"?Anda la cuota!"

"?Anda la cuota!". ?sta ha sido la expresi¨®n m¨¢s repetida desde que hace tres a?os el ¨²ltimo congreso federal del PSOE consagr¨® la cuota del 25% de representaci¨®n de mujeres en los ¨®rganos de direcci¨®n del partido y se apunt¨® como "recomendable" ese mismo porcentaje para las listas electorales. Aqu¨ª es donde se han producido los mayores olvidos y de ah¨ª el "?anda la cuota!".La prueba de fuego se puso de manifiesto en las pasadas elecciones generales de octubre de 1989 cuando los dirigentes federales, encabezados en ese comit¨¦ por Txiki Benegas, observaron con estupor que en muchas listas no hab¨ªa ni una sola mujer o, al menos, ninguna colocada en una posici¨®n susceptible de resultar elegida.

Al ser requeridos los dirigentes provinciales para que subsanaran la omisi¨®n, la respuesta pronta de algunos fue la siguiente: "No hay", seg¨²n comentaron posteriormente estos examinadores de listas que requirieron a ¨¦stos para que volvieran al d¨ªa siguiente con nuevas listas.

El argumento de? "no hay mujeres" ya lo escucharon las delegadas socialistas en su anterior congreso de los reticentes a aprobar la medida que, finalmente, sali¨® adelante con el respaldo de Felipe Gonz¨¢lez y Alfonso Guerra. Los dirigentes de? partido han cumplido escrupulosamente el acuerdo, habida cuenta de que la representaci¨®n de mujeres en la ejecutiva es de un 26% y la media en las ejecutivas regionales es de un 22,40%.

Las mujeres socialistas aseguran que han incordiado m¨¢s de lo que ha trascendido y ello s¨®lo se explica porque en todo momento han supeditado sus reivindicaciones feministas a la obligada disciplina partidista. As¨ª su voz ha sido un susurro cuando alg¨²n compa?ero de partido o de Gobierno ha incurrido en declaraciones vejatorias para la dignidad de la mujer y tampoco han contado sus denuedos para que el Gobierno permitiera que en el Parlamento se abra un debate para revisar la actual legislaci¨®n sobre el aborto.