La ballena de Jon¨¢s
ENVIADO ESPECIALLa prensa saud¨ª, fuertemente controlada por el Gobierno, silenci¨® por segundo d¨ªa la decisi¨®n del rey Falid de cortar repentinamente el suministro de petr¨®leo a Jordania cuando este pa¨ªs atraviesa una etapa de gran penuria econ¨®mica.
EL PA?S intent¨® ampliar la noticia a trav¨¦s del Ministerio de Informaci¨®n saud¨ª, que declin¨® hacer ning¨²n comentario. El Ministerio del Petr¨®leo se neg¨® tambi¨¦n a ello.
Aunque la medida adoptada por Arabia Saud¨ª se haya justificado al indicar que Jordania adeuda 48 millones de d¨®lares y que se la considera insolvente, la raz¨®n aut¨¦ntica de esta decisi¨®n es obviamente pol¨ªtica.
La mitad de las necesidades de crudo del pa¨ªs vecino ven¨ªa cubri¨¦ndolas desde hac¨ªa un mes Arabia Saud¨ª. Pero ahora, a pesar de que Jordania se haya convertido en la gigantesca ballena de Jon¨¢s que revienta de pobres refugiados huidos de Irak, el acaudalad,o reino saud¨ª le clava un arpon para castigar sus devaneos pol¨ªticos en la crisis desatada por Bagdad. o conmigo o contra m¨ª, parecen ser las palabras del monarca rico dirigidas al monarca pobre.
Jordania se ve as¨ª arrinconada contra las cuerdas y adoptar¨¢ una postura que quiz¨¢ intentaba evitar manteni¨¦ndose en un equilibrio sumamente difficil. Puede darse por seguro que pedir¨¢ a Irak, incumpliendo el embargo sancionado por las ONU, que le proporcione el crudo que le niega Arabia Saud¨ª.
La pol¨ªtica saud¨ª de endurecimiento con los residentes extranjeros, reflejada en una ley que entr¨® en vigor esta semana, mereci¨® una respuesta de Yemen, el pa¨ªs al que sin menci¨®n expresa parec¨ªa ir dirigida. Las autoridades de Yemen replicaron que vigilar¨¢n ,si se respetan los derechos y propiedades de sus nacionales en Arabia Saud¨ª.
Nunca ha sido Arabia Saud¨ª santo de la devoci¨®n de sus vecinos, exceptuando los emiratos con reg¨ªmenes similares y elevada renta per c¨¢pita, que se sirven de la mano de obra barata importada.
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