Un mill¨®n de ni?os entre la desnutrici¨®n y el abandono, herencia de la guerra en Nicaragua
Las fotos han comenzado a llegar por las agencias de prensa. Ni?os con malnutriciones s¨®lo vistas en ?frica; muertes por las enfermedades end¨¦micas de la miseria. Violeta Chamorro, presidenta de Nicaragua, en la reciente Cumbre del ni?o de la ONU lanz¨® un dram¨¢tico llamamiento: "No nos dejen solos". Detr¨¢s de ese grito de SOS hay un mill¨®n de ni?os nicarag¨¹enses v¨ªctimas de la desnutrici¨®n y la precariedad, seg¨²n Hern¨¢n Delgado, director del Instituto de Nutrici¨®n de Centroam¨¦rica y Panam¨¢, dependiente de la Organizaci¨®n Panamericana para la Salud (OPS). Hu¨¦rfanos y menores de tres a?os son las principales v¨ªctimas del desajuste sanitario, social y econ¨®mico que han dejado como secuela los 10 a?os de guerra.
Anemia, malaria y tuberculosis est¨¢n afectando seriamente y la precariedad de la situaci¨®n se ha agudizado con el retorno de miles de repatriados que hab¨ªan abandonado sus hogares huyendo de los combates", afirma Ernesto Salcedo, ministro de Salud. La situaci¨®n es especialmente dram¨¢tica en varias localidades situadas en la costa atl¨¢ntica como Siuna, Rosita y Puerto Cabezas. Seg¨²n los datos que ofrece Salmer¨®n para luchar contra estas enfermedades el centro de Salud de Siuna , que atiende a una poblaci¨®n de 46.000 habitantes, cuenta con 36 camas y un personal facultativo que se reduce a 2 m¨¦dicos y un anestesista. El propio ministro de Salud reconoce que desde Managua s¨®lo les pueden enviar 20 bolsas de sangre de las 100 que necesitan cada mes. En otras dos localidades -Bonanza y Rosita- la infraestructura sanitaria se reduce a una cooperante austriaca. Con respecto a Puerto Cabezas, Salmer¨®n resume la situaci¨®n en una s¨®la frase: falta dinero.Para Hern¨¢n Delgado, la actual situaci¨®n se ha estado gestando en estos largos a?os de conflicto y se manifiesta ahora en un estado de emergencia. Hace dos meses los t¨¦cnicos del Instituto junto con sus hom¨®logos en el nuevo gobierno recomendaron al nuevo gabinete la adopci¨®n de medidas de urgencia. Fruto de esta decisi¨®n pol¨ªtica favorable, el pr¨®ximo mes se va a llevar a cabo un reparto masivo de alimentos entre los ni?os menores de 12 a?os, un mill¨®n en total. A partir de ah¨ª se ir¨¢n definiendo cu¨¢les son los grupos y regiones que requerir¨¢n una ayuda m¨¢s continuada.
El retrato que sobre la infancia en Nicaragua hace Antonio Carvalho, portavoz de Unicef, no es m¨¢s halag¨¹e?o. De cada 1.000 nacidos, 61 mueren en el transcurso de su primer a?o de vida; 95 de cada 1.000 lo har¨¢n antes de cumplir los cinco a?os de edad. Los desajustes que entra?a la guerra inciden muy especialmente en la infancia, afirma Carvalho, y en Nicaragua el 50% de la poblaci¨®n tiene menos de 16 a?os. S¨®lo el 52% de los nicarag¨¹enses tienen acceso al agua potable y ¨²nicamente el 26% vive en condiciones medioambientales adecuadas.
Los da?os que la d¨¦cada de conflicto armado ha causado en la red sanitaria no s¨®lo hace que el 60% de los partos se produzcan sin la asistencia de personal cualificado, sino que el 80% de los ni?os menores de cinco a?os no pudieron ser vacunados de las cinco enfermedades cl¨¢sicas de la infancia (sarampi¨®n, tosferina, poliomelitis, difteria y tuberculosis). Seg¨²n su portavoz, Unicef ha prorrogado hasta 1992 su presencia activa en programas de integraci¨®n social de los 500.000 ni?os que han heredado una situaci¨®n m¨¢s dificil y para la reducci¨®n de las tasas de analfabetismo. A un futuro de paz se enfrentan el 58% de los nicas mayores de 15 a?os sin saber leer ni escribir. El 25% de los ni?os en edad escolar han asistido a la guerra, pero jam¨¢s a una escuela.
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