A la busca de un gran programa de cooperaci¨®n
Los intercambios comerciales entre Espa?a y la URSS son escasos para la potencia sovi¨¦tica
Cuando, a primeros de marzo de 1989, Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez acudi¨® a Mosc¨² para fijar el compromiso oficial de la visita a Espa?a de Mija¨ªl Gorbachov, el jefe de la diplomacia sovi¨¦tica, Edvard Shevardnadze, tuvo el detalle de regalar a su hom¨®logo un tel¨¦fono de pl¨¢stico con placa dedicada incluida. El aparato ten¨ªa un significado especial para el ministro espa?ol porque proced¨ªa de la f¨¢brica que Telef¨®nica instal¨® a mediados de 1988 en la zona de los Urales.
Telef¨®nica de los Urales (Telur) fue la primera compa?¨ªa industrial que Espa?a instal¨® en la Uni¨®n Sovi¨¦tica al amparo de] decreto aprobado el 13 de enero de 1987 por el S¨®viet Supremo y en virtud del cual se facultaba la creaci¨®n de empresas mixtas con participaci¨®n de organizaciones, firmas y empresas de pa¨ªses con econom¨ªa de mercado.Desde entonces, casi cuatro a?os despu¨¦s, la URSS tiene censadas cerca de 2. 100 empresas mixtas, si bien tan s¨®lo 150 son verdaderamente operativas, y de ¨¦stas una buena parte son compa?¨ªas de servicios de apoyo log¨ªstico.
Espa?a cuenta con cerca de una veintena de empresas mixtas, que han contribuido decisivamente a incrementar la inversi¨®n directa en la URSS, desde los 4,7 millones de pesetas contabilizados en 1987 hasta los 3.419,3 millones registrados en 1988 y los 2.062,3 del pasado a?o. Por contra, las inversiones directas de las URSS en nuestro pa¨ªs han sido m¨ªnimas, hasta el punto de que el acumulado de los ¨²ltimos cuatro a?os no llega siquiera a los 200 millones de pesetas.
Est¨ªmulo de inversiones
Entre los acuerdos que Espa?a y la Uni¨®n Sovi¨¦tica van a suscribir con motivo de la visita a Espa?a de Mija¨ªl Gorvachov destaca precisamente un programa de protecci¨®n rec¨ªproca y est¨ªmulo de inversiones, orientado principalmente con el objetivo de que empresas espa?olas dispongan de una garant¨ªa por parte de la URSS para llevar a cabo su proyecci¨®n comercial e industrial. Este acuerdo incluye adem¨¢s el compromiso sovi¨¦tico de facilitar la transferencia de divisas, que en definitiva es el gran problema cotidiano con que se enafrentan las compa?¨ªas espa?olas para desarrollar su operativa en aquel pa¨ªs.
La inconvertibilidad del rublo impide que existan posibilidades efectivas para la repatriaci¨®n de divisas, so pena de que las empresas mixtas consigan abrir mercados exteriores desde la URSS.
Dicho de otra forma, la ¨²nica manera de traer a Espa?a las divisas que se colocan en la URSS pasa por la exportaci¨®n a terceros pa¨ªses, pero, l¨®gicamente, para ese viaje no hacen falta muchas alforjas. Al final el peor cliente que puede tener una empresa espa?ola en la URSS no es otro que su propia filial, ya que ¨¦sta encuentra graves dificultades incluso hasta para pagar los materiales que necesita en su proceso productivo.
Los empresarios espa?oles echan de menos, en definitiva, un verdadero programa de cooperaci¨®n econ¨®mica y financiero cuya primera piedra, no obstante, ser¨¢ colocada tambi¨¦n el pr¨®ximo viernes a partir de la carta de intenciones que Felipe Gonz¨¢lez y Mija¨ªl Gorbachov suscribir¨¢n en Madrid, y que se traduce en la aportaci¨®n de Espa?a a la URSS de una carta de intenciones que incluye, entre otras cosas, un cr¨¦dito comprador (las entidades facilitan los fondos al que vende, pero asumen el riesgo con el que compran) de al menos 1.500 millones de d¨®lares.
Estos fondos ser¨¢n instrumentados en un plazo que podr¨ªa alcanzar los cinco a?os (dos de carencia) al objeto de apoyar la compra de bienes y servicios espa?oles por parte de la Uni¨®n Sovi¨¦tica. La magnitud de la cifra, en t¨¦rminos absolutos, no debe servir tampoco para lanzar campanas al vuelo. Seg¨²n los ¨²ltimos datos registrados, en el periodo comprendido entre enero y agosto de este a?o las ventas espa?olas a la URSS ascienden a 25.622 millones de pesetas, mientras que las compras suman un total de 108.502 millones de pesetas. En consecuencia, el d¨¦ficit de la balanza comercial hi spano- sovi¨¦tica es de 82.880 millones de pesetas, con una tasa de cobertura (porcentaje de importaciones cubierto con exportaciones) del 23,6%.
Deuda comercial
El desequilibrio comercial con la URSS se debe de forma exclusiva a las importaciones de petr¨®leo. Como bot¨®n de muestra, baste que durante el pasado a?o el petr¨®leo cubri¨® dos tercios de todas las compras espa?olas a la Uni¨®n Sovi¨¦tica. De los 153.000 millones de Importaciones, el crudo absorbi¨® 103.000 millones. Frente a ello, las exportaciones totales fueron de 47.000 millories.
As¨ª y todo, el volumen de los intercambios comerciales entre los dos pa¨ªses es considerado escaso por los empresarios espa?oles, m¨¢s si cabe teniendo en cuenta las potencialidades del mercado sovi¨¦tico. En esto influye tambi¨¦n la alta cifra de impagados o, expresado de forma m¨¢s elegante, la deuda comercial contra¨ªda por la Uni¨®n Sovi¨¦tica con Espa?a, que alcanza en la actualidad la cifra de 1.500 millones de pesetas.
Las empresas espa?olas necesitan, en consecuencia, un paraguas oficial que implique no s¨®lo al Gobierno espa?ol, sino tambi¨¦n a la URSS. Este respaldo, materializado por la v¨ªa de un covenio financiero a medio plazo, puede constituir ahora la piedra de toque para que las relaciones econ¨®micas entre los dos pa¨ªses adquieren verdadera carta de naturaleza.
La Uni¨®n Sovi¨¦tica es considerada por los empresarios espa?oles como un "gigante dormido que empieza a desperezarse y que representa adem¨¢s la ventana a un mercado de 300 millones de personas en toda la Europa del Este".
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