Jos¨¦ Luis G¨®mez pone en escena un Garc¨ªa Lorca "refinadamente er¨®tico"
'Quimera y amor de Don Perlimpl¨ªn con Belisa en su jard¨ªn' se estrena el pr¨®ximo lunes
Jos¨¦ Luis G¨®mez estrena el pr¨®ximo lunes, como director y sin actuar ¨¦l mismo, la pieza teatral Quimera y amor de Don Perlimpl¨ªn con Belisa en su jard¨ªn, de Federico Garc¨ªa Lorca. La obra, protagonizada por H¨¦ctor Alterio, se presentar¨¢, dentro de la programaci¨®n del Festival de Oto?o, en el teatro Bellas Artes de Madrid, donde se mantendr¨¢ en cartel hasta el mes de febrero. G¨®mez define el montaje como "un Lorca refinadamente er¨®tico, que habla de la carne, del amor, de la vejez y de la muerte".
S¨®lo monto obras que me llaman a las puertas del alma y ¨¦sta de Federico Garc¨ªa Lorca me llevaba llamando fuertemente desde hace 12 a?os", explica Jos¨¦ Luis G¨®mez. "Con la curiosidad", a?ade, "de que esta obra se hab¨ªa montado en Espa?a ¨²nicamente por grupos independientes desde hace 57 a?os. Nunca en el teatro profesional".El amor de Don Perlimpl¨ªn con Belisa en sujard¨ªn fue escrita por Lorca en 1926, aunque luego la retoc¨® durante su estancia en Nueva York. Finalmente, Pura Ucelay estren¨® la obra en el teatro Espa?ol en 1933. Desde entonces, no se hab¨ªa vuelto a representar en el teatro profesional espa?ol aunque, cuenta G¨®mez, "fuera de nuestro pa¨ªs se ha montado en numerosos lugares y hasta se han hecho cuatro ¨®peras de ella. Creo que es la ¨²ltima obra maestra de Lorca que faltaba por descubrir entre nosotros".
El espect¨¢culo dura 7.5 minutos, tiene m¨²sica compuesta por Alejandro Mass¨®, y cuenta "el amor casi fa¨²stico entre ¨¦l viejo Perlimpl¨ªn (interpretado por H¨¦ctor Alterio) y la joven Belisa (Mercedes Garc¨ªa Beynal)", explica G¨®mez. "O sea, el conflicto entre marido viejo y esposa joven, que Lorca transforma en un historia sobre el misterio de la carne y de la muerte, en la que Quimera es como una pesadilla posible de Don Pelimpl¨ªn".
Poes¨ªa en el teatro
El director, que ya mont¨® otro Lorca, Bodas de sangre, cuenta y no para de su fascinaci¨®n por este Perlimpl¨ªn de Lorca. "Federico Garc¨ªa Lorca es el ¨²nico escritor del siglo XX con la capacidad para hacer poes¨ªa en el teatro", dice. Y como G¨®mez adem¨¢s de director es tambi¨¦n actor, se convierte en un torrente de palabras y gestos y declama sensuales, preciosas palabras de Lorca que aparecen en la funci¨®n. "Belisa, con tantos encajes pareces una ola y me das el mismo miedo que de ni?o tuve al mar. Desde que viniste de la iglesia est¨¢ mi casa llena de rumores secretos y el agua se entibia ella sola en los vasos". "Que sal¨ª de mi casa que se me met¨ªa todo el campo en la boca". "Ah, Perlimpl¨ªn, viejo verde sin fuerzas. T¨² no pod¨ªas gozar el cuerpo de Belisa, de m¨²sculos j¨®venes y labios de ascuas...".As¨ª G¨®mez, con Gerardo Vera como escenogr¨¢fo, en su primer trabajo conjunto, destaca que esta obra es tremendamente er¨®tica. "Creo que nuestra b¨²squeda, de Gerardo Vera como escen¨®grafo y m¨ªa como director", cuenta G¨®mez, "ha sido precisamente la b¨²squeda de un erotismo muy transcendente, hasta perverso, pero muy refinado. Porque Lorca era un hombre de gran refinamiento natural".
"El poeta habla por boca de Perlimpl¨ªn", contin¨²a el director, "y cuando habla del cuerpo de Belisa no es solamente un desnudo lo que est¨¢ viendo, sino toda la belleza como manifestaci¨®n de algo m¨¢s alto, de lo que seg¨²n Hiedegger no se puede nombrar: el ser".
Respecto a si el refinado erotismo del montaje pasa por desnudos, contesta obviamente Jos¨¦ Luis G¨®mez que no. "Pero es mucho m¨¢s er¨®tico y sensual que si fueran desnudos", dice.
Adem¨¢s de H¨¦ctor Alterio y Mercedes Garc¨ªa Bernal, interpretan la obra Sonsoles Benedicto, Mar¨ªa Galiana y Juan Jos¨¦ Mac¨ªas y Manuel Mill¨¢n, en el papel de duendes.
Quimera y amor de Don Pelimpl¨ªn con Belisa en su jard¨ªn adem¨¢s de dirigida tambi¨¦n est¨¢ producida por G¨®mez. "Es la ¨²nica v¨ªa de supervivencia art¨ªstica que he tenido", explica. "Los montajes que quiero hacer nunca me los habr¨ªa producido ning¨²n productor. Pero cada vez es m¨¢s monstruoso lo que cuesta para una compa?¨ªa privada construir un espect¨¢culo de la misma calidad de un teatro institucional". Y a?ade: "Vamos a una situaci¨®n sin salida porque las instituciones de este pa¨ªs todav¨ªa no se dan cuenta de que es m¨¢s rentable impulsar la creaci¨®n de bienes culturales propios, en lugar de la continua importaci¨®n que se hace".
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