El Knicks necesito la pr¨®rroga para ganar
El Knicks logr¨® una apretada victoria en la pr¨®rroga frente al Scavolini de Pesaro por 119-115, despu¨¦s de un emocionante partido en el que los italianos, gracias a sus dos norteamericanos, Daye y Cook, quedaron a un paso de hacer historia. Un triple de Gerald Wilkins igual¨® el partido y en la pr¨®rroga el Knicks no pas¨® apuros para doblegar a un exhausto Scavolini.Como ocurri¨® el a?o pasado en Roma, un equipo europeo ha estado a punto de conseguir vencer a un conjunto de la NBA. Esta cada vez mayor igualdad mostrada anualmente en este torneo no ha de llevar a conclusiones err¨®neas. El New York Knicks es un equipo puntero de la liga profesional americana, pero el que jug¨® ayer en el repleto Palau Sant Jordi fue un conjunto que lleva pocos d¨ªas prepar¨¢ndose, no se encuentra ni de lejos en su mejor condici¨®n f¨ªsica y, aunque su entrenador declarase que ven¨ªan a este torneo a ciegas, en su mente resid¨ªa una idea fija, reflejo de una incuestionable realidad: la superioridad de la NBA en el mundo del baloncesto.
Patrick Ewing dio un codazo en su primera jugada de ataque, pero esta supuesta agresividad neoyorquina se fue quedando en fuegos de artificio. Stu Jackson hab¨ªa sacado un quinteto inicial con los veteranos Cheeks y Vandeweghe, y por cuestiones de privilegios derivados de la edad, el partido no fue con ellos en ning¨²n momento. Los que s¨ª estaban con los cinco sentidos en la cancha eran, por diferentes motivos, Mark Jackson y Ewing
Jackson est¨¢ luchando por volver a la situaci¨®n que disfrutaba hace tan s¨®lo un a?o. Con varios kilos menos de los que arrastr¨® la temporada pasada, su motivaci¨®n es m¨¢xima para recuperar la titularidad perdida. No parece dispuesto a perder ninguna oportunidad que se le presente, y se despach¨® con unos buenos n¨²meros -14 puntos, 11 asistencias, 5 rebotes y 5 robos- en clara contraposici¨®n con su rival Mo Cheeks, que no consigui¨® ning¨²n punto.
Como complemento del inter¨¦s de Jackson en mostrar al otro Jackson su buena disposici¨®n para esta temporada, Patrick Ewing, el mejor pivote de la NBA, dio sobrados ejemplos del porqu¨¦ se ha convertido en el aut¨¦ntico l¨ªder de su equipo. Cuando el partido se puso complicado, todos sus compa?eros, s¨®lo ten¨ªan ojos para ¨¦l. Hasta ese momento, la zona impuesta por Sergio Scariolo a partir del minuto ocho del segundo cuarto (46-34) hab¨ªa logrado ahogarlo por momentos. Pero a la hora de la verdad, no hab¨ªa zona que valiese. Sus 2,13 metros, unidos a una gran envergadura y la agresividad con la que acompa?a todas sus acciones, acabaron imponiendo su ley.
El Scavolini se comport¨® como un gato con siete vidas. Cuando parec¨ªa que ca¨ªa, en dos jugadas volv¨ªa a recuperarse. Del supuesto te¨®rico cad¨¢ver sin posibilidad de variar el gui¨®n previsto, pas¨® a criado respond¨®n. Dejando pr¨¢cticamente solos a sus dos norteamericanos, el equipo italiano logr¨® llegar igualado al ¨²ltimo cuarto, pero a falta de 9 minutos y en menos de 30 segundos, Kook y Daye sufrieron sendas lesiones que arrastrar¨ªan hasta el final del encuentro.
Cojeando y todo, colocaron a su equipo con un pie en la historia, hasta que lleg¨® Wilkins y un escalofriante triple forz¨® la pr¨®rroga. Una pr¨®rroga en la que la maltrecha condici¨®n f¨ªsica de sus estrellas acab¨® pasando factura al campe¨®n italiano. Su ¨²ltimo aliento se consumi¨® logrando los seis primeros puntos del tiempo suplementario. No les quedaron fuerzas para m¨¢s.
Buen y merecido susto para el Knicks, pero el partido no dej¨® de ser un espejismo. La distancia era y sigue siendo enorme, aunque no deja de ser positivo el poder enfrentarse a ellos sin necesidad de un carro para llevarse la diferencia de puntos.
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