Una 't¨ªa' tirando a fofa

La corrida de Mar¨ªa Olea ha sido una corrida de toros, o sea, lo que se llama "una t¨ªa". Lo que pasa es que la tal t¨ªa nos ha salido fondona, fofita y tontainas. No se puede tener todo. No hab¨ªa figuras en el cartel y tuvimos toros de hermosa l¨¢mina, con pitones como agujas, ?qu¨¦ hermosura de perchas!, con irreprochable trap¨ªo que en m¨¢s de un caso mereci¨® aplausos al aparecer en la arena. Pero las fuerzas faltaron y la casta tambi¨¦n. La soluci¨®n puede ser que les den de comer huevos fritos con jam¨®n y que les hunten el culo con guindillas antes de salir, que eso cabrea una barbaridad y a lo mejor sacaban acometividad. La tuvo el de Flores Tassara, un toro con menos l¨¢mina, menos pitones y menos belleza, pero un toro que tuvo picante, que repiti¨® y que desgraciadamente se fue al desolladero sin torear.

Antonio Correas se mostr¨® preciso colocando ese arsenal de hierros, maderas y espumill¨®n que llevan los caballeros en plaza y, dentro de lo que cabe, no demasiado aparatoso. Todo lo contrario Gin¨¦s Cartagena: impreciso con los hierros y espectacular en la monta, circense para ser exactos. Demostr¨® cierta tendencia por lo musical, puesto que lo mejor fueron dos banderillas en la suerte del viol¨ªn.

Jos¨¦ Antonio Campuzano no templ¨® excesivamente a su primero, que perdi¨® la mitad de una de sus chitas, y en el segundo de los suyos estuvo desconfiado y breve.

Morenito de Maracay, muy movido en su primero, que acab¨® rajado y con la mala suerte de que le tocase el sobrero, que se fue tan ricamente al otro mundo, con la boquita cerrada y sin haber sido toreado como era menester.

Rui Bento, que se presentaba como matador de alternativa en Salamanca, tropez¨® con un blando animal en primer lugar que se le derrumb¨® cual largo era. En el sexto, compuso una faena valentona, con buen trazo.