Bendita jota

La prueba de que hay un p¨²blico sediento de baile y que la veterana figura de Mar¨ªa Rosa arrastra por ahora una gran parte de ¨¦ste, fue la sala repleta y complacida, a quien bast¨® con los trajes luminosos y las escenas comprometidas en una visi¨®n refinada del ballet espa?ol -aunque fuese sin¨®nimo de cursiler¨ªa- para aplaudir desde el comienzo.El Concierto de Aranjuez dict¨® el tono est¨¦tico y coreogr¨¢fico de toda la noche. Mand¨® el empaque forzado y la escasez de sensibilidad hacia la m¨²sica, que incluso a veces se anulaba con des templados zapateados. Mar¨ªa Rosa, vestida de azul pur¨ªsima y totalmente fuera de papel, bail¨® un paso a dos en las ant¨ªpodas de la intenci¨®n intimista del adaggio, a cuya falta de ideas se sumaba una interpretaci¨®n acartonada. Este nuevo espect¨¢culo cuenta con un plantel de bailarines competentes que pudieron lucirse, en el Concierto, en la Farrucade y sobre todo en la sinceridad de las jotas aragonesas.