Bonn no concede la ciudadan¨ªa a inmigrantes jud¨ªos sovi¨¦ticos
La coalici¨®n gubernamental de Bonn consigui¨® bloquear una moci¨®n parlamentaria en la que se urg¨ªa al Gobierno a conceder inmediato asilo y la nacionalidad alemana a los jud¨ªos sovi¨¦ticos que, en, un n¨²mero considerable, est¨¢n llegando a Alemania en las ¨²ltimas; semanas.Al mismo tiempo, el Tribunal Constitucional de Karlsruhe impidi¨® la entrada en vigor de dos leyes que en sendos Estados federados conced¨ªan el derecho a votar en las elecciones locales a los extranjeros que llevaran largo tiempo viviendo en el pa¨ªs. El masivo flujo de emigrantes que llegan a Alemania desde todas partes del mundo, incluidos todos aquellos de origen germ¨¢nico procedentes b¨¢sicamente del Este de Europa, a quienes la ley otorga inmediatamente la nacionalidad, se ha convertido en uno de los grandes temas electorales.
De los 78 millones de personas que viven actualmente en Alemania, cerca de cinco son extranjeros, esto sin contar los centenares de miles de ilegales. En algunas ciudades como Berl¨ªn, barrios enteros est¨¢n ocupados por inmigrantes turcos, la mayor minor¨ªa en suelo alem¨¢n, que alcanza actualmente cerca de dos millones de personas.
El argumento del Tribunal Constitucional para declarar inconstitucionales las leyes electorales de Schleswig-Holstein y Hamburgo -dos l?nder gobernados por los socialdem¨®cratas-, en las que se conced¨ªa el derecho de voto a los residentes que llevaran m¨¢s de 10 a?os en el pa¨ªs, es que la Ley Fundamental limita el privilegio de votar a "la gente del Estado", que seg¨²n los altos jueces son "los plenos ciudadanos alemanes".
La posibilidad de que los extranjeros voten en las elecciones locales permanece abierta, sin embargo, en tanto que la Comunidad Europea estudia que en el futuro todos los ciudadanos comunitarios puedan votar en estos comicios en cualquier pa¨ªs de la Comunidad. ?ste, claro est¨¢, no ser¨ªa el caso de los turcos.
El tema de los jud¨ªos sovi¨¦ticos toma especial relevancia justo en el momento en que en el antiguo territorio de la Alemania comunista se han encadenado una serie de exabruptos antisemitas. Cerca de 2.000 jud¨ªos sovi¨¦ticos, muchos de ellos reclam¨¢ndose descendientes de jud¨ªos alemanes, con lo que abrir¨ªan una nueva lectura al citado ius sanguinis, han llegado a Berl¨ªn en los ¨²ltimos meses pidiendo asilo.
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