El Bar?a pierde mucho gas sin Koeman
La primera semana tr¨¢gica de la temporada del reluciente Barcelona de los noventa concluy¨® con un empate con sabor a derrota, pues el Burgos estrell¨® dos balones en la madera (Balint, m. 15; y Ayukar, m. 25). Desde que el holand¨¦s Ronald Koeman abandon¨® cojeando el c¨¦sped del Vicente Calder¨®n, a las 20.06 del pasado s¨¢bado, hasta las 22.40 de ayer, cuando concluv¨® el partido frente a los castellanos, el conjunto de Johan Cruyff hab¨ªa perdido tres de los cuatro puntos que estaban en juego.
Nada que ver con las ocho jornadas de gloria anteriores. Hasta que se produjo el momento fat¨ªdico -s¨®lo similar al secuestro de Quini, la caza de Schuster o la hepat¨ªtis y lesi¨®n de Maradona-, el Bar?a hab¨ªa ganado 15 de los 16 puntos que hab¨ªa disputado.
En los ¨²ltimos siete d¨ªas, en esas casi 171 horas que van de un s¨¢bado a otro, pasaron un mont¨®n de cosas que han desestabilizado a un equipo con marchamo de campe¨®n, que ol¨ªa a aquest any s¨ª, que arrasaba en el campo, que ten¨ªa cara y ojos, y confianza. Lo sucedido en esta semana tr¨¢gica descompone al mism¨ªsimo Real Madrid, que con menos est¨¢ como est¨¢.
Primero, se lesion¨® el l¨ªder, el hombre que cerraba la defensa y abr¨ªa el ataque, que colocaba serenidad, fiabilidad y credibilidad en el campo. Porque Koeman no s¨®lo estaba acertado a la hora de salir al cierre, sino que asum¨ªa la direcci¨®n del juego y, lo que es m¨¢s importante, era la lanzadera de un equipo demoledor.
Segundo, Johan Cruyff, el hombre al que incluso Josep Llu¨ªs N¨²?ez cre¨ªa haber recuperado para alcanzar el firmamento de la secretar¨ªa t¨¦cnica o el despacho oval del f¨²tbol azulgrana, va y la l¨ªa. Primero llama a un m¨¦dico ajeno al club y organiza una operaci¨®n. Todo a espaldas de la entidad y sin saberlo sus m¨¦dicos. Eso provoc¨® lo que provoc¨®. La guerra del bistur¨ª. Foll¨®n, ruido y esc¨¢ndalo. Fue Cruyff quien tir¨® la piedra al lago barcelonista. Y las olas ahogaron anoche al equipo.
Tercero, envi¨® a Toni Bruins a Manchester para conocer las pretensiones del dan¨¦s Jan Molby, un jugador que vive en el banquillo del Liverpool, pero que dicen est¨¢ hecho de un material parecido al de Koeman. Ya ser¨¢ menos. Ese viaje, esa entrevista, provocaron la algarab¨ªa en un vestuario que estaba convencido de que el mister no buscar¨ªa fuera lo que los jugadores creen tener a su lado.
Cuarto, el mister, no s¨®lo prepar¨® la operaci¨®n de Koeman o le busc¨® sustituto, sino que se meti¨® en el quir¨®fano, sembrando la duda en los suyos. 'Te quiere m¨¢s que a m¨ª", debieron pensar todos. Por si faltaba algo, hubo directivos que se atrevieron a sugerirles a los jugadores que no se olvidasen de visitar a Koeman.
Quinto, tanta desconfianza en un equipo que ol¨ªa a aquest any s¨ª descontrol¨® a los jugadores y, sobre todo, al p¨²blico, que anoche volvi¨® a desconfiar de los suyos, a temer lo peor, a no creer en un conjunto que, como m¨ªnimo, se merece tres o cuatro semanas de cari?o, de atenci¨®n, de mimo. Sobre todo despu¨¦s de tantos golpes.
Pero el rival de anoche fue un se?or rival. Este Burgos, que ha sembrado el terror entre los tres grandes -empat¨® en campo del Atl¨¦tico, derrot¨® al campe¨®n e hiri¨® al pretendiente- jug¨® como si fuera aspirante al t¨ªtulo, basado su juego en el orden general y en el oficio de sus extranjeros y del interior Ay¨²kar. Salt¨® al Camp Nou confiado en sus armas -disciplina, organizaci¨®n y modestia- y no gan¨® porque este Bar?a ha perdido a Koeman pero a¨²n le queda la suerte de los campeones.
Sin lanzadera, el Bar?a no supo jugar por las bandas, llegar a la porter¨ªa en dos pases y dos carreras como antes, y se hart¨® de hacer paredes y m¨¢s paredes, triangulaciones continuas sin soltura, sin frescura. El Burgos supo siempre lo que hac¨ªa y en cuanto los barcelonistas empezaban la ofensiva, los apretaba en su terreno, avanzaba la defensa, y todos quietos.
Los de Novoa merecieron ganar el partido. Porque jugaron enteros, fueron m¨¢s equipo, estuvieron mejor organizados, estrellaron dos balones en la madera y, adem¨¢s, ven¨ªan de disfrutar una semana de gloria, sin l¨ªos, sin operaciones raras, sin fichajes alocados.
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