Maradona emprende la retirada
El jugador argentino confirm¨® que no volver¨¢ a la selecci¨®n
Tal vez sin saber la letra del c¨¦lebre tango, Diego Maradona canta cada d¨ªa su Adi¨®s, muchachos. El m¨¢s grande jugador de f¨²tbol de la d¨¦cada de los ochenta inicia en los noventa su penosa y larga retirada. Para renunciar a la selecci¨®n argentina de f¨²tbol ha encontrado la excusa perfecta en la supuesta "traici¨®n" del que fue su entrenador, Carlos Bilardo, y del presidente de la asociaci¨®n, Julio Grondona. Todav¨ªa le falta la pelea con el N¨¢poles y el canto del cisne cuando regrese al Boca, club al que adem¨¢s piensa comprar en un futuro.
Maradona finalmente regres¨® ayer a N¨¢poles despu¨¦s de postergar tres veces su partida desde Buenos Aires. La fuga de dos d¨ªas que se hicieron cinco para recibir en Argentina la carga peri¨®dica de afecto familiar que necesita como el aire, acab¨® esta vez con una ins¨®lita descarga cerrada contra sus amigos y protectores recientes. A Bilardo y a Grondona les acus¨® de "recibir" al presidente de la Federaci¨®n Internacional de F¨²tbol (FIFA), el brasile?o Joao Havelange, cuando visit¨® Buenos Aires despu¨¦s del Campeonato Mundial disputado en Italia. "?Pero ya se olvidaron de todo, de la gente que nos esper¨® cinco horas en el aeropuerto, de todos los que dec¨ªan que hab¨ªamos sido robados? Por favor, encima Grondona le manda una carta al presidente de la Roma y le agradece el trato recibido. O sea que yo, Ruggeri, Giusti, somos boludos, idiotas, por todo lo que le contamos sobre lo mal que nos trataron all¨¢". Por eso, "con todo el dolor del alma", renuncia a la selecci¨®n. "Yo no soy un falso, no transijo", dice Maradona.Por debajo de la voz de Maradona, como si se tratara de una pel¨ªcula subtitulada, deben leerse adem¨¢s de los dolores del alma, los del cuerpo. "En los ¨²ltimos partidos me han golpeado mucho". El jugador ha vuelto a resentirse de la lesi¨®n que le inflama el nervio ci¨¢tico y le afecta en la cintura y la pierna izquierda. "Hace ya 15 a?os que la soporto y no doy m¨¢s, estoy cansado de las infiltraciones y de los m¨¦dicos que se hacen famosos a costa de darme inyecciones. Se acabaron los tratamientos, si me duele no juego".
Resistir el dolor
No jugar cuando duele, ?pero c¨®mo va a sobrellevar Maradona el dolor de no jugar? ?sa es la cuesti¨®n, o la opci¨®n. Por eso, enseguida, agrega: "Claro que me va a tener que doler mucho para que yo no juegue, siempre fue as¨ª". Y nadie que le conozca necesita pruebas de ello. La mayor¨ªa de los periodistas argentinos ha visto alguna vez, antes de un partido de Maradona con el Argentinos J¨²niors, el Boca o la selecci¨®n, c¨®mo le aplicaban alguna inyecci¨®n calmante. Ha entrado al campo con las piernas marcadas por los golpes y los tobillos inflamados hasta el punto de no poder calzarse las botas.Maradona no se va a dejar que le saquen el f¨²tbol de su vida sin resistirse. Antes de que le echen, ser¨¢ ¨¦l quien expulse a todos los que intenten convencerle de que ya va siendo hora de dejarlo. Por eso, tambi¨¦n, incorpora cada d¨ªa nuevos sue?os a su fantas¨ªa: "A¨²n me quedan dos a?os en N¨¢poles y voy a tratar de cumplir, pero extra?o demasiado. Necesito estar con mis padres y mi familia en Argentina. Quiero volver a jugar una temporada en el Boca. Si el proyecto de convertir a los clubes en sociedades an¨®nimas lo permite, yo me compro al Boca. Lo voy a transformar en el club m¨¢s grande del mundo. Y tambi¨¦n voy a ser entrenador de la selecci¨®n".
A un lado del camino ha quedado ya otro representante, Guillermo Coppola, que se aprovech¨® de ¨¦l en los grandes momentos, pero decidi¨® abandonarle en su agon¨ªa como jugador. Atr¨¢s queda ya la selecci¨®n argentina, aunque el nuevo entrenador Coco Basile, ha declarado que intentar¨¢ convencerle para que regrese: "Es m¨¢s grande que Pel¨¦, no podemos prescindir de ¨¦l". Maradona va ahora en busca de la pelea final con el N¨¢poles y luego, sobrevendr¨¢ el diluvio.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.