Koeman fue operado minutos, despu¨¦s de una tensa discusi¨®n entre los cirujanos

Ronald Koeman tom¨® la decisi¨®n final de ponerse en manos del traumat¨®logo Josep Borrell, seg¨²n ha podido saber EL PA?S de fuentes pr¨®ximas al jugador del Barcelona. La, operaci¨®n de Koeman estuvo precedida de una tensa discusi¨®n entre los m¨¦dicos Borrell y Gonz¨¢lez Adrio sobre qui¨¦n deb¨ªa llevar la iniciativa en la reparaci¨®n de la lesi¨®n en el tend¨®n de Aquiles de l¨ªder del equipo azulgrana. Gonz¨¢lez Adrio acus¨® a Borrell de vulnerar el c¨®digo deontol¨®gico al impedir que ¨¦l operara a Koeman. Esta acusaci¨®n fue desmentida ayer por los servicios m¨¦dicos del club azulgrana.

Koeman jam¨¢s se encontrar¨¢ en una situaci¨®n tan comprometida. Estaba en juego su carrera profesional y, al mismo tiempo, quienes deb¨ªan recomponer su maltrecho tend¨®n estaban discutiendo en la antesala del quir¨®fano de la cl¨ªnica Asepeyo. El debate se centr¨® en qui¨¦n deb¨ªa ser el responsable de cortar, coser y cerrar. Los efectos de la anestesia todav¨ªa no hab¨ªan mermado las facultades del jugador, cuando se le acerc¨® el t¨¦cnico Johan Cruyff y le explic¨® la tensa situaci¨®n. Koeman fue tajante: "De aqu¨ª no me muevo".Pocos minutos despu¨¦s, las manos del doctor Borrell comenzaron a trabajar en su tobillo, mientras, que Gonz¨¢lez Adrio se limit¨® a sostener el pie, seg¨²n testigos presenciales. Eran las 20.00 horas del pasado lunes y comenzaba as¨ª, una intervenci¨®n quir¨²rgica delicada en una ambiente crispado y nada propicio.

La rocambolesca historia de la operaci¨®n de Koeman se inici¨® mucho antes. Concretamente, el domingo, poco despu¨¦s de conocerse con certeza el alcance de su lesi¨®n. Mientras los servicios m¨¦dicos del Barcelona pr¨¢cticamente hab¨ªan tomado la decisi¨®n de que el jugador fuera intervenido por el prestigioso traumat¨®logo belga Marc Maertens, Cruyff se reun¨ªa con Gonz¨¢lez Adrio y Koeman. T¨¦cnico y m¨¦dico convencieron al l¨ªder del Bar?a para que no se operara en Bruselas y se pusiera en manos del segundo. El jugador acept¨®.

Cruyff, asumiendo un protagonismo inusual, le comunic¨® telef¨®nicamente al doctor Carles Bestit, jefe de los servicios m¨¦dicos del Barcelona, la decisi¨®n. Ambos mantuvieron una agria discusi¨®n telef¨®nica, -seg¨²n fuentes de la directiva azulgrana. Bestit, que se ve¨ªa desautorizado, barrunt¨® la posibilidad de dimitir, pero esper¨® al resultado de una cumbre m¨¦dica que deb¨ªa producirse en la ma?ana del martes. Otro tanto hizo Borrell, que tambi¨¦n recibi¨® una llamada telef¨®nica del t¨¦cnico holand¨¦s. Gonz¨¢lez Adrio, por su parte, dio las ordenes oportunas a la cl¨ªnica FIATC, en la que trabaja, para que prepararan un quir¨®fano. El centro m¨¦dico incluso difundi¨® un fax anunciando el horario de la intervenci¨®n.

En la reuni¨®n de la ma?ana se le pregunt¨® a Cruyff las razones por las que prefer¨ªa a Gonz¨¢lez Adrio. El t¨¦cnico azulgrana apel¨® a su amistad, su prestigio como traumat¨®logo e incluso record¨® que en una ocasi¨®n le oper¨® con ¨¦xito., Borrell adopt¨® una postura dura, adem¨¢s de explicarle a Cruyff que la situaci¨®n pon¨ªa en tela de juicio la val¨ªa de los servicios m¨¦dicos del club, a los que el traumat¨®logo no est¨¢ vinculado directamente sino a trav¨¦s del convenio firmado por la directiva con la cl¨ªnica Asepeyo. Cruyff tambi¨¦n respondi¨® con dureza y no tuvo reparos en admitir que ten¨ªa argumentos para sustentar su desconfianza.

La directiva azulgrana cambi¨® de actitud. El presidente Josep Llu¨ªs N¨²?ez y su equipo de colaboradores pasaron de la inhibici¨®n inicial, quiz¨¢ todav¨ªa traumatizados por la p¨¦rdida del l¨ªder del equipo y todo lo que conlleva, a prestar todo el apoyo a los servicios m¨¦dicos del club. Se tom¨® la decisi¨®n de redactar un comunicado que despert¨® la hilaridad y en el que se dijo que Gonz¨¢lez Adrio y Borrell operar¨ªan al "un¨ªsono" a Koeman. Lo cierto es que, en una nueva reuni¨®n, qued¨® bien claro que Borrell ser¨ªa el primer espada.

Las pasiones, lo celos y las intrigas volvieron a repetirse en la antesala del quir¨®fano. Todo estaba preparado para -atacar el tend¨®n de Koeman. "Bien, voy a operarle", dijo Gonz¨¢lez Adrio ante el asombro de Borrell. ?ste ¨²ltimo, muy contrariado, le respondi¨®: "Puedes hacer lo que quieras, pero aqu¨ª, no. En la Asepeyo no se opera Koeman". Finalmente, fue el jugador quien tuvo que tomar la decisi¨®n final.

Una vez concluida la intervenc¨ª¨®n, Gonz¨¢lez Adrio realiz¨® unas duras declaraciones a Radio Barcelona. En ellas, explic¨® que estuvo a punto de regresar a su casa cuando se enter¨® de que no operar¨ªa ¨¦l. "Cuando Koeman ya estaba en el antequir¨®fano Cruyff le pregunt¨® que qui¨¦n quer¨ªa que le operara. El jugador dijo que yo. Pero los responsables de la cl¨ªnica Asepeyo me dijeron que all¨ª era imposible que operase yo porque no pertenezco a sus servicios m¨¦dicos". Siempre seg¨²n Adrio, "cuando Koeman estaba ya medio dormido por la anestesia, me pidi¨® que no me fuera porque me necesitaba a su lado, aunque lo que no quer¨ªa era ya, en esa situaci¨®n, cambiar de cl¨ªnica. Fue por ello por lo que decid¨ª quedarme".