"El lerrouxismo es un populismo m¨¢s"

, El papel pol¨ªtico de Alejandro Lerroux en Catalu?a ha merecido a menudo los calificativos de detestable y nefasto. Lerrouxista, de hecho, se convirti¨® en una especie de insulto dirigido a hipot¨¦ticos enemigos de Catalu?a. En 1987, el historiador Joan B. Culla dio un primer paso para abordar la complejidad del lerrouxismo en El republicanisme lerrouxista a Catalunya (1901-1923). En el libro desment¨ªa el papel atribuido al lerrouxismo como maniobra fabricada en Madrid para boicotear el catalanismo. Jos¨¦ ?lvarez Junco se suma ahora a la bibliograf¨ªa de Lerroux con El emperador del Paralelo: Lerroux y la demagogia populista (Alianza), donde estudia el populismo del denostado personaje."Que Lerroux era un pol¨ªtico corrupto y un aventurero no lo discuto", afirma ?lvarez Junco. "Sin embargo, tuvo detr¨¢s de ¨¦l a muchos votantes y es importante analizar su movimiento. Lerroux fue un aventurero m¨¢s de los que vinieron a Barcelona. Lleg¨® y triunf¨® por sus propios medios, y no fue hasta seis meses despu¨¦s de su triunfo electoral de 1901 cuando vio que si actuaba como un representante de Espa?a en Barcelona la prensa de Madrid hablar¨ªa de ¨¦l. Al mismo tiempo, el Ministerio de la Gobernaci¨®n vio que le conven¨ªa y tuvo con ¨¦l ciertos favoritismos".

Biograf¨ªa y an¨¢lisis

El estudio de ?lvarez Junco empieza en un tono biogr¨¢fico, centrado en los inicios del personaje en el diario El Pa¨ªs de principios de siglo, de tendencia sensacionalista de izquierdas. El libro explica el curioso ascenso de Lerroux, a base de duelos, hasta la direcci¨®n del peri¨®dico y su posterior desembarco en Barcelona como pol¨ªtico. ?lvarez Junco pasa a analizar despu¨¦s un movimiento pol¨ªtico y se detiene en 1910, un a?o despu¨¦s de la Semana Tr¨¢gica, en la que el lerrouxismo influy¨® en la quema de conventos.

"A partir de 1910", dice ?lvarez Junco, "Alejandro Lerroux deja de interesarme, porque se convierte en un pol¨ªtico vulgar, de derechas. A m¨ª me interesaba su vertiente populista y ¨¦sta pierde su sentido cuando se institucionaliza como partido".

"El lerrouxismo es un populismo m¨¢s", afirma ?lvarez Junco, "y como en todos los movimientos populistas, los resultados que arroja son ambivalentes. Por una parte, logr¨® abrir el sistema y luchar contra el caciquismo, al movilizar y sacar a la escena un nuevo tipo de sujeto pol¨ªtico. Por otra, logr¨® ampliar una base de servicios sociales, y por ¨²ltimo, reforz¨® una unidad pol¨ªtica muy d¨¦bil a base de imbuir el patriotismo es pa?ol en las clases trabajadoras que hab¨ªan quedado al margen".

"Lerroux tuvo ¨¦xito", a?ade ?lvarez Junco, "porque supo expresar una cultura popular con referencias al honor y a la virilidad. La suya era una cultura populachera, como la de Per¨®n y otros populistas. Sin un programa claro, logr¨® sacar a multitudes a la calle y hacerlas votar".

Considera ?lvarez Junco que Lerroux ha sido especialmente maltratado por la historia o, m¨¢s a¨²n, por las distintas historias. "La historia tradicional prefer¨ªa hablar de grandes se?ores, de vidas ejemplares, y Lerroux era un tipo barriobajero, zafio y corrupto que no encajaba en ese esquema", se?ala. "Por otra parte, la historia social, la del movimiento obrer o, acusaba a Lerroux de desviar a los obreros. La historia catalanista, por ¨²ltimo, lo ha adoptado como un elemento clave de su planteamiento victimista y de su visi¨®n paranoica al considerarlo como un emisario de Madrid, cosa que no era".