Apoyo a Kuwait en el inicio de los Juegos Asi¨¢ticos
China abri¨® ayer los primeros Juegos Asi¨¢ticos que celebra en su historia con una ceremonia impresionante en cantidad y calidad de participaci¨®n humana. Pek¨ªn dio as¨ª un primer paso en su ensayo de celebrar los Juegos Ol¨ªmpicos del a?o 2000. La inauguraci¨®n tuvo un marcado matiz pol¨ªtico, con el espectacular apoyo a Kuwait en los discursos y en el desfile. El recuerdo al jeque kuwait¨ª Fahad al Ahmad al Sabah, presidente del Comit¨¦ Ol¨ªmpico de Asia (COA), asesinado durante la invasi¨®n el 2 de agosto, represent¨® una nueva condena general a Irak.
Tras la expulsi¨®n de Irak de los Juegos Asi¨¢ticos y su suspensi¨®n como miembro del m¨¢ximo organismo continental el pasado jueves, ayer se hizo a¨²n m¨¢s oficial la repulsa por la anexi¨®n de Kuwait. Inmediatamente antes de que el presidente de China, Yang Shangkun, declarara abiertos los Juegos, Roy de Silva, presidente del comit¨¦ ol¨ªmpico nacional de Sir Lanka y en funciones del COA, ley¨® como homenaje p¨®stumo el discurso protocolario que Fahad ya hab¨ªa preparado para la ocasi¨®n. Roy de Silva empez¨® diciendo que el deporte de Asia no podr¨¢ ser el mismo hasta que Kuwait vuelva a su situaci¨®n anterior. Tras ¨¦l, junto a los primeros dirigentes del COA, estaba Ahmed, el hijo de Fahad y nuevo presidente Comit¨¦ Ol¨ªmpico kuwait¨ª, lo que result¨® otro detalle significativo. Poco despu¨¦s, durante el desfile de participantes, la mayor¨ªa del estadio se puso en pie para aplaudir a la delegaci¨®n de Kuwalt, parte de cuyos integrantes llevaban brazaletes negros en su traje tradicional. Los de Qatar y Arabia Saud¨ª enarbolaban, como ellos, peque?as banderas del pa¨ªs del Golfo que Sadam Husein se ha anexionado.En realidad, el de ayer fue el desfile deportivo con mayor transfondo pol¨ªtico desde hace muchos a?os. China quiso que se concentrara el m¨¢ximo sentido de integraci¨®n entre pa¨ªses que ni siquiera a¨²n mantienen relaciones diplom¨¢ticas. Taiwan volvi¨® a desfilar, precisamente en Pek¨ªn, despu¨¦s de 20 a?os de ausencia de los Juegos Asi¨¢ticos; el general Giap, primer ministro vietnamita, enemigo desde hace diez a?os de China, pudo levantarse en la tribuna presidencial para aplaudir a sus deportistas; los ruidosos espectadores norcoreanos superaban en n¨²mero a los surcoreanos, pero aplaudieron por igual a las dos delegaciones, cuyos presidentes contin¨²an los contactos en Pek¨ªn para lograr el milagro de presentar un equipo com¨²n en los Juegos Ol¨ªmpicos de Barcelona. Y pese a la expulsi¨®n de Irak, tanto Yemen como Palestina, que votaron a su favor participar¨¢n en las pruebas. Incluso Jordania, que no lo har¨¢ por razones econ¨®micas, desfil¨® con un abanderado.
Hubo una peque?a an¨¦cdota en el desfile, cuando la delegaci¨®n iran¨ª se neg¨®, por razones religiosas, a desfilar detr¨¢s de una joven con minifalda encargada de llevar el cartel del pa¨ªs. El mismo uniforme fue utilizado por las chicas que encabezaban las otras 36 delegaciones. Finalmente fue un hombre quien encabez¨® el grupo de atletas iran¨ªes.
El despliegue de seguridad impidi¨® incluso que transcendiera el terremoto de fuerza cuatro en la escala de Richter, que hab¨ªa producido por la ma?ana algunas escenas de p¨¢nico, aunque no da?os, en la villa ol¨ªmpica situada en los alrededores de Pek¨ªn.
En sus 3.000 a?os de historia y 700 de capitalidad, Pek¨ªn escribi¨® ayer un d¨ªa muy especial. Ni siquiera el terremoto alter¨® el gran rodillo chino que inici¨® ayer, aun con bastantes detalles de inexperiencia en la organizaci¨®n, los XI Juegos Asi¨¢ticos. Hasta el 7 de octubre, m¨¢s de 4.000 atletas competir¨¢n en 29 deportes oficiales y dos de demostraci¨®n.
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