Entre la piedad y los negocios

Paul Marcinkus fue llamado muy joven a la curia romana donde enseguida destacaron sus dotes de organizador. Pablo VI, que quer¨ªa poner las finanzas de la Santa Sede en manos de un eclesi¨¢stico, consider¨® que nadie mejor que un norteamericano. Y lo hizo primero obispo y despu¨¦s arzobispo. Y m¨¢s tarde lo nombr¨® el organizador de los viajes papales.Mide casi dos metros. Es un enamorado del golf y un fumador empederdino. Hay quien asegura que bajo sus apariencias de "hombre mundano", que atra¨ªa a las se?oras de la nobleza romana, Marcinkus era en el fondo "un sacerdote piadoso". A quien le reprochaba preocuparse excesivamente de hacer negocios respond¨ªa que su deber era hacer fructificar por todos los medios las riquezas vaticanas. Fue el primer obispo del mundo miembro de un consejo de administraci¨®n, del Banco de Nassau, el famoso para¨ªso fiscal a trav¨¦s del cual al parecer pasaban muchas de las operaciones ilegales de Roberto Calvi.
A Juan Pablo II le lig¨® una amistad muuy fuerte al considerarse ambos (Marcinkus es de origen lituano) hijos de la "iglesia del silencio" Ambos compart¨ªan adem¨¢s un fuerte anticomunismo. Marcinkus le acompa?¨®, como hab¨ªa hecho ya con Pablo VI, en todos sus viajes hasta que empez¨® a ser sospechoso de negocios poco limpios. Dej¨® de hacerlo en el primer viaje del papa Wojtyla a Espa?a en el que le sustituy¨® el jesuita Roberto Tucci. En EEUU Marcinkus era amigo de los grandes banqueros y hab¨ªa sido en su juventud el brazo derecho del cardenal Spellman, tristemente conocido por sus arengas a los soldados norteamericanos en Vietnam.
Marcinkus no deber¨ªa ya tener nuevos problemas con la justicia. Pero Juan Pablo II ha creado para ¨¦l, por si acaso, el puesto de consultor ¨²nico de la Comisi¨®n para la Ciudad del Vaticano, de la que ha dimitido como propresidente. De tal modo seguir¨¢ siendo miembro de la curia romana, con pasaporte vaticano y con derecho a la inmunidad.
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