Publicados cap¨ªtulos in¨¦ditos de las memorias del poeta y editor Carlos Barral
Amigos y colegas del escritor barcelon¨¦s reeditan su libro de poemas 'Metropolitano'
A?os de penitencia, primer tomo, publicado en 1975, de los tres que componen las memorias de Carlos Barral (Barcelona, 1928-1989), reaparece ahora en las librer¨ªas, editado por Tusquets. El volumen es la versi¨®n definitiva, que el poeta y editor realiz¨® en 1982, e incluye los dos cap¨ªtulos terminados de sus memorias de infancia, que estaba escribiendo cuando falleci¨®, el pasado diciembre. A?os de penitencia evoca la adolescencia y juventud del autor y refleja la mediocre atm¨®sfera social e intelectual de Espa?a en la posguerra. Paralelamente, los editores espa?oles y los amigos de Barral han reeditado uno de sus poemarios principales, Metropolitano.
JUAN CRUZ ?Qui¨¦n ha visto un cad¨¢ver? ?Qui¨¦n ha visto / de pie, llorando a un hombre que no existe, / con mortaja de peces, que buscaba otro cuerpo. / ?Sabe alguien de un verde hueso antiguo?/ ?Me ha visto alguno antes?". Esos versos los escribi¨® el poeta Carlos Barral en 1954, los public¨® en 1957, en Ediciones Calatrava, de Torrelavega, y ahora suenan como un epitafio, a un a?o de su muerte. Forman parte de Metropolitano, su libro principal, y vuelven a la luz de la mano de un gru po de amigos suyos que hace unos meses se constituyeron en comisi¨®n de homenaje al poeta. El prop¨®sito principal era el de honrar su memoria de escritor y de editor y de recaudar fondos para sufragar los gastos que su administraci¨®n err¨¢tica no pudo prever. Cumplidos ambos objetivos, con el libro en la calle y con la familia de Barral aliviada por completo de una deuda que era considerable, la comisi¨®n se autodisolvi¨® hace unas semanas. Ahora queda en la calle el libro.
La nueva edici¨®n de Metropolitano restituye la memoria po¨¦tica de Carlos Barral, que se con fundi¨® a s¨ª misma bajo varias identidades: fue editor, memoria lista, senador. Ahora resucita de nuevo como lo que fue m¨¢s fundamentalmente: como poeta. Lo dice Juan Garc¨ªa Hortelano, que ha formado parte de la comisi¨®n de amigos que ha reeditado Metropolitano. "Es el libro de Carlos que m¨¢s he rele¨ªdo, y estoy seguro de que ser¨¢ el que m¨¢s dure".
Seg¨²n Hortelano, que se constituy¨® en ant¨®logo de su generaci¨®n, la del 50, "lo m¨¢s sensato que se ha dicho con respecto a Metropolitano lo dijo Jaime Gil de Biedma en el pr¨®logo a una edici¨®n de este mismo libro. Metropolitano es probablemente el libro m¨¢s herm¨¦tico y al mismo tiempo m¨¢s hermoso de Barral; su hermetismo no dificulta la lectura porque encuentras una u otra interpretaci¨®n; al final siempre ser¨¢ una interpretaci¨®n congruente con la belleza formal del libro".
Metropolitano fue el resultado de una peque?a venganza, dice Hortelano, "la del poeta que se ve obligado a compaginar su tarea literaria, en prosa y en verso, con sus atribulados oficios editoriales". Es tambi¨¦n, seg¨²n Alberto,Oliart, "el resultado de una madurez ins¨®lita". Oliart, que presidi¨® esta comisi¨®n de amigos y que comparti¨® amistad con Barral desde que ambos eran adolescentes, recuerda que Metropolitano es "la primera obra en la que Carlos se vuelca de tal manera que concentra ah¨ª su pasi¨®n de poeta y alcanza una madurez que a los 29 a?os que ten¨ªamos resultaba ins¨®lita".
Yvonne Barral, la viuda del poeta, ve en la actual edici¨®n de Metropolitano, que tiene una distribuci¨®n restringida, puesto que se ha editado seg¨²n los pedidos realizados por personas interesadas en contribuir a disipar las deudas contra¨ªdas por Barral, algo m¨¢s que un libro. "Es tambi¨¦n un homenaje al poeta. Pero como material editorial es precioso, muy bien impreso, con una calidad de letra que a ¨¦l le hubiera encantado".
Es, pues, tambi¨¦n, un homenaje de los editores. Federico Ib¨¢?ez, presidente del Gremio de Editores de Espa?a, que ha contribuido de manera decisiva a la edici¨®n de este volumen de homenaje, ve en Barral al editor que renueva.
"Renov¨® no s¨®lo desde el punto de vista de los textos", dice, "sino tambi¨¦n desde el punto de vista de la organizaci¨®n editorial. La suya fue una de las primeras editoriales que mont¨® un sistema de distribuci¨®n coherente fuera de Madrid y Barcelona".
Reforma del sector
Fue, para lb¨¢?ez, "un editor peculiar, y por eso mantuvo tensiones con las instituciones colectivas del establecimiento editorial. Pero siempre mantuvo -y lo hizo cuando ¨¦l era senador y Jaime Salinas era director general del Libro- una relaci¨®n dial¨¦ctica muy interesante con el sector, cuya reforma propugn¨®. Amaba profundamente los libros, y los editores no nos podemos olvidar de personalidades como ¨¦l".
Todos los editores deber¨ªan tener algo de Carlos Barral, dice Ib¨¢?ez, "en el sentido de que un editor no debe estar absolutamente apegado al marketing. Debe tener siempre una cierta visi¨®n de qu¨¦ van a demandar los lectores en el futuro, ha de poseer cierto poder carism¨¢tico y un olfato que le permita hacer insustituible su figura".
"En un momento de la historia editorial espa?ola pareci¨® que ganaba el hombre del traje gris", a?ade Federico Ib¨¢?ez, "pero pronto se vio que los hombres del traje gris necesitaban a los del jersei. Y los hombres del jersei en el universo editorial espa?ol son Mario Lacruz, Javier Pradera, Jaime Salinas y, por su puesto, Carlos Barral".
Babelia
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