplo judicial por la v¨ªa de lo contencioso-administrativo que le llev¨® hasta el Tribunal Supremo. Las tres sentencias dictadas condenaban a las herederas a devolver el dinero al ciudadano egipcio, pero ¨¦stas se declararon insolventes.
Agotada la v¨ªa civil, El Awadi opt¨® por la penal y acus¨® a la familia Lamas de alzamiento de bienes, ya que las dos hermanas vendieron durante el tiempo que dur¨® el procedimiento contencioso-administrativo algunas de sus propiedades para saldar deudas acumuladas y las restantes las registraron a nombre de otros familiares.
La Audiencia Provincial de Tarragona dict¨® en 1987 la absoluci¨®n de las procesadas ya que, pese a dar la raz¨®n a El Awadi, el tiempo transcurrido en pleitos hab¨ªa hecho prescribir el delito de alzamiento de bienes.
Cartas al Rey
Ahora, con 70 a?os y una grave dolencia cardiaca, este egipcio, que se siente "m¨¢s espa?ol que el Rey", vive obsesionado por su pasado. Una obsesi¨®n que le lleva peri¨®dicamente a realizar acciones de protesta para llamar la atenci¨®n cuando los cauces judiciales ya est¨¢n agotados.El Rey, el presidente del Gobierno, el Defensor del Pueblo y el S¨ªndic de Greuges -hom¨®logo auton¨®mico catal¨¢n del Defensor del Pueblo- han recibido durante estos a?os multitud de cartas en las que El Awadi expon¨ªa sus quejas y su desesperaci¨®n. En 1987 realiz¨® una huelga de hambre de 23 d¨ªas y ahora ha amenazado con el suicidio. Pese a que ayer decidi¨® aplazar su amenaza, El Awadi ya ha advertido de que est¨¢ dispuesto a poner fin a su vida hoy mismo si las buenas palabras no se concretan en soluciones.
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