El Rey brind¨® su apoyo a la transici¨®n en Paraguay

El rey Juan Carlos brind¨® el respaldo de Espa?a a la transici¨®n democr¨¢tica en curso en Paraguay, adonde lleg¨® ayer a ¨²ltima hora de la ma?ana, pero sus anfitriones no parecen excesivamente interesados en el fortalecimiento de la cooperaci¨®n bilateral porque ni siquiera enviaron una delegaci¨®n a Madrid para discutir su potenciaci¨®n en v¨ªsperas de la visita real, seg¨²n indicaron fuentes diplom¨¢ticas espa?olas.

La prensa de Asunci¨®n, como los diarios Abc Color y Las Noticias, se?alaba en sus ediciones de ayer que el Monarca espa?ol "trae su apoyo al esfuerzo" que se realiza tambi¨¦n en el Paraguay para acceder a la democracia" desde que en febrero de 1989 el actual jefe de Estado, el general Andr¨¦s Rodr¨ªguez, dio un golpe de Estado para derrocar a su consuegro, el dictador Alfredo Stroessner.En su discurso en la cena de gala que ofreci¨® su anfitri¨®n, don Juan Carlos no decepcion¨®. "En la ardua tarea que os enfrent¨¢is" , dijo, "pod¨¦is contar con la solidaridad de Espa?a" porque "s¨®lo en libertad y democracia pondremos responder al reto que se nos plantea". El m¨¢s inmediato desaf¨ªo para el pa¨ªs guaran¨ª es la organizaci¨®n de unas elecciones presidenciales, previstas para 1993, m¨¢s libres que los comicios generales de mayo de 1989 que gan¨® el Partido Colorado, al que pertenece Rodr¨ªguez, en medio de acusaciones de fraude por parte de toda la oposici¨®n.

"Tardasteis en venir", declar¨® el general Rodr¨ªguez en su alocuci¨®n de bienvenida a la pareja real a su llegada al aeropuerto Silvio Petitrossi, "pero la demora hizo posible que nuestro pueblo pudiera saludaros en libertad abrazado como Espa?a a los ideales de la democracia". Pero en la terminal aeroportuaria, abarrotada de ni?os en uniforme, las banderas no han sido puestas al d¨ªa y en el centro de la espa?ola luc¨ªa el ¨¢guila imperial en lugar del actual escudo constitucional con la corona.

Papel relevante

El que fue durante largos a?os brazo derecho de Stroessner prosigui¨® despu¨¦s en la cena de gala: "Vuestra presencia, Majestad, nos recuerda el papel relevante que con tanto acierto desempe?asteis en la transici¨®n espa?ola". "Si hoy miramos el ¨¦xito de ese proceso tenemos tambi¨¦n nosotros el derecho de ambicionar un similar resultado".

La tardanza en acudir a Paraguay no fue s¨®lo de los Reyes sino del Gobierno espa?ol. Si se except¨²a a Virgilio Zapatero, titular de la cartera de Relaciones con las Cortes, ni un s¨®lo ministro espa?ol pis¨® Asunci¨®n desde hace 12 a?os ni siquiera el de Asuntos Exteriores. El ¨²ltimo canciller paraguayo que estuvo en Espa?a fue Alberto Nov¨¦s y lo hizo en 1977.

Los intercambios comerciales bilaterales son simb¨®licos -las exportaciones espa?olas ascendieron en 1989 a tan s¨®lo 797 millones de pesetas- y est¨¢n incluso en retroceso. Esta primera visita de los Reyes no va a incrementarlos porque no conlleva un fortalecimiento de la cooperaci¨®n ni la firma de ning¨²n otro convenio econ¨®mico.

La primera jornada de la estancia en Paraguay de don Juan Carlos y do?a Sof¨ªa consisti¨® en depositar una corona de flores en el Pante¨®n Nacional de los H¨¦roes, una visita a la exposici¨®n sobre la rehabilitaci¨®n del centro hist¨®rico de la capital y una recepci¨®n a la colonia espa?ola. Por ¨²ltimo, asistieron a la cena de gala, para la que se requer¨ªa esmoquin lo que puso en un aprieto a los numerosos parlamentarios invitados que carec¨ªan de esa prenda. No hab¨ªa ayer en Asunci¨®n suficientes esm¨®quines de alquiler.