"Ya no da verg¨¹enza estar en el Gobierno vasco"
Jos¨¦ Antonio Ardanza, lehendakari, quiere repetir mandato en su pa¨ªs. A sus 49 a?os, ya no quiere volver a ser el alcalde de Mondrag¨®n, donde fue durante cuatro a?os responsable de uno de los ayuntamientos m¨¢s conflictivos de Espa?a. Cree que Euskadi ha vivido en el ¨²ltimo cuatrienio un proceso de normalizaci¨®n y que tambi¨¦n ha tocado de muerte al terrorismo. Piensa que uno de los elementos favorables de esa evoluci¨®n se explica por el hecho de que "ya no le da verg¨¹enza a nadie querer estar en el Gobierno de Euskadi". ?l ha gobernado en coalici¨®n con el PSE y espera al d¨ªa 29 de octubre, despu¨¦s de las elecciones del domingo, a decidir con qui¨¦n se coliga esta vez.
Pregunta. ?Le parece una buena noticia la que afirma que ¨¦sta es una campa?a aburrida?Respuesta. Creo que las campa?as deber¨ªan ser normalmente as¨ª. Es la que muchas veces probablemente hemos deseado, porque en las anteriores no importaban tanto los mensajes, los contenidos del proyecto pol¨ªtico de cada partido, porque viv¨ªamos en unas circunstancias de mayor crispaci¨®n y las campa?as estaban dedicadas a descalificaciones mutuas que llevaban a la sociedad a expresar esa sensaci¨®n que se expresa diciendo "¨ªnenudo ejemplo est¨¢n dando los pol¨ªticos". Por otra parte, ustedes recordar¨¢n que antes daba la impresi¨®n de que decir en una campa?a que lo que se quer¨ªa era llevar adelante un programa, y que por tanto se ped¨ªa el voto para poder estar en un Gobierno, produc¨ªa verg¨¹enza y resultaba algo as¨ª como indignante. Querer ocupar las poltronas era el defecto del Partido Nacionalista Vasco. Pero ahora todos los partidos quieren estar en el Gobierno. Han perdido los complejos, han perdido ya esa sensaci¨®n de verg¨¹enza, y ahora todo el mundo quiere ocupar las poltronas, y nadie habla ya de poltronas. Un tercer elemento influye en la normalizaci¨®n Jos¨¦ Antonio Ardanza de la campa?a: si todo el mundo realmente quiere estar, y adem¨¢s lo dice sin ninguna verg¨¹enza, nadie puede romper puentes que a partir del d¨ªa siguiente de las elecciones resultar¨ªan muy diriciles de reconstruir.
P. ?Usted considera inevitable una coalici¨®n posterior a las elecciones?
R. Claro, porque hay una gran atomizaci¨®n pol¨ªtica. No se vislumbra ning¨²n partido con capacidad suficiente de tener la mayor¨ªa absoluta. Como todo partido, preferir¨ªa poder lograr el monocolor. Pero como eso no es posible en este momento, ni te lo cuestionas ni te lo planteas.
P. ?Qu¨¦ beneficio cree que le ha reportado esta coalici¨®n al Gobierno de Euskadi?
R. Yo dir¨ªa que le ha aportado unos beneficios intangibles y otros tangibles. Siempre hemos tenido mucho empe?o, desde diversos escenarios, en estar lanzando la imagen de unos vascos intolerantes, dogm¨¢ticos, salvajes, cabezones, qu¨¦ s¨¦ yo. Ha dado la impresi¨®n de que los vascos somos una especie de se?ores que andamos todav¨ªa en el monte, viviendo con taparrabos, y con palos, y gritando no s¨¦ qu¨¦ cosas. Pues hete aqu¨ª que esas tribus que parece que todav¨ªa no est¨¢n civilizadas han demostrado ante much¨ªsimos foros que son capaces de entenderse. Y que son capaces de entenderse con dos proyectos pol¨ªticos completamente diferenciados, incluso hist¨®ricamente diferenciados. Hete aqu¨ª que ese pueblo tan montaraz, tan irredento, tan dogm¨¢tico y tan intolerante, es capaz de convivir en un Gobierno que, adem¨¢s, ha sido eficaz. Yo creo que ¨¦sta es una valoraci¨®n positiva, digamos intangible, de esas realidades cuyo valor no sabemos cuantificar, pero es una realidad que hemos demostrado. Adem¨¢s, tambi¨¦n es cierto que la coalici¨®n ha supuesto aspectos positivos hacia el interior. Un aspecto m¨¢s mensurable ha sido la importante recuperaci¨®n de la econom¨ªa, la recuperaci¨®n del empleo, y ¨¦ste s¨ª que es un aspecto tangible.
P. En su caso personal, sentarse en una mesa de Gobierno con gente de otra ideolog¨ªa le habr¨¢ producido una determinada impresi¨®n.
R. Yo he sido alcalde cuatro a?os y durante esos a?os compart¨ª ideolog¨ªas distintas. ?ramos el PNV, el partido socialista, HB, Euskadiko Ezkerra y el EMK (Movimiento Comunista). Y era Mondrag¨®n, uno de los pueblos que sal¨ªan en las primeras p¨¢ginas por sus conflictos. Pues no te quedaba m¨¢s remedio que aprender a convivir, a transigir. Y ahora, en esta coalici¨®n, hemos mantenido siempre las formas. Nunca se ha tenido que votar una decisi¨®n: todas han salido por consenso.
P. Si la coalici¨®n se plantea, tras el 28-0, con su antecesor, Carlos Garaikoetxea, l¨ªder de Eusko Alkartasuna, ?c¨®mo se sentir¨ªa Jos¨¦ Antonio Ardanza en ese Consejo de Gobierno?
R. No es un problema de sentimientos. En estos momentos no soy qui¨¦n para excluir a nadie. Todo el mundo est¨¢ manifestando claramente su voluntad de participar en el Gobierno. Los votos los van a recibir de esta sociedad. Mi problema es que tengo que liderar un futuro Gobierno, y con cualquiera que trate tras las elecciones intentar¨¦ cerrar un Gobierno que es para cuatro a?os, y eso no supone estar haciendo pactos ideol¨®gicos, sino ver hasta qu¨¦ punto somos capaces de ponernos de acuerdo en un plan de actuaci¨®n. Mi gusto ¨²nicamente es el buen acuerdo. Y lo otro ya es de segundo nivel.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.