Bernhard Winkler opina que Madrid es una bella ciudad anegada por el tr¨¢fico
El arquitecto y urbanista alem¨¢n Bernhard Winkler, llamado en Bolonia el mago del tr¨¢fico, recorri¨® el pasado mes de mayo la red del Metro madrile?o, tom¨® notas en lo alto de los pasos elevados, rim¨® atascos y se entrevist¨® con los responsables municipales con el fin de realizar el informe que EL PA?S le encarg¨® sobre Madrid. El urbanista se fue con la misma idea que le persigui¨® desde que aterriz¨® en Barajas: Madrid es una bella ciudad inundada por el tr¨¢fico, una verde ciudad de la que los coches impiden disfrutar.
Ayer este peri¨®dico ofreci¨® un amplio resumen del informe, cuya gestaci¨®n es explicada hoy. Ma?ana ser¨¢ publicada una entrevista mantenida con Winkler por el tambi¨¦n arquitecto urbanista Alfonso Sanz.Los primeros trabajos sobre el informe comenzaron hace ya muchos meses, cuando en el mes de marzo Winkler, catedr¨¢tico de Urbanismo en la Universidad de M¨²nich, solicit¨® con car¨¢cter previo a su visita a Madrid planos de la ciudad, de la red de Metro, de las l¨ªneas de autobuses y trenes de cercan¨ªas y de la zona afectada por la Operaci¨®n de Regulaci¨®n de Aparcamiento (ORA), as¨ª como datos del paso de veh¨ªculos en las principales calles y libros sobre la historia y el urbanismo madrile?o.
Gigantesco oasis
Durante una semana, ¨¦l y su ayudante analizaron la documentaci¨®n enviada, de forma que cuando ambos llegaron al aeropuerto de Barajas en la ¨²ltima semana del mes de mayo ten¨ªan perfectamente programado el plan de actuaci¨®n. El contacto con la ciudad le produjo, seg¨²n indicar¨ªa despu¨¦s, su primera sorpresa. "Vista desde el avi¨®n, Madrid da la impresi¨®n de un gigantesco oasis verde en medio de la meseta castellana", asegur¨®.
La segunda impresi¨®n recibida por este urbanista fue la comprobaci¨®n de lo ya visto en el plano: Madrid cuenta con un sistema de calles espaciosas, ideal para los autom¨®viles. A pesar de ello pronto comprob¨® que este sistema es insuficiente para absorber el intenso tr¨¢fico.
El inicio del trabajo se produjo con el recorrido durante el primer d¨ªa por la Castellana, la M-30, las rondas y las principales v¨ªas radiales. Con la ayuda de un c¨¢mara de televisi¨®n film¨® la situaci¨®n del tr¨¢fico en distintas zonas. "La impresi¨®n es tremenda: una ciudad con el mejor sistema de calles que uno pudiera imaginar se halla inundada por completo por el tr¨¢fico", escribi¨® en sus notas.
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WInkler afirma que el tr¨¢fico se ha vuelto agresivo
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"El enorme flujo de tr¨¢fico en Madrid no deja de ser una prueba de lo racionalmente que est¨¢ concebida esta ciudad y de lo ejemplares que son aqu¨ª la planificaci¨®n. de tr¨¢fico y la construcci¨®n de v¨ªas", a?adi¨®.
El segundo d¨ªa el equipo centr¨® su actuaci¨®n en el eje de la Castellana, considerada por el urbanista alem¨¢n como la "espina dorsal de la ciudad" Desde la plaza de Atocha hasta la de Castilla, el equipo se detuvo en cada plaza e intersecci¨®n importante. "Las grabaciones de v¨ªdeo en los nudos de tr¨¢fico muestran mejor que las cifras estad¨ªsticas hasta qu¨¦ punto el tr¨¢fico se ha vuelto agresivo" comentar¨ªa posteriormente Winkler.
El tercer d¨ªa, el an¨¢lisis se centr¨® en la M-30. Nuevas filmaciones de v¨ªdeo fueron realizadas en los nudos del puente de la Paz y en el puente de Ventas. Tras varias inspecciones del tr¨¢fico, Winkler dio por finalizad c)s los trabajos y coment¨® que no pod¨ªa proseguir sin una mascarilla para proteger la boca y la nariz.
Domingo por la ma?ana
Como ant¨ªdoto para la contaminac¨ª¨®n recibida, Winkler decidi¨® desintox¨ªcarse y contemplar una, ciudad casi desconocida para la mayor parte de los madrile?os. Para ello acudi¨® a las seis de la ma?ana a la puerta de Alcal¨¢, bajo la que hab¨ªa hecho mediciones el d¨ªa anterior sin apenas levantar la vista del asfalto. "Hay que ver Madrid un domingo por la ma?ana temprano para apreciar su belleza", coment¨® a su ayudante antes de visitar el Museo del Prado.
Cuando sali¨®, el tr¨¢fico comenzaba adue?arse de la ciudad, por lo que Winkler y su ayudante se refugiaron en el Retiro, de donde pasaron al Jard¨ªn Bot¨¢nico para desplazarse desde all¨ª hasta el Campo del Moro y comprobar as¨ª que la imagen de un Madrid verde vista desde el avi¨®n no era una ilusi¨®n.
El quinto d¨ªa el aspecto estudiado fue, el transporte subterr¨¢neo. Seg¨²n indicar¨ªa en sus notas, le sorprendi¨® la buena comunicaci¨®n ferroviaria subterr¨¢nea existente bajo el eje de la Castellana, conocida tambi¨¦n por el sobrenombre de t¨²nel de la risa. "Esta amplia v¨ªa que discurre bajo la arteria de la ciudad podr¨ªa ser, en combinaci¨®n con el Metro, la espina dorsal del transporte madrile?o; sin embargo, hoy apenas se utiliza", escribi¨® al llegar a M¨²nich.
Esta ciudad alemana construy¨® en 1970 una comunicaci¨®n ferroviaria similar, aunque mucho m¨¢s modesta, y hoy bajo el centro de la ciudad, circulan trenes cada dos minutos en ambas direcciones, soportando la carga principal del transporte p¨²blico.
El estudio se complet¨® con un recorrido por la red del Metro. En su opini¨®n, Madrid con 10 l¨ªneas de metro, en combinaci¨®n con los trenes y l¨ªneas de autobuses, constituye una red de transporte p¨²blico excelente, aunque no se la aprecie lo suficiente.
Seg¨²n Winkler, habr¨ªa, no obstante, que renovar el material m¨®vil, modernizar las paradas de autob¨²s y los accesos de metro, mejorar las posibilidades de transbordo y sobre todo establecer un sistema de tarifas combinadas entre ferrocarril, metro y autobuses.
"Nos llama la atenci¨®n el poco uso que se hace del transporte p¨²blico; sobre todo, ¨¦ste es utilizado por las capas sociales de menor poder adquisitivo. Mientras que en M¨²nich se va a la ¨®pera en metro y en Z¨²rich es de buen tono viajar con los modernos tranv¨ªas, aqu¨ª nos encontramos a veces en estaciones vac¨ªas y anticuadas", escribir¨ªa d¨ªas despu¨¦s.
Perjudicar al comercio
Los dos d¨ªas siguientes Winkler dedic¨® su atenci¨®n al estudio de los barrios de Retiro, Salamanca, Chamart¨ªn, Moncloa, Chamber¨ª y Tetu¨¢n. El resumen de este an¨¢lisis fue pesimista: "Estos barrios producen una sensaci¨®n de monoton¨ªa, causada por las siempre iguales corrientes de veh¨ªculos; es dif¨ªcil percatarse de las diferencias existentes en la vida y actividad de los barrios antiguos en comparaci¨®n con los m¨¢s recientes. Aqu¨ª es donde se hace m¨¢s fuerte la impresi¨®n de que la ciudad est¨¢ cayendo v¨ªctima de un tr¨¢fico cada vez m¨¢s amenazador, ante el que la gente, como si de una cat¨¢strofe natural se tratara, est¨¢ indefensa".
El ¨²ltimo d¨ªa de su estancia en la capital de Espa?a el urbanista alem¨¢n volvi¨® a revisar la situaci¨®n del casco antiguo de Madrid. "SI no hubiera tr¨¢fico en el centro apetecer¨ªa permanecer en estas calles tan ricas en vida e historia. Se dice que esto perjudicar¨ªa al comercio, pero las experiencias realizadas en otras ciudades europeas demuestran precisamente lo contrario".
Cargado con cintas de v¨ªdeo, fotograf¨ªas, planos y documentaci¨®n, Bernhard Winkler volvi¨® a Starnberg, localidad situada a unos 20 kil¨®metros de M¨²nich, en donde tiene su casa y su estudio. Tres meses despu¨¦s terminaba su informe para intentar detener un proceso que puede ser irreversible.
Las medidas concertas
Descentralizaci¨®n de oficinas. Tiene por objeto lograr una reducci¨®n de los desplazamientos casa-trabajo en veh¨ªculos y, en consecuencia, aumentar los movimientos a pie o en bicicleta.
Estacionamientos disuasorios. Deben crearse estacionamientos disuasorios y vigilados en las entradas a la ciudad y perfectamente comunicados con la red de metro. Se destinar¨¢n a aquellos usuarios que no puedan utilizar los autobuses interurbanos o los trenes de cercan¨ªas..
Red de acceso al centro. Trenes y autobuses interurbanos deben tener muy buenas comunicaciones con el metro, que se constituye en el principal medio de transporte de acceso al centro de la ciudad. Para ello es preciso mejorar el sistema de tarifas combinadas y los transbordos del metro. La mayor utilizaci¨®n del eje ferroviario subterr¨¢neo bajo la Castellana, conectado con la red de metro, desempe?ar¨ªa un papel esencial.
Limitaci¨®n de coches en el centro. El urbanista alem¨¢n afirma que ya ha habido experiencias positivas con la restricci¨®n del paso de autom¨®viles al ¨¢rea central de las ciudades. Esta medida no tendr¨ªa que ser absoluta, pues propone la existencia de calles dedicadas exclusivamente al tr¨¢fico, otras de car¨¢cter mixto y otras para peatones. Diversas zonas del centro se destinar¨ªan ¨²nicamente a taxis, transporte de mercanc¨ªas para abastecer a los comercios del ¨¢rea- y veh¨ªculos de residentes con distintivo especial.
Ejes recuperables. Los responsables municipales deben recuperar para los peatones algunos ejes importantes para la ciudad. Entre ellos deber¨ªan incluirse, seg¨²n Winkler, el eje palacio Real-parque del Retiro, las conexiones entre los barrios de Universidad y Justicia con la Puerta del Sol, y la creaci¨®n de un pasillo de comunicaci¨®n entre los principales parques de la ciudad.
Tr¨¢fico de circunvalaci¨®n. El tr¨¢fico de paso, al que se ha desplazado del centro, debe tener unas buenas v¨ªas de circunvalaci¨®n. Ello obliga a centrar las inversiones en la terminaci¨®n de la M-30 y M-40.
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