Occhetto se plante¨® dimitir como lider del PCI
Achille Occhetto, secretario, general del Partido Comunista Italiano (PCI), ha estado al borde de la dimisi¨®n frente a la dura oposici¨®n registrada, en una dram¨¢tica reuni¨®n de la c¨²pula de su grupo pol¨ªtico celebrada el viernes por la noche, a su propuesta de llamar Partido Democr¨¢tico de la Izquierda al que resurgir¨¢ de las cenizas de? PCI, as¨ª como de adoptar como s¨ªmbolo el ¨¢rbol de la libertad que inspirara la Revoluci¨®n Francesa.
Achille Occhetto estuvo a punto de renunciar a causa de la actitud de algunos de sus adversarios pol¨ªticos dentro del Partido Comunista -miembros del llamado grupo del no- y de la traici¨®n de algunos de sus fieles como Giorgio Napolitano y Antonio Bassolini.El l¨ªder comunista, al ver que todo se le estaba desmoronando, justo cuando en la base comunista y en buena parte de la opini¨®n p¨²blica, hab¨ªa sido recibida su iniciativa con aprobaci¨®n o respeto, desapareci¨® el viernes de la reuni¨®n de la direccion, se encerr¨® en sus despacho y redact¨® un discurso en el que acusaba de "oligarcas" a cuantos, tras haber perdido el congreso de Bolonia, segu¨ªan haci¨¦ndole la vida imposible y le acusaban de vender al viejo Togliatti.
Achille Occhetto dijo que o se acaban las luchas intestinas y se va al congreso "con serenidad", o recurrir¨¢ al juicio de todos los afiliados mediante un refer¨¦ndum. Y sentenci¨®: "Si alguien ha llegado a decir que me ha suspendido el secretario socialista, Bettino Craxi, espero que me apruebe por lo menos mi partido".
Sin embargo, la direcci¨®n comunista rechaz¨® la idea del refer¨¦ndum, que curiosamente hab¨ªa sido hace unos meses el arma que su mayor enemigo interno, Francesco Cossutta, hab¨ªa alzado contra Occhetto, temiendo que en este caso se pudiera convertir en un plebiscito personal y emotivo a favor o en contra del actual l¨ªder.
En este punto, el secretario general afirm¨® que, puesto que se rechazaba la idea del refer¨¦ndum, eso quer¨ªa decir que la di recci¨®n aceptaba la otra alternativa de acabar con la guerra y de ponerse todos a preparar con lealtad el 202 congreso del gran cambio que se celebrar¨¢ en Rimini del 27 de enero al 3 de febrero de 1991.
Pero Occhetto no se content¨® con una declaraci¨®n vaga de intenciones y pretendi¨® que los que hab¨ªan aceptado hasta ayer seguir adelante con ¨¦l en el cambio y que con ¨¦l hab¨ªan salido victoriosos del 19? Congreso del a?o pasado firmaran un documento en el que se comprometieran a tres cosas: a que, a pesar de las diferencias personales, siga en pie la voluntad de llevar a cabo la obra de renovaci¨®n emprendida; que se condene a quienes tratan por sistema de boicotear el proceso de cambio y de dramatizar prejudicialmente la situaci¨®n; y que se haga p¨²blico el deseo de que "prevalezca el sentido de responsabilidad".
Dicho documento, al final fue firmado hasta por Napolitano y Bassolino, pero al parecer algunos lo hicieron apretando los dientes, mientras que el grupo del no clama que se trata de un "golpe dictatorial" para bloquear la discusi¨®n porque el secretario teme perder el congreso a celebrar en Rimini.
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