"La elecci¨®n del arma es fundamental en un filme de terror"
El cineasta Wes Craven (Cleveland, EE UU, 1940), director de Pesadilla en Elm Street, filme que ha dado pie a cinco continuaciones y ha consagrado al villano Freddy Krueger como uno de los grandes mitos del terror, se encuentra en Sitges, en cuyo festival se presenta su pel¨ªcula Shocker, sobre la resurrecci¨®n de un ejecutado en la silla el¨¦ctrica. "Pesadilla en Elm Street est¨¢ basada en un hecho real acaecido en Los ?ngeles", dijo ayer Craven a EL PA?S. De su criatura Freddy, el cineasta se?al¨® que "odia a los j¨®venes por serlo", y de las emblem¨¢ticas cuchillas con que destripa a sus v¨ªctimas, que las concibi¨® pensando en una garra. "La elecci¨®n del arma es muy importante en un filme de terror", asegur¨® Craven.
"Pesadilla en Elm Street tiene su origen en el hecho real de unos j¨®venes que ten¨ªan p¨¢nico a dormirse a causa de las pesadillas que sufr¨ªan", explica Wes Craven. "Sucedi¨® en Los ?ngeles, y se dieron tres casos. Los j¨®venes murieron. Conserv¨¦ los art¨ªculos que aparecieron en la prensa y pens¨¦ que se pod¨ªa hacer una buena historia con aquello".En cuanto al personaje de Freddy, "me plante¨¦ qu¨¦ causar¨ªa m¨¢s terror a un grupo de adolescentes, y decid¨ª que ser¨ªa un hombre mayor, una figura como la del padre y que odia a los j¨®venes porque son j¨®venes". Al respecto, Craven subraya que los padres de los j¨®venes perseguidos por Freddy en su pel¨ªcula "no son limpios"; "ellos mataron a Freddy y est¨¢n manchados tambi¨¦n por la culpa". El concepto de maldad parece preocupar especialmente a Craven: "El dilema es matar al malo o no matarlo; cuando el personaje bueno mata al malo en su lucha contra el horror se carga a su vez de maldad. El verdadero triunfo contra el Mal estriba en no matar al malo".
Del emblem¨¢tico guante con cuchillas de Freddy, objeto que ya figura con pleno derecho en el museo imaginario del fant¨¢stico junto a la capa de Dr¨¢cula o la motosierra de La masacre de Texas, Craven explica que lo dise?¨® tras una profunda- reflexi¨®n. "T¨¦cnicamente, el arma es muy importante en un filme de terror. En este caso pens¨¦ en el arma m¨¢s b¨¢sica: la mano humana. De ah¨ª deriv¨¦ hacia la imagen m¨¢s implantada en el subconsciente de la mano como peligro: la garra. Y eso es el arma de Freddy, una garra. Algo tan primitivo como el cuchillo, que a su vez remite a otra forma animal, el colmillo".
?Qu¨¦ sentimientos provoca en Wes Craven el haber alumbrado una criatura como Freddy, un mito del terror? "Bueno, me hubiera gustado m¨¢s crear a Micky Mouse", dice, "pero hoy en d¨ªa la vida, la realidad, es m¨¢s como Freddy, y hay que afrontar eso., Creo que siento un extra?o orgullo por haber creado a Freddy". "No obstante", advierte, "estoy tan orgulloso de ¨¦l como de los otros personajes de Elm Street, que tienen que enfrentar el mal y no se duermen".
Craven marca distancias con las secuelas de Pesadilla en Elm Street. "Tras la primera pel¨ªcula, vend¨ª los derechos y no me he involucrado en las otras. Encuentro muy interesante que cada equipo haya efectuado sus propias interpretaciones de Freddy, aunque me parece que todos se han volcado demasiado en los efectos especiales".
"Para m¨ª, el fant¨¢stico es el verdadero coraz¨®n del cine", dice Craven al recab¨¢rsele su opini¨®n sobre el g¨¦nero. "Es igual que con las personas: su esencia son los sue?os". "El fant¨¢stico, por definici¨®n, est¨¢ m¨¢s all¨¢ de las fronteras, fuera del consenso general de lo que es real y lo que no". "Considero que quienes hacen pel¨ªculas de terror son los Col¨®n y Magallanes de la mente humana, los que buscan m¨¢s all¨¢ de los l¨ªmites establecidos".
La pr¨®xima pel¨ªcula de Wes Craven, tambi¨¦n de g¨¦nero fant¨¢stico, se titular¨¢ La gente de debajo de la escalera, y tratar¨¢ sobre 1a huida de una realidad de pesadilla". Craven se declara un ferviente consumidor de literatura de terror y menciona a Stephen King y Clive Barker. No obstante, cuando se le pide el nombre de su escritor favorito, no lo duda: "Poe".
Babelia
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